“Lo quise muchísimo. Era un icono para mí”, asegura Gloria Casacuberta de Gratacós. La muerte de José Castro ha sido una noticia triste para la empresa familiar por su proximidad y vinculación con todo nuestro equipo. El diseñador de moda de origen gallego falleció este lunes en A Cañiza (Pontevedra), su pueblo natal, a los 52 años a causa de un cáncer. Una lamentable pérdida para uno de los modistos más talentosos y con más proyección internacional del país de la década de los 2.000. “Lo llamaba el Moschino español”, añade Casacuberta.
Una trayectoria exitosa
José Castro (A Cañiza, 1971-2023) se graduó en el prestigioso London Royal College of Art y fue miembro de la Federación Francesa de la Couture, un título que sólo han ostentado dos españoles: Paco Rabanne, fallecido el pasado mes de febrero, y Cristóbal Balenciaga.
Establecido en Barcelona desde muy joven, sus creaciones han desfilado por las pasarelas con más renombre del planeta. Castro creó su marca homónima en 2004, y saltó a la fama tres años más tarde. En 2007 su colección ‘Cuervos’, un oscuro a la vez radiante desfile en el Carrousel du Louvre de París, supuso la presentación en sociedad de su extravagante estilo, su arrolladora creatividad y su dominio en la aguja ante el público parisino. Lo siguieron otras colecciones igual de notorias como ‘Red Rum’, Dead Bird’, ‘Noitulove’, ‘Blue Sky’ y ‘Aurora’ que le permitieron distinguirse y posicionarse entre los diferentes medios internacionales gracias a su notorio trabajo con el volumen, los juegos de texturas y la creación de su color fetiche, más allá del negro: el color “Rosa Castro”, que dedicó a su madre. Además, José Castro también destacó por su destreza en el uso del tejido denim.
Durante su trayectoria, el diseñador gallego fue reconocido con el Royal College of Art Society Prize for Innovation (2000); el premio Barcelona es Moda al Professional (2007); el Novel Designer Prize de Marie Claire (2008-2009); o el premio L’Oréal a la mejor colección en la edición número 50 de la pasarela Cibeles Madrid Fashion Week (2009).
La impronta de José Castro también se reflejó en firmas como Desigual o Miró Jeans, de las que fue su director creativo. De su trayectoria, también destaca su colaboración con Alexander McQueen para Givenchy
La fama del diseñador gallego que marcó la primera década del siglo XX también traspasó fronteras y consiguió vestir a la entonces mejor embajadora de la moda internacional: Sarah Jessica Parker en su personaje de Carrie Bradshaw de la célebre serie ‘Sexo en Nueva York’. De José Castro son los vaqueros sin costuras pertenecientes a la colección ‘O Corvo’ (2008) que lucía la actriz en uno de los episodios y que le dieron una enorme visibilidad a nivel mundial. Hay que recordar que en esa época no había el impacto que pueden generar hoy en día redes sociales como Instagram o Tik Tok.
El diseñador también vistió a otras estrellas de la pantalla, como la actriz sevillana Paz Vega o Whoppi Goldberg. Revistas como Vogue, Marie Claire, Telva o Yo Dona han publicado su trabajo y alabado su trayectoria, y sus colecciones han sido portada en Le Monde, Love y Woman.
Una vinculación especial
En plena cúspide profesional, José Castro y Gratacós compartieron proyectos y se nutrieron de múltiples colaboraciones. Una de las más recordadas fue en Paris en la presentación de su segunda colección en 2007, donde el rosa fue el principal protagonista. El diseñador gallego presentó en la Sala Gabriel del Carrousel du Louvre la colección ‘Noitulove’, inspirada en las actrices de cine de los años 40, ante más de 400 personas y medios especializados.
La propuesta para el verano 2008 arrancó con un conjunto de pantalón y chaqueta rosa salpicada de apliques de flores de organza en el cuello y pecho, y siguió con varios modelos de chaquetas y faldas de piel arrugada y ceñidas, pantalones estilo años 80, vestidos de algodón con volúmenes y camisas de satén de seda natural con detalles de organza. Destacó el diseño del cierre: un vestido de novia cuajado de flores de organza en el que se utilizaron más de 150 metros de tela de Gratacós. Esta colaboración fue la primera en la que la empresa familiar decidió apostar por un diseñador en la pasarela. “La novia de rosa de José Castro no podía ser más bonita y espectacular”, recuerda Glòria Casacuberta de esta efeméride.
