Con la ponencia de Celia Vela despedimos la segunda edición del proyecto divulgativo Designers Fashion Experiences que nos ha acompañado este otoño en el espacio Gratacós. Una iniciativa que apoyamos desde su nacimiento porque combina la experiencia de los diseñadores consolidados explicada de manera didáctica ante un público formado por estudiantes y nuevos talentos que buscan encontrar una voz propia dentro de la industria de la moda.
Entrevistamos a la diseñadora de Figueres para descubrir los motivos que la han llevado a participar en el proyecto, así como otras inquietudes y experiencias en el sector. Recordad que los contenidos de la conferencia los podréis “repescar” en la web de Designers Fashion Experiences.
¿Por qué has decidido participar en el Designers Fashion Experiences?
Cualquier proyecto vinculado con los estudiantes de moda y diseño me parece necesario y muy interesante.
¿Qué te motivó a dar un “sí” definitivo?
También es verdad que en este caso me gusta especialmente la iniciativa por las firmas que la apoyan, el espacio y que se hace en Barcelona.
De tu experiencia profesional, ¿qué te ha gustado especialmente compartir con las nuevas generaciones?
No hay algo en concreto sino es la suma de toda mi experiencia que en el fondo no deja de ser como cualquier otra. No hay ninguna trayectoria que sea modélica, pero si que es verdad que puedes inspirar alguna idea o estimular para que los estudiantes sigan adelante con sus proyectos.
Y tú, ¿por qué escogiste la profesión?
A veces creo que ella me escogió a mí.
Bajo tu punto de vista, ¿cuáles son los principales obstáculos de la industria de la moda?
Como en la mayoría de industrias o sectores, estamos en el ojo del huracán de un cambio más importante y transformador de lo que supuso en su época la Revolución Industrial. Hay incertidumbre y los riesgos son muy grandes.
“Estamos en una época de profunda transformación de la industria de la moda”
Y, ¿qué me dices en ámbito local?
A toda esta época de transformación hay que añadir algunos obstáculos más como la poca simbiosis entre industriales y diseñadores, las pocas ayudas por parte de la Administración y una tendencia general a la frivolización de nuestra profesión.
Por suerte, algo está cambiando…
Sí, claro. El sector está viviendo una renovación con más talentos que nunca, la revalorización de la marca Barcelona y una tradición artesanal que aún no ha muerto del todo.
Esas podrían ser armas para la supervivencia…
Sí, hay que sobrevivir como sea.