El escaparate es una carta de presentación visual de quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos. Una entrada estética que atrae al visitante, pero también justifica nuestro trabajo: la creación de tejidos de calidad que permitan haceros soñar. Durante este año incierto os hemos intentado sorprender con escaparates artísticos que juegan con conceptos que nos representan como el lujo, la elegancia, la fantasía, la evasión o la cotidianidad a través de nuestros maniquís que se han vestido con los tejidos más espectaculares de la temporada junto con otros elementos que esperamos que os hayan sorprendido. Un moulage nupcial, un picnic en clave chic o una interpretación femenina de los Reyes Magos. Son algunas de las escenas que habéis podido observar a través de la ventana de nuestro espacio Gratacós.
Ahora sí, antes de dar la bienvenida al nuevo año, aprovechamos este post para despedir 2021 con la certeza de que ha sido un año de transición que nos ha permitido mantenernos estables gracias a la cohesión entre equipos y vuestro apoyo y confianza en esta marca de tejidos familiar. Albergamos nuevas perspectivas para 2022 y queremos seguir adelante con nuevos artículos que destacaran por su calidad, creatividad y capacidad para sorprendente. Emocionaros, en definitiva. ¡Feliz Año Nuevo!
Marzo 2021. Nuevo rumbo
Un año después del inicio de la pandemia nos despertamos soñando con planificar las vacaciones que se acercaban con una relajación de las restricciones. Semana Santa, los puentes de mayo y la no tan lejana desconexión estival. El inicio de la primavera también marcó un escaparate de inspiración minimalista protagonizado por dos maniquís vestidas para la ocasión para rendir homenaje a esas celebraciones nupciales que volvían a la palestra. Sastrería, detalles en plumas y dos tonos antagónicos que captan el incipiente cambio de estación: el verde bosque y el rosa empolvado.
Abril 2021. Campanas de boda
Como manda la tradición, abril es el mes nupcial por excelencia y desde Gratacós reservamos siempre este escaparate para visibilizar el trabajo de una de las ganadoras del concurso de moulage del postgrado de diseño de vestidos de novia de IED Barcelona. Se trata de una oportunidad que ofrecemos para dar a conocer el trabajo de los nuevos talentos del diseño nupcial. Este año, Eva Escudero elaboró este impresionante vestido de novia de diseño asimétrico y gran falda vaporosa siguiendo los pasos de esta singular técnica de corte y confección.
Mayo 2021. Espíritu campestre
En el mes de las flores, la firma Joplin Atelier de las hermanas Laura y Aida Molano convirtió nuestro espacio de entrada en un picnic urbano de aires provenzales. Los vestidos de tul con pequeños lunares elaborados con nuestros tejidos, los detalles en lazadas y los tonos pastel protagonizaron un escaparate en clave chic con multitud de detalles para llevar a cabo esta merienda al aire libre. Una representación artística que retrata el espíritu de evasión que nos conecta con la naturaleza.
Julio 2021. Tiempo de evasión
El mes estival por excelencia es un homenaje a las verbenas, a la diversión y el desenfado manteniendo esa actitud hedonista para tomarse la vida un poco más a la ligera, disfrutando de todos los placeres terrenales. Julio es de carácter fresco, juvenil y atrevido como demuestra el atuendo de nuestra maniquí en tejido de cuadros vichy rosa. ¡Qué empiece la fiesta!
Septiembre 2021. Volver a empezar
Septiembre es el mes oficial de los inicios. La nueva temporada, el cambio de estación, la vuelta a las rutinas… ilustramos el mes más ajetreado del calendario haciendo un homenaje a la comodidad a través de una gabardina tipo albornoz elaborada en tweed verde pistacho, todo hilo tintado muy atrevido, de tacto lanero y peso grueso. Una alfombra de hojas secas marca el comienzo del otoño que en Barcelona es ligero y suave.
Octubre 2021. El mes rosa
Se le llama el mes rosa porque es reconocido mundialmente con este color femenino para crear conciencia a hombres y mujeres sobre el cáncer de mama y promover la autoexploración, las revisiones y chequeos para poder detectarlo a tiempo. Nuestro homenaje al mes más delicado, sutil y romántico lo hizo Rosa Cano, alumna de la ESDI, Escuela Superior de Diseño con estos modelos de tejidos contrapuestos que juegan con toda la gama de pasteles y nudes. ¡Uno de los escaparates más espectaculares del año!
Noviembre 2021. ¡Qué empiece la fiesta!
La proximidad de las fiestas navideñas convierte noviembre en un mes de preparativos. Compras que se adelantan, luces que se encienden y la búsqueda de los outfits más sorprendentes para llenar de magia las fiestas. La diseñadora Claudia del Institut Català de la Moda (ICM) presenta tres modelos de la colección ‘Ritmos’. Vestidos voluminosos con metros y metros de sugerente organza para celebraciones llenas de fantasía.
Diciembre 2021. Las tres reinas
Acabamos el año contando de nuevo con la colaboración de Joplin Atelier y su propuesta en clave femenina. Nuestras “Tres Reinas Magas” son un homenaje a la fortaleza de la mujer, capaz de lidiar todos los ámbitos de su vida con empeño y maestría. Ellas son la piedra filosofal de muchas familias y en especial durante el ajetreo de las fiestas navideñas. Las maniquís comparten turbante y corona a conjunto con sus vestidos cortos de cuello cerrado y mangas abullonadas elaboradas con raso de acetato y lamé. Bajo sus pies resguardan todos los regalos, el símbolo del acto de compartir (y recibir).
Viernes 10 diciembre 2021
Diciembre es el mes de los ritos y las tradiciones marcadas especialmente por la Navidad y la cercanía con nuestros seres queridos. Para los diseñadores, hay una que se espera con cierto entusiasmo: la de conocer finalmente el color que marcará el año siguiente y que dicta por estas fechas, Pantone. La autoridad mundial del color ha vuelto a comunicar la tonalidad que marcará el año 2022 en ámbitos tan multidisciplinares como el diseño, el arte, la publicidad o la moda. Se llama Very Peri y es una tonalidad novedosa basada en el color lila que, según aseguran, “mantiene una atrevida presencia y estimula el ingenio y la creatividad personal”. ¿Tiene mejor carta de presentación?
Como ya sabéis, la elección anual de un color no se hace al azar ni es fruto del capricho porque conlleva un profundo estudio y análisis de tendencias por parte de los trendhunters del Pantone Color Institute. Con un estudio profundo del impacto que tendrán diversas exposiciones, obras de arte, películas que se estrenarán el próximo año, los destinos más populares, las nuevas tecnologías y en conjunto, el estado de ánimo global, tienen una discusión meticulosa y dimensionan la impresión que cada aspecto tendrá. Antes de cerrar el año, los expertos han revelado lo que nos depara el 2022.
“La creación de un color nuevo por primera vez en la historia de nuestro programa de colores es el reflejo de un proceso de innovación y transformación a nivel mundial” asegura Laurie Pressman, vicepresidenta del Instituto Pantone del Color.
“El Pantone Color of the Year es el reflejo de lo que está ocurriendo en nuestra cultura mundial y expresa la respuesta a lo que las personas buscan en este color”, asegura Laurie Pressman, vicepresidenta del Pantone Color Institute”. Y añade: “La creación de un color nuevo por primera vez en la historia de nuestro programa de colores educativo Pantone Color of the Year es el reflejo de un proceso de innovación y transformación a nivel mundial. A medida que la sociedad reconoce los colores como una forma de comunicación fundamental y como una manera de expresar, captar, conectar e influir en ideas y emociones, esta nueva y compleja tonalidad azul fusionada con un rojo violáceo resalta el abanico de posibilidades que se nos presenta”.