El modisto gallego también ideó dos escaparates de la tienda, cuando el espacio se situaba en el icónico Paseo de Gracia de Barcelona. “Recuerdo un escaparate hecho con elementos de reciclaje”, añade Casacuberta. Más allá de las colaboraciones con la empresa, Gratacós mantenía con José Castro un vínculo especial: “Fue una persona muy jovial, de alma despreocupada y siempre estaba de buen humor”, asegura Casacuberta.
Con estas palabras de agradecimiento a toda una vida dedicada a la moda, hoy decimos adiós a un gran genio de la aguja, que nos deja creaciones que mantendrán vivas su legado para la posteridad. Hasta siempre José Castro.
Fotos José Castro y Gratacós publicadas en el Facebook del diseñador
Diseño de Rahul Mishra de la colección “The Dawn”. Foto extraída en Facebook
La inspiración siempre llega en los lugares más inesperados, y más en el demandante mundo de la moda, que siempre busca novedades con las que sorprender a sus consumidores. Desde hace algún tiempo, hay un nuevo objeto de deseo que genera fascinación y repulsión a partes iguales: el moho. Sí, lo has leído bien. El moho, ese tipo de hongo microscópico que ayuda a la naturaleza a descomponer la materia orgánica muerta, está de moda por varios motivos.
No es de extrañar esta afirmación, porque en general, el mundo de los hongos seduce con su estética imperfecta. Lo hace a través de formas orgánicas y relieves naturales que inspiran a artistas y creadores. También conecta con un universo onírico y fantástico que llevamos en el subconsciente y que se puede revelar en forma de aventuras en el bosque, como se aprecia en libros como ‘Alicia en el País de las Maravillas’ o películas como ‘Fantasía’ de Disney. Los hongos también remiten a la fiebre psicodélica de la década de los 60 y 70, con sus propiedades alucinógenas que se transmitían en universos coloridos que impregnaban desde la moda hasta la música y la pintura.
Por último, el universo de las setas también tiene una dimensión sostenible. Gracias a sus propiedades sorprendentes y su versatilidad excepcional, los hongos han transformado el mundo de la moda al ofrecer una alternativa más consciente y respetuosa con el medio ambiente. Analizamos a continuación cada aspecto:
Diseño inspirado en los hongos de Rahul Mishra de la colección “The Dawn”. Foto extraída en Facebook
La belleza imperfecta
Es una evidencia: el moho, a primera vista, puede parecer repulsivo y desagradable. Sin embargo, los diseñadores de moda han encontrado en este organismo poco atractivo una belleza oculta que se manifiesta en sus colores pastel, sus relieves orgánicos y sus texturas inusuales. Estos atributos inusuales y únicos le dotan de cierta singularidad estética y, por lo tanto, una mayor capacidad para desafiar los cánones tradicionales de belleza. En un mundo que busca la perfección, la belleza encontrada en la abstracción del moho se convierte en una declaración audaz y liberadora, que atrapa al instante porque conecta con la naturaleza y los procesos de vida en un organismo que cuestiona y explora ideas sobre lo que es bello y bueno, y trata de reconciliarnos con la imperfección.
Un diseño arquitectónico de Iris Van Herpen. Foto extraída en Facebook
En el punto de mira de los diseñadores de vanguardia
Los diseñadores de moda han abrazado la estética innovadora de los materiales fúngicos y han creado piezas vanguardistas que desafían los límites de la creatividad. Así, los patrones abstractos y las manchas irregulares y aterciopeladas del moho se han traducido en impactantes estampados y bordados en prendas de vestir. Varios diseñadores han experimentado con técnicas de teñido y estampado para crear efectos similares a los del moho en sus colecciones. Además, las formas orgánicas del moho han influido en las siluetas y los cortes de las prendas, aportando una sensación de fluidez y movimiento.
Por ejemplo, Iris van Herpen ha explorado en numerosas ocasiones los relieves del moho en sus creaciones, así como el entramado subterráneo y las conexiones de los hongos. Sus diseños experimentales a menudo presentan estructuras tridimensionales que imitan las texturas y las formas únicas de estos pequeños organismos con gran capacidad regenerativa.
