Es el color de la pureza, remite a la inocencia y simboliza la paz. El blanco es imperecedero. Ajeno a las tendencias pasajeras, en verano se vuelve imprescindible aportando brillo y luminosidad a los looks de la época más soleada del año.
El blanco tiene una versatilidad increíble trascendiendo cualquier etiqueta y horario. De día o de noche, puede impregnar con pulcritud chaquetas de estilo sastre, pantalones palazzo, crop tops, vestidos fluidos de estilo bohemio o elegantes camisas de seda semitransparentes. En accesorios, esta tonalidad se alía con el gris plata creando complementos de inspiración futurista.
Esta temporada se mantiene el look total white – blanco de pies a cabeza- con prendas de aspecto minimalista con cortes limpios y siluetas rectas que nos remiten al estilo depurado de los años 90 con firmas como Calvin Klein o Michael Kors. Una combinación exquisita que ha conquistado una vez más las pasarelas y las colecciones low cost por igual.
La riqueza del blanco y de sus tonalidades menos puras como el marfil, el hueso o el crema, reside en la combinación de tejidos y texturas para crear conjuntos inmaculados llenos de matices, agradables a la vista y al tacto. La sutilidad del crepe, los relieves florales de jacquard, el aspecto rústico de ciertas organzas o los mosaicos de encaje de aspecto romántico. Sin duda, el lienzo perfecto para apreciar las peculiaridades de cada tejido.
En Gratacós, adoramos el blanco y te ofrecemos una gran variedad de tejidos para que puedas diseñar tus conjuntos de verano: http://www.gratacos.com/shoponline/inspiracion/talco