En este caso, al englobar las cualidades de los azules y, al mismo tiempo, contar con un matiz rojo violáceo, PANTONE 17-3938 Very Peri muestra una actitud alegre y animada, así como una presencia dinámica que estimula la valentía de crear y una expresión imaginativa.
Descifrando la enigmática tonalidad de 2022
Very Peri representa la perfecta fusión entre azul y rojo. Un puente entre dos tonalidades primarias que se interrelacionan dando fruto a esta enigmática tonalidad. Según Pantone, Very Peri es el fruto de una confianza despreocupada y una curiosidad atrevida que anima a nuestro espíritu creativo, inquisitivo e integrante. La autoridad del color considera que esta tonalidad ayuda a abrazar este paisaje alterado de posibilidades y abre una nueva visión para que cada uno pueda reescribir su propia vida. Reavivando la gratitud por algunas de las cualidades que representa el azul complementadas con una nueva perspectiva que resuena hoy, PANTONE 17-3938 Very Peri coloca el futuro por delante bajo una nueva luz.
Very Peri muestra una actitud alegre y animada, así como una presencia dinámica que estimula la valentía de crear y una expresión imaginativa.
En tiempos de transformación, Very Peri es un símbolo del espíritu de nuestra era global actual y de la transición que se vive hoy en día. A medida que se sale del período de aislamiento, marcado por la pandemia mundial, las nociones y estándares están cambiando y las vidas físicas y digitales de las personas se han fusionado de nuevas formas creando híbridos. Esta tonalidad también simboliza el auge por el diseño digital, que ayuda a estirar los límites de la realidad, abriendo la puerta a un mundo virtual dinámico donde se puede explorar y crear nuevas posibilidades de color. Con las tendencias en los juegos, la creciente popularidad del metaverso y la creciente comunidad artística en el espacio digital, PANTONE 17-3938 Very Peri ilustra la fusión de la vida moderna en correspondencia con las tendencias de color en el mundo digital y como juntos se manifiestan en el mundo físico y viceversa.
Este color ilustra la fusión de la vida moderna en correspondencia con las tendencias de color en el mundo digital y como juntos se manifiestan en el mundo físico y viceversa.
¿Cómo aplicamos Very Peri en el mundo de la moda?
Lo decíamos al principio. Very Peri es el color que busca transmitir valentía, fomentar la reinvención y estimular la creatividad mostrando una confianza despreocupada y una infinita curiosidad. Es un tono fresco, versátil y genderless que se adapta a una gran variedad de tejidos, texturas y relieves, proporciona un toque de color y para nada, pasa desapercibido. En las pasarelas, esta tonalidad ha protagonizado looks monocromáticos en los desfiles de las nuevas colecciones veraniegas de Isabel Marant, Balenciaga, Thom Browne o Ermanno Scervino. Otras firmas como Lanvin o Marine Serre han optado por combinar este tono violáceo con estampados arty y tonalidades neutras.
Desde Gratacós disponemos de varios tejidos de temporada donde la tonalidad Very Peri es la protagonista. La encontrarás en artículos lisos y a través de estampados o en su versión más sofisticada con relieves, iridiscencias y pedrerías. Aprovecha para redescubrir la colección que tenemos expuesta en nuestra tienda online.
La carrera de Dominnico hace cinco años que despegó, pero ahora, su breve trayectoria ha recibido un nuevo empujón que le ayudará a seguir hacia adelante y más, en tiempos difíciles. No es fácil desmarcarse como marca, crear una imagen identificativa, hacerse un hueco entre el prêt-à-porter de las firmas de lujo y las propuestas disruptivas de los nuevos talentos, y hablarles a los jóvenes de la Generación Z de tú a tú a través de piezas de ropa que apelen sus inquietudes y reflejan valores como la diversidad, la sostenibilidad y la vanguardia. Domingo Rodríguez Lázaro (Alicante, 1994), el diseñador que capitanea Dominnico, ha conseguido dejar huella en la heterogénea industria de la moda española, creando un lenguaje propio con códigos estéticos muy visuales que ensalzan la belleza de las mujeres desde el atrevimiento, siempre manteniendo esta óptica hacia los valores tradicionales como el respeto por la artesanía y el oficio a través de patrones meticulosos, la investigación de tejidos y una visión futurista de la moda.
El mayor premio de la moda española
La última distinción que posiciona la obra de Dominnico ha sido llevarse bajo el brazo el Vogue Who’s On Next (WON), el mayor premio de la moda española. Este galardón lo convoca Vogue España desde hace ya diez ediciones en colaboración del grupo Inditex y está dotado con 100.000 euros, una remuneración clave para el sector por su impulso a los jóvenes talentos. El premio también conlleva la posibilidad de desfilar en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM), la entrada a la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) y el apoyo y la mentoría de Vogue.
El jurado, que entregó el premio el pasado 25 de octubre, definió el trabajo de Dominnico como “de prêt-à-porter con acabados de alta costura”. El diseñador, lleno de emoción, agradeció el premio a sus padres y a sus íntimos, y le dio la enhorabuena a sus dos compañeras finalistas que también optaban al galardón, Sonia Carrasco y Reveligion. Ésta era la segunda vez que el diseñador alicantino se presentaba al premio. La primera llamada de Vogue, en marzo de 2020, lo pilló al principio del confinamiento, mientras perfilaba las líneas de su propuesta para la primavera en su estudio de Barcelona. La segunda, el pasado mayo, lo sorprendió justo en medio de una reunión, preparando con su equipo el lanzamiento de la tercera entrega de la colección otoño/invierno 2021-22 a través de su tienda online.
Ahora, Dominnico entra a formar parte de los otros nombres de una generación que ha renovado la moda española y que también ha ganado el premio WON en otras ediciones por su talento y visión dentro del sector como Palomo Spain, Juan Vidal, Moisés Nieto, Leanadro Cano, Carlota Barrera, Mans Concept Menswear y Maria Ke Fisherman.
Un repaso a su carrera meteórica
Domingo Rodríguez Lázaro se formó en la escuela LCI de diseño y artes visuales, donde se especializó en tratamiento de pieles y pelo natural. El joven diseñador lanzó Dominnico en 2016 con un objetivo marcado: crear una marca personal que se entendiera como un mensaje para la nueva generación. Una firma de contenido, pero exquisita en el detalle, virtud que el alicantino atribuye como herencia de su madre que es una artesana bordadora experta en trenzado mallorquín.
En paralelo a los desfiles de Madrid y Tiblisi, lanzaderas de jóvenes talentos, Dominnico ganó popularidad dos años más tarde cuando Lady Gaga compareció en público luciendo algunos de sus característicos conjuntos metalizados. Enseguida se le unieron Rita Ora, Aitana y la mismísima Rosalía, a la que visitó para la gira en Estados Unidos de ‘El mal querer’ y sus recordadas actuaciones en el Primavera Sound y el Mad Cool de 2019. La cantante lució inolvidables trajes creados con algunos de nuestros tejidos más espectaculares. ¿Los recordáis? A todo ello, hay una frase que queremos rescatar del diseñador: “No soy de comprarme unas Balenciaga de 900 euros, soy de gastarme 2.000 euros en tejidos para poder hacer una colección que luego me dé de comer”, aseguraba Dominnico en Vogue. Una cita que marca una actitud de futuro: un creador comprometido con una visión y una actitud siempre por delante.
Hay algo más que cabe destacar. El diseñador crea prendas pensadas para llevar de noche, dirigidas para el espectáculo con piezas distinguidas que se inspiran en formas, volúmenes y tejidos de estética futurista. Tafetán y organza tecnológicos, Jacquard y PVC con impresión holográfica, tules y lúrex… son mezclas que hablan tanto de su dedicación a la investigación textil como de su patronaje acurado. A pesar de vestir a mujeres con carácter del mundo del espectáculo, Dominnico siempre ha considerado que su marca, en realidad, no distingue género.