Por su parte, Rahul Mishra también destaca por su enfoque sostenible y su uso de técnicas artesanales. En sus colecciones, el diseñador hindú ha incorporado bordados y apliques que evocan los relieves del moho, creando efectos visuales interesantes y texturas sorprendentes. Conocido por su estética provocadora, Alexander McQueen ha explorado el mundo del moho en su icónica colección “Plato’s Atlantis”. Los relieves orgánicos del moho se tradujeron en estampados y texturas en sus prendas, aportando una sensación de misterio y surrealismo. Gareth Pugh también ha recurrido al moho como fuente de inspiración, creando prendas con volúmenes y texturas que evocan su estética distintiva. Además, la diseñadora francesa Marine Serre ha incorporado el moho en estampados y texturas en prendas de estética futurista y vanguardista.
La artista Dasha Plesen trabaja con la microbiología”. Foto extraída en Facebook
Aplicaciones en la industria de la belleza
En el sector de la belleza, que siempre está atento a las nuevas tendencias, los hongos también han emergido como una poderosa fuente de inspiración y se han convertido, a su vez, en elementos activos en productos de belleza, gracias a su increíble versatilidad y beneficios para la piel.
La cosmética ha sido uno de los campos más impactados por la incursión de los hongos. Estos organismos tienen propiedades hidratantes, antioxidantes, antiinflamatorias y regeneradoras, convirtiéndolos en ingredientes estrella en productos para el cuidado de la piel. Los hongos, como el reishi, shiitake y cordyceps, se utilizan en sueros, cremas y mascarillas para proporcionar beneficios notables, como mejorar la elasticidad de la piel, reducir los signos del envejecimiento y promover una tez radiante.
Además de sus beneficios para la piel, los hongos también han dejado su huella en el mundo de la perfumería. Algunas especies, como la trufa y el champiñón, tienen aromas característicos y sofisticados que se han utilizado para crear notas distintivas en perfumes y fragancias. Estos ingredientes fúngicos aportan una dimensión única y terrosa a las composiciones olfativas, agregando una sensación de misterio y elegancia a los productos perfumados.
La influencia de estos pequeños organismos vivos también se ha extendido al mundo del maquillaje creativo, donde los diseñadores y marcas han encontrado inspiración en las tonalidades y texturas que se encuentran en la naturaleza de los hongos. Paletas de sombras de ojos inspiradas en los tonos terrosos y cálidos, esmaltes de uñas que imitan los colores sutiles de las variantes silvestres y productos de maquillaje con texturas aterciopeladas que se asemejan a los relieves del moho están a la orden del día.
Una obra artística de la empresa repostera Frostedhag. Foto extraída en Facebook
Una revolución sostenible
Los hongos ofrecen una alternativa ética y sostenible al cuero animal, ya que se pueden cultivar en condiciones controladas y sin dañar a los animales. Al ser una fuente renovable y biodegradable, los materiales de origen fúngico reducen la huella ambiental de la moda, sin renunciar por ello al lujo o a la calidad. Los materiales derivados de los hongos poseen propiedades únicas que los hacen ideales para su uso en la confección. El micelio, la red de filamentos del hongo, se puede cultivar y manipular para crear una variedad de texturas, densidades y colores. Además, estos materiales son ligeros, flexibles, resistentes al agua y transpirables, lo que los convierte en una opción versátil y cómoda para prendas, accesorios como bolsos y calzado.
Una de las pioneras en introducir el mundo fúngico en sus creaciones ha sido Stella McCartney, quien ha incorporado un bolso hecho con Mylo, un material similar al cuero fabricado con raíces de setas. Más tarde, lanzó un conjunto deportivo hecho con este material. Pero no ha sido la única. Firmas como Adidas o Hermès también han empezado a usar materiales biodegradables hechos con hongos que se transforman en tejidos sostenibles, destacando por su suavidad y flexibilidad, ofreciendo una alternativa más consciente y respetuosa con el medio ambiente. Además, la capacidad de los hongos para degradarse de forma natural al final de su vida útil contribuye a cerrar el ciclo de los materiales y reducir el impacto ambiental.
Por todo ello, la revolución de las setas no ha hecho más que comenzar y estos organismos forman parte del cambio sustentable que se está dando en todo el mundo de la moda. A medida que el sector avanza hacia una industria más ética y respetuosa con el medio ambiente, los hongos están dejando una huella duradera como alternativa innovadora y prometedora.
