Pasado el ecuador del verano, es hora de rendirse a uno de los colores más favorecedores -y arriesgados- de la temporada: el amarillo en sus distintas tonalidades: amarillo pastel, mostaza, flúor o Buttercup, uno de los bestsellers cromáticos del 2016 según Pantone.
La tonalidad más cálida sale del armario para invadir todo tipo de prendas veraniegas y resaltar así el color de la piel dorada por el sol: desde el accesorio más funcional como bolsos y zapatos al vestido más sofisticado en una de las prendas más solicitadas que se han visto en la pasarela en firmas como Giambattista Valli, Valentino, Dolce & Gabbana, Moschino o Tod’s. Hasta los productos de belleza han caído rendidos a su poder de atracción: no faltan sombras de colores irisados ni lacas de uñas en amarillos ácidos.
Las iniciadas al amarillo se pueden adaptar al color con pequeños detalles en complementos como cinturones, collares, o charms en los bolsos. Las más atrevidas, pueden optar por moda de baño en este color que favorece el bronceado o bien un total look yellow para lucir en las cálidas noches de verano.
En tejidos, más allá de los materiales lisos, se imponen los estampados florales que añaden un toque de romanticismo a las prendas, los jacquards estampados o las fantasías con elementos brillantes como las lentejuelas. Esta temporada el amarillo se alía con las tonalidades crema para un contraste suave que no resta protagonismo a la energía del color más vivo de la paleta cromática.
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