Desde Gratacós nos alegramos de este nuevo reconocimiento que recibe uno de nuestros diseñadores más queridos. ¡Enhorabuena Dominnico y a por muchas distinciones más!
Miércoles 03 noviembre 2021
Desde Gratacós seguimos de cerca las pasarelas españolas porque nos gusta apreciar la creatividad de los diseñadores en forma de impactantes prendas de temporada y como, en ocasiones se cuela alguno de nuestros tejidos entre los looks de sus magníficas colecciones. Después de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid de septiembre, la última cita con la moda la sostuvo el 080 Barcelona Fashion el mes pasado, en una nueva exhibición de moda y poderío.
La pasarela catalana volvió a apostar por el formato digital presentando por tercera vez consecutiva, cortometrajes de moda previamente grabados y editados de 22 diseñadores que participaron en la última edición. Esta vez, el set de rodaje de las piezas audiovisuales tuvo lugar en un espacio que rompió con el legado modernista de las últimas ediciones: el complejo residencial y arquitectónico de Xavier Corberó situado en Esplugues de Llobregat. Una maravillosa obra escultórica de hormigón y cristal de carácter racionalista con edificios oníricos que recuerdan la pintura metafísica de Giorgio de Chirico o el arte matemático de Escher.
A continuación, os explicamos al detalle algunas de las colecciones que nos sorprendieron más con diseñadores que mantienen discursos creativos vinculados con la singularidad, la artesanía, la sostenibilidad o la proximidad.
Avellaneda
Avellaneda convirtió el espacio XC del complejo arquitectónico Xavier Corberó en una fiesta glamourosa de manual exhibiendo belleza, juventud y buen gusto en el vestir. En la nueva colección, el diseñador barcelonés Juan Avellaneda se inspiró en la ciudad y en los individuos que habitan en ella y comparten secretos, pasiones, romances efímeros, promesas eternas e instantes de diversión. Esta jungla urbana consistía en una propuesta sofisticada de looks de cóctel con guiños al estilo safari: una revisión del animal print de cebra, chaquetas con lentejuelas y pantalones baggy de tonalidades tierra. Estas piezas novedosas convivían con sus buques insignia de la firma: esmóquines, vestidos con sensuales aberturas, sedas, volantes y lentejuelas reinan en prendas de patrones atrevidos en una propuesta singular que mezcla exotismo con su habitual elegancia. Las bases neutras, el binomio blanco y negro, el rojo y el fucsia dieron color a esta colección festiva que juega con los códigos clásicos del buen vestir.
Eiko Ai
Eiko Ai aporta un nuevo valor en la moda femenina uniendo conceptos como la sofisticación y la sensualidad en la ropa que crea de estilo casual de todo llevar. Siempre con ese punto de magia que invite a las clientas a soñar a través de los diseños. En esta ocasión, la firma liderada por Glò Lladó ha presentado en el 080, una colección que representa un viaje fantástico hacia la montaña para hacernos descubrir las ninfas del bosque. Estas criaturas de poder evocador, que inspiran mitos y leyendas, se han vestido con combinaciones de dos piezas con sujetadores -un rasgo distintivo de Eiko Ai-, chaquetas tipo bomber de tamaño oversize, gabardinas con tejidos brillantes y vestidos vaporosos de cortes sorprendentes que insinúan sin mostrar en exceso. Todo ello adornado con tejidos de lentejuelas, terciopelos, satenes, encajes y materiales iridiscentes que crean sensuales transparencias en el cuerpo de las modelos. Las siluetas tienen un punto minimalista inspirado en la década de los 90 y los looks lenceros se funden con los festivos en esta emocionante propuesta teñida de verdes profundos, plateados y lavandas que atrae a primera vista.
Moisés Nieto
El diseñador de Úbeda (Jaén) debutó en la pasarela catalana haciendo gala de sus credenciales: diseño contemporáneo combinado con la pasión por la artesanía y el oficio que caracteriza su estilo elegante desde la contención. En la nueva colección para la próxima temporada, Moisés Nieto hace un viaje al pasado para conectar de nuevo con su infancia en Andalucía. De los veranos de los años 90, el diseñador escoge elementos rescatados del recuerdo que le sirven para dar forma a una propuesta que habla de la cotidianidad: el crochet de los paños, los visillos de las cortinas, los encajes o las plantas del patio son una representación de los recuerdos que nos llevan a los eternos y calurosos veranos del sur. La firma sostenible da forma a su particular visión en amplios vestidos midi y faldas de seda plisadas. Prendas ligeras confeccionadas con tejidos de algodón ecológico o seda y mezcladas con técnicas artesanales como el punto, el crochet y el macramé. Vale la pena destacar las texturas exhibidas que juegan con diferentes pesos y estructuras para crear volumen en las prendas femeninas que suman detalles inesperados. Como sucede en colecciones anteriores, el diseñador se acerca a la artesanía y pone en valor la sostenibilidad, dos aspectos que se han convertido en los sellos más visibles de la firma española.
Y_Como
Por último, destacar el nuevo trabajo de Cristina y Yolanda Pérez de Yolancris en la nueva marca, Y_Como, que vuelve a sorprender con una nueva colección basada en la investigación y el proceso creativo. La propuesta de verano presentada en el 080 Barcelona Fashion se inspira en el cuadro ‘El jardín de las delicias’ de El Bosco. Concretamente en el panel que hace referencia al Paradiso con una interpretación libre, pero llena de referencias visuales que remiten a la obra centrada en la creación. En la primera escena del fashion film, ambientada en el jardín arquitectónico de Xavier Corberó, van apareciendo las modelos que encarnan los personajes del cuadro: hay el búho que representa el mal que contempla que se caiga en la tentación, las figuras de Adán y Eva, y un seguido de animales exóticos que son representados por modelos de estética barroca que muestran espectaculares túnicas doradas con bordados florales. También conviven otros sensuales vestidos negros, prendas con multitud de retales florales y el denim, el tejido estrella de la creativa firma prêt-à-porter con vestidos voluminosos que le dan un punto de rebeldía a esta sensual propuesta de Y_Como.
Miércoles 20 octubre 2021
¿Es el negro un color? Aún hay debate en el que representa el tono más oscuro, el resultado de la ausencia o absorción completa de la luz visible. El negro es un color sin matiz, una base neutra como el blanco -su opuesto- y el gris. Carece de tonalidad y luminosidad porque absorbe la luz sin reflejar ninguno de los rayos que lo componen. Históricamente se ha utilizado el color negro para representar la oscuridad, el luto, la solemnidad y la autoridad, pero también se ha vinculado con la elegancia, el inconsciente y el individualismo. Especialmente en el último siglo, el más revolucionario de todos. El negro simboliza el caos. Ahora, vuelve a la palestra como color primario y absorbe al resto de contrincantes, pero antes indaguemos un poco en el imaginario de un color sin color.
De orígenes prehistóricos: Arte, inframundo y muerte.