Fotos cedidas por Pirelli
La belleza femenina ha experimentado un cambio histórico en su concepción y representación a lo largo del tiempo, y en especial en el último medio siglo. Si hablamos de la belleza retratada, el famoso calendario Pirelli se ha convertido en un reflejo palpable de esta transformación al ser un objeto cotidiano que ha desempeñado un papel importante en la representación de la mujer en el mundo de la moda y la fotografía.
Conocido por sus imágenes icónicas y sensuales que decoraban en sus inicios talleres mecánicos, garajes o cabinas de camión, el calendario Pirelli ha evolucionado con el paso del tiempo para reflejar los cambios sociales y culturales en la percepción de la feminidad y el empoderamiento de la mujer. Ahora, la galería FotoNostrum de Barcelona deja al descubierto esta evolución al presentar la mayor retrospectiva jamás realizada del icónico almanaque de la reconocida firma de neumáticos.
La belleza narrada por los mejores fotógrafos
Bajo el título de ‘L’Eterna Bellezza’, la muestra exhibe más de 450 instantáneas capturadas por 41 maestros de la fotografía de moda, quienes han contribuido a hacer del Calendario Pirelli una leyenda en el mundo del arte fotográfico. Maestros como Peter Lindbergh, Annie Leibovitz, Helmut Newton, Herb Ritts, Paolo Roversi, Mario Testino, Steve McCurry, Bruce Weber, Patrick Demarchelier y Richard Avedon, entre otros, retratan a lo largo de los años la sensualidad de las mujeres, entre las que se encuentran modelos como Gisele Bündchen, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Gigi Hadid y Kate Moss; actrices como Monica Bellucci, Sofia Loren, Laetitia Casta, Jessica Chastain, Penélope Cruz, Uma Thurman, Kate Winslet y Robin Wright, y cantantes como Cher, Rosalía y Patti Smith.
Más allá de la sensualidad que se hace evidente en algunos casos a través de la desnudez del cuerpo, lo que llama la atención de la exposición es el cambio de la mirada. En este sentido, ‘L’Eterna Bellezza’, amparada por Amadeo M. Turello, comisario italiano y conservador de la Colección Pirelli desde 2015, no ha querido obviar todas las etapas del calendario Pirelli, desde sus inicios en 1964 hasta 2022, a través de imágenes que muestran desde desnudos donde el cuerpo de las modelos se presenta de forma explícita como un reclamo publicitario, así como otras imágenes más evocadoras con mensajes de reivindicación del poder femenino, que van más allá del mero erotismo.
Las imágenes que se muestran no solo desvelan la poética de autores individuales sobre el cuerpo femenino, también constituyen un reflejo de la sociedad, la estética y las artes en los últimos 60 años. Así, la exposición refleja cómo ha evolucionado el lenguaje fotográfico a lo largo del tiempo, poniendo de relieve otros aspectos como la moda y la cultura pop de cada época.
Del objeto al sujeto
El calendario Pirelli se lanzó por primera vez en 1964 y se ha convertido en un símbolo de belleza, estilo y elegancia. Un destacado fotógrafo de la escena londinense, Robert Freeman, quien era amigo personal de The Beatles, recibió el encargo de crear un “calendario hermoso” y tenía total libertad creativa para hacerlo. Este talentoso fotógrafo seleccionó modelos representativas de la época y las llevó a las playas de Mallorca para realizar una sesión alegre e informal que capturara la esencia de aquel momento marcado por una contracultura emergente y la revolución sexual.
En aquellos tiempos, los calendarios con imágenes de mujeres ya existían y se utilizaban como herramienta de marketing en la industria automotriz. Pirelli quería darle una imagen más sofisticada a su célebre almanaque y, en su búsqueda por el buen gusto, se asoció desde el principio con destacados fotógrafos de cada época para que aportaran su visión artística de la belleza femenina. Los primeros calendarios causaron sensación, pero a pesar del cambio, aún reflejaban antiguos estereotipos: las mujeres en actitudes de pin-up exhibían sus cuerpos como objetos de deseo.
A medida que el tiempo avanzaba, Pirelli cambió su enfoque y se adaptó a los nuevos cambios, celebrando valores como la diversidad, el talento, el individualismo y la autenticidad para retratar una belleza que va más allá de lo puramente estético y se centra en la personalidad y la forma de ser de la mujer. En pleno siglo XXI, el calendario Pirelli ha desafiado los cánones tradicionales de belleza y ha captado la esencia de mujeres exitosas en diversos campos, como la música, el cine, la moda, el deporte y el activismo, promoviendo una visión más inclusiva y empoderada de la mujer en la sociedad.
La mujer también como creadora
Las mujeres son las protagonistas absolutas en la historia del calendario Pirelli, pero no siempre han estado en el centro de atención. La marca de neumáticos ha destacado el papel de la mujer como creadora y protagonista en el mundo de la moda y la fotografía, brindando una plataforma para que las fotógrafas expresen su visión artística y talento. Esto ha sido demostrado por fotógrafas como Sarah Moon, Joyce Tenneson y Annie Leibovitz, quien ha trabajado en dos ocasiones para Pirelli.
El último fichaje para la creación del famoso calendario ha sido Emma Summerton, quien se ha inspirado en la figura clásica de la musa para reivindicar el papel de la mujer como creadora. Para la fotógrafa australiana, la concepción de la belleza trasciende los rostros y los cuerpos, y ha otorgado a las modelos que participan en el calendario, como Bella Hadid, Cara Delevingne o Ashley Graham, un rol artístico ligado al poder que representan en la vida real. Así, en un escenario onírico con una gran carga fantástica y precisión ornamental, las “músas de Summerton” se presentan como auténticas guerreras, reinas, activistas o escritoras en la edición 2023 del calendario Pirelli.
Precisamente, algunas de estas imágenes recién salidas del horno también se podrán apreciar en la retrospectiva del calendario Pirelli, que estará abierta al público hasta el próximo 30 de julio en la galería FotoNostrum de Barcelona.
Diversidad e inclusión. Estos son los valores que la plataforma 080 Barcelona Fashion ha querido destacar en su última edición celebrada en el Recinto Modernista de Sant Pau. Y lo ha hecho de forma evidente, reforzando en el cásting de modelos, una amplia pluralidad de cuerpos que no entienden de morfologías, tallas, funcionalidades, edades o pieles que muestran toda su riqueza de color y texturas. Si la moda es un reflejo de la sociedad, la diversidad está en el orden del día, se aprecia visiblemente en la calle y no puede ser tratada como una excepción. Por eso, la pasarela catalana también ha animado a diseñadores y marcas, a ejercer el poder de favorecer este cambio real y, al mismo tiempo, a hacerse cargo de los diferentes desafíos y retos de una sociedad cambiante y diversa.
En esta dirección, la pasarela catalana ha dado un paso más allá al acoger el primer desfile de moda inclusiva en España, a través de la marca Free Form Style. Una iniciativa de sensibilización del Gobierno sobre la neutralidad corporal y la diversidad funcional que se enmarca dentro de un plan de acción para combatir la presión estética. Fundada en 2019 por Marina Vergés y Carolina Asensio, Free Form Style se posiciona como una marca valiente que apuesta por la comodidad sin renunciar a la elegancia. También es pionera en diseñar moda adaptada a personas con diferentes discapacidades con la premisa de dignificar todo tipo de cuerpos porque la moda otorga ese poder de ensoñación y ayuda a fomentar la autoestima de todos los colectivos.
Gratacós colaboró en el desfile de moda inclusiva
En su debut en el 080, Free Form Style se alió con Manuel Bolaño que se encargó de crear todos los diseños de los 16 modelos que desfilaron, entre ellos las atletas paralímpicas Desirée Vila y Sarai Gascón. En esta primera colección, Bolaño estudió cuidadosamente los patrones y los adaptó a las necesidades específicas de cada persona, teniendo en cuenta la diversidad física y las posibles dificultades en el vestir: cremalleras laterales colocadas estratégicamente, aberturas sorprendentes para evitar rozaduras incómodas o pequeños detalles que facilitan la acción de poner y sacar una prenda de ropa.
Gratacós también aportó su granito de arena en esta acción de sensibilización y cedió todos los tejidos a la marca y al diseñador, para que pudieran idear la colección dando rienda a la creatividad para transformar los tejidos en diseños sorprendentes. En la pasarela se mostraron espectaculares Jacquards de cuadros de tonalidades vibrantes, motivos de pata de gallo, encajes, bordados y transparencias que otorgaban sensualidad y también lentejuelas para aportar ese punto de luz que añade vistosidad. Todos estos tejidos se exhibieron en la colección debut ‘Just a perfect day’. Una propuesta que sigue los principios de la sastrería inglesa y está influenciada por los movimientos punk y new romantic, creando piezas funcionales y cómodas para vestir la diversidad, pero sin olvidar la fantasía porque como defiende Free Form Style, “tener una discapacidad no significar no poder ir a la moda”.