El negro fue uno de los primeros colores utilizados en el arte. Lo emplearon los artistas paleolíticos en las pinturas rupestres con dibujos de toros y otros animales elaborados con carbón vegetal y más adelante, se fabricaron pigmentos de tonalidades más intensas con óxido de manganeso o huesos de animales. En la Antigüedad, los egipcios le dieron al negro asociaciones positivas: era el color que representaba la fertilidad (el suelo inundando por el Nilo era negro). También representaba el dios Anubis, guardián del inframundo, quien tomó la forma de un chacal negro y ofrecía protección contra el mal a los muertos. Para la Grecia Clásica, el negro también era el color del “otro mundo”, separado del terreno de los vivos por el río Acheron, cuyas aguas eran negras. Los griegos a menudo utilizaban este color en alfarería con figuras negras contrapuestas a otras figuras rojas. Curiosamente, en la jerarquía social de la antigua Roma, el negro fue usado por los artesanos. No era una tonalidad profunda y rica porque los tintes vegetales que utilizaban para hacer negro no eran sólidos ni duraderos, por lo que a menudo se desvanecían a grises o marrones. El negro también fue el color romano de la muerte y el luto. En el siglo II a.C., los magistrados romanos comenzaron a usar una toga oscura para ceremonias fúnebres. En la poesía romana, la muerte se llamaba la hora negra.
De la oscuridad del medievo al Renacimiento
En la Edad Media, el negro se asoció con el mal y la oscuridad. Era el color de la magia, de la brujería y las artes oscuras. De hecho, el diablo en las pinturas medievales se representaba con forma humana, pero con alas, piel y cabellos negros. De negro, también se vistió Europa durante los episodios de peste bubónica como señal de duelo. En la moda de la época, el negro no tenía el prestigio del rojo, el color de la nobleza y fue usado por los monjes benedictinos como un signo de humildad y penitencia. A pesar de ello, el negro también podía simbolizar el poder como el secreto en el mundo medieval. El emblema del Sacro Imperio Romano de Alemania era un águila negra. También el caballero negro en la poesía de la Edad Media era una figura enigmática, sin identidad.
En el Renacimiento, las connotaciones del color negro comenzaron a cambiar. Llegaron al mercado tintes negros de alta calidad que permitían elaborar prendas de un negro profundo y rico. Fue en esa época cuando los magistrados y los funcionarios del gobierno se ataviaron con sus túnicas negras, como signo de la importancia y de la seriedad de sus posiciones. Como solo la nobleza podría llevar colores vivos como el rojo o el azul real, la floreciente clase media como banqueros y comerciantes empezaron a adaptar el negro en sus túnicas y vestidos para distinguirse socialmente.
El color de la corte española durante el Siglo de Oro
El negro fue el color de moda en la España del Siglo de Oro. Se convirtió en el color emblema de los Habsburgo españoles, de Carlos V y de su hijo, Felipe II que lo veían como un símbolo del poder, la dignidad, la humildad y la templanza. Una potencia mundial como fue España después del descubrimiento de América, dictaba la moda y trasladó el gusto en el vestir de la corte española al resto de Europa. El negro era austero y sobrio, pero también rico en matices y hacía apreciar mejor la complejidad de los tejidos utilizados. Como más brillante y sólido era, más estatus social tenía la persona que lo lucía.
En la pintura barroca también hubo un resurgir del color negro en el tratamiento de la luz y la sombra en las obras de Caravaggio y Rembrandt o en las pinturas de Velázquez, y más tarde Goya. ¿Quién no recuerda sus famosas pinturas negras? Más tarde, cuando los Países Bajos se convirtieron en una nueva potencia mundial, determinaron una nueva moda: se aflojó la vestimenta y las rígidas golas, pero los colores no volvieron porque entre los holandeses había triunfado la Reforma, y el color de los protestantes también era el negro.
El negro en la era contemporánea
En el siglo XVIII, durante la Era de la Ilustración europea, el negro perdió fuelle como color de moda. París se convirtió en la capital de la moda, y los pasteles azules, verdes, amarillos y blancos se convirtieron en los colores de la nobleza y las clases altas. Después de la Revolución Francesa, el negro volvió a instaurarse como el color dominante. De negro también se recuerda la Revolución Industrial, en gran parte alimentada por el carbón y más tarde por el petróleo. Charles Dickens y otros escritores de la época describieron las calles oscuras y los cielos ahumados de Londres, y se ilustraron vívidamente en los grabados del artista francés Gustave Doré. El negro también fue el color de la literatura romántica. El tono de la melancolía, del romanticismo y de la nostalgia del pasado. Castillos tormentosos, noches lluviosas, reuniones secretas por la medianoche… el negro tenía un componente fantástico y lo adoptaron los poetas de la época.
El negro de los artistas impresionistas
El impresionismo no reconoció el negro como color. Esta corriente pictórica iniciada en Francia hacia 1870, fue muy popular y, aún hoy, el espectador considera los cuadros impresionistas como la culminación de la belleza pictórica. Édouard Manet usó el color negro por su fuerza y efecto dramático. El retrato de la pintora Berthe Morisot de Manet fue un estudio en negro que capturó perfectamente su espíritu de independencia. El negro le dio a la pintura poder e inmediatez. Henri Matisse citó al impresionista francés Pissarro diciéndoles: “Manet es más fuerte que todos nosotros: hizo la luz con el negro”. Otro célebre pintor: Pierre-Auguste Renoir usó negros luminosos, especialmente en sus retratos. Cuando alguien le dijo que el negro no era un color, Renoir respondió: “¿Qué te hace pensar eso? El negro es el rey de los colores”. Vincent van Gogh usó líneas negras para dar forma a muchos de los objetos en sus pinturas. En el siglo XX, el color negro también vivió un nuevo esplendor. El pintor ruso Kazimir Malevich, creó el ‘Cuadrado negro’ en 1915 y es considerada la primera pintura puramente abstracta. Para Henri Matisse, el negro era un color apreciado. “Cuando no sabía que color dejar, pongo negro”, dijo en 1945.
Un símbolo del individualismo
La vestimenta negra concentra en el rostro, considerado el centro de la individualidad, la impresión que una persona produce. No en vano, en la década de 1950, el negro se utilizo como un símbolo de la individualidad y la rebelión intelectual y social, el color de los que no aceptaron las normas y los valores establecidos. El filósofo Jean-Paul Sartre iba siempre de negro. La cantante Juliette Greco, que encarnó el existencialismo en actitudes más populares, era famosa por sus ojos con sombra negra, sus pantalones de pana negros y su jersey negro de cuello alto que le llegaba hasta el mentón. El negro se hizo popular también como color diferenciador entre todos los grupos que no se sentían como parte integrante de la masa y que no participaban de los valores de la adaptación. Los rebeldes sin causa usaban invariablemente cazadoras de cuero negro. Luego apareció el reinado del rock’n’roll, la moda punk y la subcultura gótica con un tipo de moda fúnebre inspirada en la era victoriana.
El color favorito de la moda del siglo XX
El negro es el color de la elegancia porque supone renunciar a la pompa y al deseo de llamar la atención. Quien viste de negro, renuncia incluso al color. Por eso, ir de negro simboliza ir acertado sin riesgo. Esto se manifiesta especialmente con la moda masculina más conservadora: los trajes elegantes, el frac y el esmoquin, son siempre negros. El negro también fue considerado el color que vestían los artistas para que el personaje no eclipse la obra: quien viste de negro no necesita hacerse el interesante con otros colores, le basta la personalidad.
Uno de los grandes nombres de la moda que revolucionó la moda femenina del siglo XX fue Coco Chanel. La diseñadora francesa simplificó el vestuario de las mujeres con su gran obra maestra: el little black dress. El vestido corto que hasta hoy ha sido ideal para todas las ocasiones formales. “Una mujer necesita tres cosas: un vestido negro, un jersey negro y, en el brazo, el hombre que ama”, decía. El negro también fue el color preferido de Cristóbal Balenciaga, que quiso rescatar el esplendor que tuvo siglos atrás y llevarlo de nuevo a la moda. También tuvo poder en Christian Dior que afirmaba que el color negro “podía llevarse en cualquier momento, a cualquier edad y para cualquier ocasión”. Por su parte, el diseñador Gianni Versace consideraba que el negro: “Es la quintaesencia de la simplicidad y la elegancia”, y el diseñador francés Yves Saint Laurent dijo: “el negro es el enlace que une arte y moda”. De toda la historia entre cine y moda, uno de los vestidos negros más famosos del siglo pasado fue diseñado por Hubert de Givenchy y usado por Audrey Hepburn en la película ‘Desayuno en Tiffany’s’ de 1961.
Los diseñadores también visten de negro
Lo hemos visto. El negro ha cautivado a la industria de la moda con su elegancia discreta y su armonía cromática en la que tejidos y texturas también desempeñan un papel fundamental. De hecho, muchos de los asistentes de la industria que se sentaban en el front row les denominaban black crows (cuervos negros) por la indumentaria que acostumbraban a lucir siempre. Más allá de una tendencia del momento al reclamar su trono en el invierno de 2021 con looks monocromáticos, vestir de negro de la cabeza a los pies ha sido siempre una opción acertada que no tiene porque ser aburrida o monótona. Las pasarelas han vuelto a hablar por sí solas con propuestas que le dan un twist a este “uniforme” imperecedero. Alberta Ferretti, Fendi, Isabel Marant, Versace, Chanel, Gucci o Dolce&Gabbana revisan los looks de temporada que se tiñen de riguroso negro.
Más allá de la sofisticación, el misterio, la elegancia o el individualismo, este color a su vez también ha sido adaptado por famosos diseñadores contemporáneos que lo han convertido en su color preferido para exhibirse de cara a la galería. Eso sí, cada uno es fiel a su estilo. Es imposible no imaginarse a Carolina Herrera sin su falda negra por la rodilla; a Tom Ford sin sus perfectos trajes negros o a Karl Lagerfeld sin sus icónicas gafas negras. En sus versiones más casual destacan, por ejemplo, Alexander Wang con camiseta y vaqueros negros o Yohji Yamamoto que hizo del color negro todo un emblema del diseño japonés. “El negro es modesto y arrogante al mismo tiempo. El negro es algo perezoso y fácil, pero también misterioso”. Del color sin color por excelencia también inmortalizó una frase al periódico The New York Times: “Yo no me meto contigo, así que tú no me molestes”. Y aplica su mantra hasta las últimas consecuencias tanto en sus diseños como a la hora de vestirse a sí mismo. Coherencia, ante todo.
Los tejidos de la nueva colección SS22 ya se han estrenado en las pasarelas. La primera en exhibir algunos de nuestros artículos ha sido la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid que ha tenido lugar en la capital española durante el mes de septiembre. Diseñadores como Duyos, Malne, Isabel Sanchís, Roberto Torretta o Teresa Helbig, han expuesto en la nueva edición, sus diseños jugando con algunos de los tejidos más especiales de la próxima temporada. Te recopilamos los looks más destacados, así como el espíritu de cada colección. Una vez más, también agradecemos el apoyo de los diseñadores por confiar en nosotros.
Duyos
Juan Duyos ha vuelto a la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid por la puerta grande: entre aplausos, celebraciones y también un premio bajo el brazo. La colección galardonada es un homenaje a Madeira y representa todo un canto a la vida a través del color, los tejidos y la artesanía. La isla portuguesa ha servido al diseñador madrileño como inspiración para presentar una propuesta diurna pensada para llevar y disfrutarla durante varias ocasiones vinculadas con el ocio y el relax. ‘Un jardín flotante’ -así se llama la colección- imprime fuerza, energía y tradición a través de los paisajes deslumbrantes, la belleza salvaje del Atlántico, las tradiciones y la sorprendente gastronomía que empapan los looks y la puesta en escena, para la primavera-verano 2022.
La colección irradia la fuerza y el color de la isla. Desde las primeras salidas que son vibrantes y apetecibles y donde aparecen trajes hechos con un tejido típico de Madeira, de rayas de colores y adornos de flecos, motivos que se repiten en varios looks de la colección. En cuanto a tejidos, se muestran algodones cómodos con alegres bordados florales. El contrapunto lujoso lo añaden las sedas, el lúrex y las lentejuelas que dan brillo a la propuesta veraniega. También llaman la atención las siluetas grandes y generosas, las superposiciones de prendas, el juego de volúmenes y la mezcla de estampados y texturas para recuperar el espíritu lúdico, pero funcional de la moda de Duyos. El color también acapara la atención en sus tonalidades más radiantes: rojo intenso, azul vivo, naranja y, sobre todo, varias tonalidades de verdes. Una paleta cromática explosiva que exalta la juventud e impulsa el ánimo. Se avecinan buenos tiempos. En moda, también.
Isabel Sanchís
Isabel Sanchís ensalza los oficios de la industria con una propuesta femenina que vincula la clara simbiosis entre la moda y la artesanía. ¿Cómo? A través del detalle con proveedores capaces de crear tejidos especiales que inspiran, bordadores, artesanos del metal y plisadores. Todos ellos, junto con el equipo de la diseñadora valenciana, han contribuido a crear una colección sublime, que inspira alegría y positividad y que celebra la creatividad y el trabajo artesanal.
En la colección primavera-verano 2022 aparecen drapeados delicados y plisados en contraposición a diseños más estructurados y volumétricos, también están presentes vestidos mini y de alta costura en los cuales siempre aparece el sello indiscutible de la elegancia, una cualidad que está presente en todos los diseños de Isabel Sanchis. La paleta de colores es ecléctica y va desde los tonos neutros hasta los más atrevidos: desde un rosa flúor pasando por los tonos pistacho, naranjas, verdes lima y detalles metálicos. Una colección con investigación analítica, piezas prácticas y responsabilidad social.
Malne
Paloma Álvarez y Juanjo Mánez son el tándem que cimienta Malne, una firma de diseño de prêt-à-porter de lujo y costura con sede a Madrid. En su última propuesta, presentada en la pasarela española, los diseñadores han reivindicado el espíritu del artista al servicio de la moda. Más allá de las temporadas, esta próxima primavera, Malne vuelve a sus orígenes con una propuesta artesanal de series limitadas de prendas y abanderando más que nunca el estilo de una firma propia.
Para Malne, la moda significa ilusión y arte, empoderamiento femenino, abundancia de talento y creatividad y también, exceso. Precisamente así se llama la nueva propuesta para la próxima temporada. En el desfile, no nos ha pasado desapercibido uno de nuestros tejidos más especiales que recrea a través de flores escultóricas, ese espíritu artesanal que quiere poner en valor la firma.
Roberto Torretta
Las flores 3D también estuvieron presentes en el desfile primavera-verano 2022 de Roberto Torretta en sofisticados tejidos de color negro, ricos en apariencia y tacto. El diseñador argentino, afincado desde 1972 en España, ha lanzado una colección con propósitos renovados. El enfoque de la nueva propuesta es amigable con un nuevo tipo de moda más respetuosa, contemporánea, conectada de manera profunda con la naturaleza, las ciudades y las nuevas tecnologías.
La mujer de Roberto Torretta aspira al confort y a la versatilidad a través de siluetas dinámicas y relajadas en algodón sargado blanco perfecto o en lino verde. El optimismo también se desata en vestidos espontáneos, de patrones alegres y estampados florales o en lisos suaves de color amarillo o azul. Para la noche, han abundado los tejidos crepados, metalizados, diseños que recrean suaves 3D y sastrería de lujo.
Teresa Helbig
Este 2021, Teresa Helbig ha cumplido 25 años en la profesión con una identidad reconocible, una visión de autor y una fe inquebrantable en colecciones formadas por prendas-joya destinadas a habitar durante muchos años en el armario de sus dueñas.
Con motivo de su celebración y para celebrar su trayectoria, la diseñadora catalana ha presentado ‘Once Upon in Los Angeles’. Una colección que rinde homenaje al origen de los recuerdos de Teresa Helbig, cuando jugaba en el atelier de su madre con telas y retales y soñaba en el poderío de las grandes artistas del cine clásico. Una propuesta timeless que se caracteriza por los universos de ensueño y la artesanía que pasa de la gran pantalla a la pasarela en forma de súper mujeres poderosas, independientes y reivindicativas. Una mujer Helbig nunca pasa desapercibida.
Martes 21 septiembre 2021
Poco a poco, parece ser que volvemos a cierta normalidad. Y un indicador de ello, es nuestra participación física en Première Vision Paris, la feria especializada más influyente del mundo para los fabricantes de tejidos en el que se exponen bianualmente, todas las novedades de las colecciones que vienen a un año vista. Este año, Gratacós vuelve a estar presente para dar el pistoletazo de salida una de nuestras propuestas más especiales: Otoño-Invierno 2022/2023. Decimos que es “especial” porque la pandemia está representando para la empresa un año de grandes desafíos para mantener la creatividad, la producción y las ventas, sin olvidar la innovación y la sostenibilidad que nos caracteriza como negocio.
A grandes rasgos, la nueva colección es una propuesta sólida y coral, que evidencia nuestras ganas de trabajar y seguir avanzando mediante la generación de ideas, la creación de productos creativos y la investigación de nuevas tendencias. Una propuesta basada en la fuerza del color, el estampado y los diseños de gran presencia visual. Jugamos con tonalidades contrapuestas, los prints singulares y añadimos un toque extra de fantasía porque creemos que es más necesaria que nunca. Para ello, mezclamos flores de diferentes formas y estilos con motivos geométricos, artesanía, texturas sorprendentes, motivos neo Pucci simplificados y neo William Morris con fondos espaciados. Todo ello para crear un sorprendente juego de armonías, color, luz y tono que creemos que no dejará indiferente a nadie.
El abrazo como eje vertebrador
“Tenemos ganas de salir a la calle y mostrar nuestra alegría, energía y positividad”, asegura Rosa Pujol, directora creativa de Gratacós. Bajo esta primera premisa, se estructura la colección Otoño-Invierno 22/23 que apuesta más que nunca por la calidad, la fantasía y el lujo. Mostrar para sorprender y sorprendernos, ahora en mayúsculas, como una exigencia máxima.
Y en estas ganas de mostrar el lado fantasioso de la moda, interviene el concepto madre que vertebra toda la propuesta para el próximo invierno: el abrazo. El símbolo de la unión, del afecto y de la fraternidad entre personas, más evidente en épocas inestables como la que estamos viviendo. Abrazar es ceñir con los brazos, estrechar, comprender, contener e incluso incluir. Las plantas enredaderas también abrazan los troncos y las fachadas de las casas. Y nos gustaba ese concepto que une y crea un sentimiento de simpatía. Estética y visual. De hecho, es una colección pensada para abrazar múltiples mercados y distintas ocasiones a través de artículos versátiles y sorprendentes que satisfacen estilos y momentos muy diferenciados.
“Tenemos ganas de salir a la calle y mostrar nuestra alegría, energía y positividad”.
Rosa Pujol, directora creativa de Gratacós
Abrazar los materiales
La colección Otoño-Invierno 2022/2023 abraza la artesanía. Las hilaturas gruesas, los trenzados evidentes y los acabados hechos a mano. Es también una temporada donde la textura comunica por si sola a través de pliegues complejos, efectos 3D, transparencias opacas que insinúan sin mostrar, y relieves preciosos que sorprenden por sus líneas y formas.
Esta temporada, el equipo creativo también pretende estimular nuevas sensibilidades al juntar dos tejidos a priori poco compatibles entre sí para crear estéticas atrevidas en un mismo conjunto. Se trata de atreverse a través de artículos complementarios que juntos, crean harmonías cromáticas compatibles. Otra de las características de la temporada es la apuesta por el brillo que da el salto de la noche para instaurarse de día a través de tejidos sorprendentes que buscan un punto de luz sutil y de fantasía 100% llevable. Simple, pero sofisticado.
Abrazar el color
El color, más que materia, es luz y se desarrolla a consciencia esta temporada para conseguir resultados muy atractivos. Una luminosidad para que nos dé mejor aspecto en la calle. La colección trabaja desde los tonos primarios, a través de estampados gráficos, hasta la paleta de metalizados como el oro (energía solar) y la plata (energía lunar), mezclados entre sí.
Como es habitual, en Première Vision Paris, se presentarán tres gamas de colores. La primera corresponde a una franja luminosa gobernada especialmente por amarillos radiantes y cálidos marrones. La segunda carta es la de medios con tonos vibrantes que van desde los naranjas pasando por los azules y los verdes, para acabar con los fucsias. Por último, la última carta corresponde a los neutros y las tonalidades más apagadas, consideradas más masculinas. Una gama muy interesante que ofrece una gran posibilidad de combinaciones al ser versátil y atemporal.
Abrazar la naturaleza
La colección Otoño-Invierno 2022-2023 intenta estrechar los lazos entre el hombre y la naturaleza más próxima a través de tejidos que hacen referencia a la belleza de las plantas. Vuelve la inspiración jardín a través de tejidos con motivos vegetales y paisajes campestres. Como diría la escritora y jardinera, Jamaica Kincaid: “Los jardines son espacios para conectarnos”. Desde Gratacós también se revaloriza lo natural con un compromiso por el origen de los productos y la materia prima.
Por último, las flores también se adueñan de la colección en un inverno particularmente florido. La flor es protagonista de muchos de los tejidos con variedad de formas, colores, tamaños y disposiciones.
Abrazar la geometría
Los motivos geométricos están muy presentes en esta próxima temporada con tejidos que dan un giro a los clásicos para llamar la atención a la nueva generación de consumidores: cuadros, lunares, pata de gallo o rombos que se combinan de forma creativa dando nuevas geometrías inesperadas.
En paralelo, también llegan combinaciones sorprendentes para generar todo tipo de fantasías. Lo más extremo: combinar dos tejidos con motivos gráficos que se pueden llegar a combinar en un mismo outfit. Por último, aunque no sea una temporada de animal print, en la próxima colección de invierno se asoma tímidamente algún artículo fantasioso como un Jacquard de diseño de jirafa.
Miércoles 08 septiembre 2021
¡Era de esperar! Dentro de su esencia cíclica, la moda evoca la fantasía después de dos años sin apenas moverse de la comodidad y la austeridad, dos valores influenciados por la pandemia mundial. Hay que recordar que la moda siempre es un reflejo de la sociedad. Así, el reinado de los chándales, las sudaderas, los pijamas y las zapatillas (ya sean de andar o no por casa), parece que toque su fin con nuevas inspiraciones que se postulan totalmente antagónicas: Más lujo, más ornamentación y por supuesto, más brillo en prendas festivas y colecciones que piden a gritos evadirse de la realidad.
De las tres máximas, queremos centrarnos en los tejidos brillantes como una de las tendencias que pisan fuerte esta temporada Otoño-Invierno 21/22 que estrenamos en septiembre. Más allá de las lentejuelas que pisan fuerte des de ya y llegan en su versión más ostentosa (lentejuelas sobre lentejuelas en pantalones, chaquetas y vestidos voluminosos), nos apetece hablar de los tejidos satinados, una de las grandes apuestas de las nuevas colecciones que hemos visto en prendas, zapatos y bolsos y que su sutileza y suntuosidad nos sigue inspirando a la hora de elaborar nuestros tejidos.
Es curioso como el satén es uno de los pocos tejidos que no conoce de límites dentro del armario: tanto nos sirve para inverno como en verano, o entre temporadas. Más allá de su atemporalidad, también destaca la versatilidad porque admite infinitas posibilidades, convirtiéndolo en un tejido indispensable en el armario de cualquier persona. El satén tiene una bonita caída gracias a su fluidez y un brillo suave. Es un tejido sedoso capaz de transformar un estilismo y hacerlo navegar entre lo formal y lo casual. En pasarela, ya hace tiempo que lo vemos en prendas y complementos variados, en especial en vestidos tipo slip dress (inspirados en los camisones lenceros), tops y blusas románticas, faldas ligeras y vaporosas, e incluso bolsos de mano.
Breve historia del satén
Los orígenes del satén se encuentran en China hace más de 2.000 años y proceden de la seda. De hecho, su nombre deriva de Zaitun, un puerto chino célebre por exportar en raso. Aunque fue popular y muy deseado en la cultura grecorromana, el consumo de satén de seda se extendió en Europa en la Edad Media hacia los siglos XII y XIII. Italia era el principal puerto exportador y consumidor. El satén cautivaba por su riqueza, fluidez y esplendor, era más barato que la seda, y fue uno de los tejidos favoritos que se destinó a la indumentaria de las clases privilegiadas, y también se empleó en textiles para decorar los grandes castillos y palacios. El satén, no se popularizó en masa, hasta el siglo XIX, después de la Revolución Industrial y los avances en el proceso de producción y comercialización. Este tejido también se extendió a otros ámbitos como la ropa interior. Entonces, el satén pasó a ser un tejido versátil y asequible, que podía emular la suavidad, la suntuosidad y la elegancia de la seda.
Durante el siglo XX, el satén conquistó la indumentaria más sexy y chic de las actrices del viejo Hollywood a través de vestidos lenceros que fueron un escándalo en su época por su atrevimiento. Algunos ejemplos: la actriz y sex simbol, Mae West lucía en 1937 un vestido de satén adornado con flores en el hombro que marcaba sus curvas o no podía pasar desapercibido. También fue icónico el vestido blanco ajustado que esculpía la silueta de Marilyn Monroe en ‘Los caballeros las prefieren rubias’ (1954) o el modelito de tirantes con motivos de encaje que llevaba Elizabeth Taylor en la película ‘Butterfield 8’.
Décadas más tarde, el desarrollo de telas sintéticas hizo que el satén fuera aún más asequible, llevándolo a la moda convencional. Desde entonces, el satén ha trascendido más allá de una tendencia estacional y se ha convertido en un tejido habitual y básico en el vestuario diario.
El satén no siempre es de seda
Aunque lo pueda parecer, el satén no siempre es de seda. En realidad, es un tipo de trama y no una fibra. En la tela de satén, al menos cuatro hilos de trama se tejen sobre un hilo de urdimbre. Tradicionalmente, el satén tiene un lado brillante y un lado más opaco y puede estar hecho de diferentes fibras, como nylon, rayón, poliéster e incluso seda usada. Así que puede ser natural o artificial. En cualquier caso, es un tejido que se caracteriza por su brillo y suavidad. Hecho que lo convierte en un tejido estrella para múltiples aplicaciones, desde conjuntos de moda hasta decoración del hogar.
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¿Quién no ama el color verde? Es prácticamente imposible sentir indiferencia hacia este color intermedio que representa la quintaesencia de la naturaleza, la primavera en todo su esplendor, un estilo de vida vinculado con lo natural y lo sostenible o el rechazo de una sociedad dominada por la tecnología. Desde la Antigüedad, el verde ha sido un color muy apreciado en el arte, pero a su vez, no ha sido fácil conseguir que esta tonalidad perdure en el tiempo sin utilizar procesos químicos. Se habla de la variabilidad del verde y de cómo cambia su percepción en función de la luz y los matices que adquiere. Uno no siente lo mismo por el verde guisante o el esmeralda (el verde bonito) o el verde grisáceo o el verde sapo (el verde feo). ¿No es así?
El color de lo fresco, lo inmaduro y lo jovial
El verde es el símbolo de la naturaleza. Representa toda su extensa y variada vegetación y es una asociación universal muy primitiva, ajena a culturas y religiones. De verde también se asocia la vida, la salud, la esperanza y el medio ambiente. La primavera es verde porque todo lo que germina, brota y nace en la naturaleza es de este color. Los negocios florecientes también se dicen que son de color verde. Esta tonalidad también se asocia con las cosas frescas especialmente cuando se vincula con los productos de la huerta. Incluso un perfume coloreado de verde sugiere un aroma fresco, y se dice entonces que el aroma tiene “una nota verde”.
De verde también es la juventud y a su vez la inmadurez que conlleva esta etapa vital. Un joven que aún está “verde” es aquel cuyas formas de pensar son como la “fruta verde”. Después de la juventud viene la madurez y ésta pasa del verde fresco al radiante amarillo, símbolo en China de la fertilidad. Los campos de trigo dejan de ser verdes cuando el trigo ya está maduro, listo para la cosecha.
El verde a lo largo de la historia
La historia del verde se remonta a la Edad Antigua. En Egipto, el verde era un símbolo de regeneración y renacimiento. Por ejemplo, el dios Osiris se le representaba con la piel verde y simbolizaba la vida y la muerte. Los egipcios extraían de la malaquita, los pigmentos para pintar los muros de sus tumbas, pero era un proceso caro y se volvía negro con el tiempo. Los romanos encontraron una solución al sumergir platos de cobre en vino para crear el pigmento verdegrís que se produce con la corrosión del metal. Este es el mismo tono verde que vemos hoy en día en los techos de metal patinado, monedas antiguas o esculturas. Los antiguos romanos usaban este pigmento en mosaicos, frescos y vitrales. En la Edad Media, los monjes medievales utilizaban el verde para colorear sus manuscritos. No todo eran bondades las del verde: también se le consideraba un color horripilante al vincularse con los monstruos, los demonios, la envidia y la traición. También el veneno. En general, lo inusual se vestía de verde. Ya nos lo advierte el refrán: “Eres más raro que un perro verde”.
El color de la burguesía
En la Edad media, el color de la ropa indicaba el rango social y a su vez, la profesión de una persona. El rojo era usado por la realeza, el azul por la nobleza, mientras que el pueblo vestía de marrón y gris, colores ordinarios y fáciles de producir en la época. El verde fue el color que llevaban los comerciantes, los banqueros y los propietarios de nuevos negocios que empezaron a aflorar en el Renacimiento. Una nueva clase social, formada por personas acomodadas, que lograban acumular propiedades y capital, y tenían ciertos privilegios. El verde se convirtió en el color que representaba a la burguesía floreciente. Una anécdota: La mujer en el ‘Retrato de Giovani Arnolfini y su esposa’ de Jan van Eyck (1434) lleva un vestido verde brillante, que simboliza el estatus y la riqueza de su familia.
El verde vanidoso
“Quien de verde se viste por guapa se tiene” reza un popular refrán que no considera que el verde sea un color favorecedor o fácil de llevar. Una posición similar compartía Lope de Vega en La Dorotea: “Quien se viste de verde, a su rostro se atreve”, para eludir en sentido general a las personas engreídas dadas a engalanarse con colores llamativos, poco corrientes para la época.
Aunque el verde fue popular en siglos pasados y se vinculaba en actividades de la vida diaria de la élite burguesa, no se aceptaba tanto como color para los días festivos o las ocasiones especiales. Eso era porque en el siglo XIX aún no existía ningún tinte natural que pudiera conseguir un verde intenso. Entonces, las telas verdes se volvían pálidas y apagadas. En 1863, el químico Eugen Lucius produjo un colorante verde intenso al que, como era costumbre en su época, bautizó con un nombre basado en su estructura química: verde aldehído. Con dos socios fundó una compañía para introducir esta tonalidad de verde en el mercado de los colores considerados hermosos para vestir. Hay una anécdota curiosa en referencia a este tipo de verde. La esposa de Napoleón III, la emperatriz Eugenia de Montijo estaba considerada la mujer más bella de la época y era un icono de estilo y elegancia. De hecho, se la considera la influencer española con una proyección más internacional del s. XIX. Eugenia confió en las propiedades de este nuevo verde que le traían los tintoreros en la corte de París y se hizo hacer un elegante vestido de seda de color verde aldehído para asistir a una noche en la ópera. Con las luces del gas, el verde del vestido brillaba con intensidad de manera inexplicable. Ese verde de aldehído causó sensación entre la clase burguesa y se puso inmediatamente de moda. Después de este éxito, la industria química puso en el mercado muchos tintos verdes. El verde también fue uno de los colores predilectos de la artista polaca, Tamara de Lempicka. Su famoso ‘Autorretrato en un Bugatti verde’ retrata el movimiento futurista de la época. De verde también se solía vestía la actriz Greta Garbo en los años 30. La imagen de una imponente mujer del cine clásico segura de sí misma.
La tonalidad más tóxica y artística
Es curioso que el color asociado con la naturaleza también haya sido el color más difícil de conseguir de forma natural porque los colorantes empleados para su fabricación no resistían al lavado ni a la luz solar. A principios de la Edad Moderna se empezaron a mezclar sustancias químicas y tóxicas para conseguir verdes luminosos y duraderos. En 1775, el químico sueco Carl Wilhelm Scheele inventó un mortal tono verde brillante hecho con arseanto, un químico tóxico. Se le conocía como verde de Scheele y el color era tan popular que para finales del siglo XIX ya había sustituido a los anteriores tintes minerales y vegetales. Este verde fue utilizado en papel, tapices, telas e incluso en los juguetes. A finales del siglo XIX, un pigmento similar llamado verde de París, también altamente tóxico, fue el pigmento que los impresionistas franceses como Claude Monet, Paul Cézanne y Pierre-Auguste Renoir utilizaron para crear sus exuberantes paisajes verdes. Hoy en día, a pesar de todos los avances modernos en la tecnología del color, la producción de tintes y pigmentos verdes sigue siendo difícil y muchas tonalidades siguen incluyendo sustancias tóxicas.
Un color de temporada
El verde es uno de los colores que está marcando 2021: colecciones de verano e invierno. Marcas como Max Mara, The Attico o Salvatore Ferragamo han apostado esta temporada por sus diferentes tonalidades, demostrando que es una de los colores de moda que dicta las tendencias. Además, marcas como Chanel o Balenciaga destacan por sus coloridos bolsos. En otoño, las pasarelas vuelven a subir el verde en versiones brillantes como el esmeralda o el verde Leprechaun -hace alusión a la criatura mítica del folklore irlandés- o en su versión más apagada como el kaki.
A nivel de estilismos, el verde convence porque es un tono de riesgo aceptable que se empareja muy bien con las tonalidades neutras como los marrones, los beiges y los tierra, y el eterno negro y blanco. Esta tonalidad atrevida se adapta perfectamente a un look monocromático o puede llevarse en dosis pequeñas para proporcionar el toque de color perfecto para quienes están acostumbrados a vestirse en tonos más sobrios.
Este verano la industria de la moda española recibía una triste noticia que evidenciaba una vez más, los altibajos que atraviesa el sector en una época inestable. Delpozo, una de las firmas made in Spain con mayor proyección internacional anunciaba que cerraba sus puertas. Tras más de 47 años de historia, la heredera de la marca homónima Jesús del Pozo ha tenido que enfrentarse a la liquidación ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo de venta que pudiera rescatarla. Una decisión que pone punto y final a una de las marcas más icónicas del país que ha vestido con sus diseños de ensueño a incontables modelos, personalidades del cine e incluso royals.
Los orígenes madrileños
Jesús del Pozo se fundó en 1974 en Madrid y formó parte de la llamada “quinta de la Movida”, correspondiente a los años ochenta, y a la generación de los noventa que la formaban diseñadores como Montesinos, Alvarado, Manuel Piña, Sybilla, Victorio&Lucchino, Amaya Arzuaga, Lydia Delgado o Hannibal Laguna. Firme defensor del diseño conceptual, comenzó como otros compañeros de profesión como Adolfo Dominguez o Antonio Miró, a diseñar para hombre. La firma no tardó en lanzarse también al diseño femenino y crear vestidos para mujeres independientes con prendas esculturales de aires aniñados. “Evito las florituras, prefiero todo lo que sea directo y sencillo, me atrae el sentimiento. Busco lo esencial”, solía argumentar el creador madrileño.
Desde sus inicios, Jesús del Pozo fue un firme defensor de la industrialización del sector. Lanzó su primer perfume, abrió nuevas vías de negocio e inauguró una nueva era dorada para la economía de la firma. En el terreno personal, la creatividad de Jesús del Pozo se premió con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 1988, el Premio Nacional Cristóbal Balenciaga en 1989 y la Aguja de Oro en 1981. El diseñador también fue uno de los impulsores de ACME -Asociación de Creadores de Moda de España- y ejerció como presidente de la asociación hasta 2004.
El romanticismo arquitectónico de Josep Font
El diseñador murió en 2011 y un año más tarde, el Grupo Perfumes y Diseño se hizo con el control de la marca, reformuló sus directrices y entregó la dirección creativa al modisto catalán Josep Font. La empresa cambió de nombre a Delpozo, volvió a desfilar y abrió tiendas en las capitales del mundo. De 2012 a 2018, Josep Font fue capaz de renovar la identidad de la mujer Delpozo, respetando la base de Jesús del Pozo (buen gusto sin excesos) e introduciendo un lenguaje propio inspirado en las formas de la naturaleza. Piezas voluminosas, diseños arquitectónicos, tejidos etéreos y colores que bailaban entre los tonos pastel y los saturadas en combinaciones cromáticas hechizantes. Así eran las creaciones bajo el legado del diseñador catalán apasionado por la moda, la arquitectura y la artesanía.
Bajo su legado, hubo una segunda época de esplendor de la marca que estuvo acompañada de una estrategia de internacionalización con desfiles a Nueva York y Londres amadrinados por iconos de la moda como Olivia Palermo o Lauren Santo Domingo. Los vestidos de Delpozo también poblaron las alfombras rojas más fotografiadas en festivales, estrenos y hasta la gala anual del Met. En este tiempo, Font fue el encargado de vestir a Zendaya Coleman, Kerry Washington, Margot Robbie, entre muchas otras actrices de Hollywood. También llegó a vestir a la entonces primera dama de Estados Unidos, Melania Trump y a la Reina doña Letizia en uno de los looks más aplaudidos de los últimos años.
Nuevos cambios y declive
En 2018, Josep Font abandonó la dirección creativa de la marca dejando un exitoso legado como abanderado del prêt-à-couture de la marca. El creador alemán Lutz Huelle tomó las riendas siguiendo la estela de su predecesor y buscó ampliar nueva clientela en un mercado acelerado y difícil para las marcas artesanales. Para ello, se hizo una rebaja en sus precios para hacer más accesible la moda a las nuevas generaciones de consumidores. Aun así, la firma, poco a poco fue a la deriva: no consiguieron acuerdos comerciales ni compromisos de compra ante las pérdidas y se dejó de producir colecciones un año más tarde. En plena pandemia, la firma ha despedido para siempre su universo romántico y lleno de fantasía, dejando un vacío en la industria de la moda española. Un sueño de casi medio siglo que será difícil de olvidar.