Un escaparate especial
Para dar más visibilidad a esta acción y fomentar los diseños expuestos en la pasarela 080, este mes de mayo Gratacós ha dedicado el escaparate de nuestro espacio de Barcelona a la moda inclusiva. Así, nuestros maniquís se vestirán con algunos modelos de la colección debut que Manuel Bolaño ha realizado pensando en las personas con diversidad funcional. Os animamos a visitar nuestro espacio y contemplar de cerca estos diseños que aúnan comodidad con fantasía.
Un año más, la Barcelona Bridal Fashion Week (BBFW) ha vuelto a situar Barcelona como epicentro de la moda nupcial internacional. El salón, que eleva la creatividad y el negocio de las novias a la máxima expresión, ha clausurado las puertas de una brillante edición que certifica el buen momento que vive la industria del “sí quiero”. En esta edición 2023, el evento ha afianzado su liderazgo con un importante salto cualitativo, al contar con más de 350 firmas participantes y miles de compradores que han venido de hasta 90 países. Más allá de las cifras del negocio, Gratacós ha estado presente en la BarcelonaBridal Fashion Week a través de algunos vestidos de novia que han expuesto las 34 firmas de moda nupcial que han participado durante la semana en la pasarela.
Esta vez, más allá de mostrar looks concretos, vamos a repasar algunas tendencias de moda para novias, vistas en las colecciones 2024 de los diseñadores que han participado en la pasarela de Barcelona. En líneas generales, las firmas nupciales han apostado por tejidos lisos combinados con otros de más brillo. Los detalles, los aportan los bordados, la pedrería y los encajes en siluetas muy variadas que esculpen y realzan la figura femenina. Destaca otro denominador común, los motivos naturales y las flores presentes en toda su diversidad, tamaño y complejidad.
Clásicos sí, pero renovados
Cada novia es única y busca realzar su identidad y personalidad en el que será el vestido más memorable de toda su vida. Hoy en día, hay tantas novias como estilos y preferencias. Consciente de ello, el sector ofrece un amplio abanico de posibilidades para satisfacer a todas las exigencias. Novias princesa, novias con traje de pantalón blanco, novias elegantes, novias minimalistas, novias románticas, novias que no quieren parecer novias… a todas ellas, los diseñadores ofrecen una variedad de vestidos que se adaptan a sus necesidades. Ante tanta diversidad, si que hay tendencias específicas que marcan las últimas colecciones que quieren seducir la nueva generación de novias.
Si hablamos de siluetas, los clásicos de silueta sobria y contenida, nunca fallan. Son diseños de cintura alta que ciñen el cuerpo y se acompañan de una falda larga, amplia y muy voluminosa que llega hasta los pies o a la altura de los tobillos. Una silueta que nos recuerda al New Look de Dior que se popularizó a finales de los años 40 del siglo pasado. También triunfan los modelos arquitectónicos con tejidos más especiales como brocados, encajes y damascos que dan un aire más sofisticado y le aportan contemporaneidad. La clave para una silueta renovada es mantener la esencia clásica agregando detalles que dan respuesta las exigencias de la nueva novia: asimetrías, aberturas estratégicas, tops con escote halter que dejan los hombros al descubierto o incluso, vestidos que incorporan bolsillos para una mayor comodidad.
Sí se observa una tendencia a la baja: las novias barrocas con excesos ornamentales. Por eso, los vestidos minimalistas de líneas depuradas tienen más éxito dentro y fuera de la pasarela: desde las propuestas slip dress, con diseños inspirados en la lencería, hasta los trajes vaporosos que juegan con las capas para una sensación etérea de movimiento. El tul, el organdí y la gasa nunca fallan, pero sin duda el crepé es el tejido liso más demandado. En cuanto a detalles, las flores nunca pasan de moda. Aparecen de todas las maneras posibles: desde las inspiraciones de paisajes floridos hasta los detalles más exuberantes. Por último, las aplicaciones ornamentales en pedrería, perlas o plumas también están a la orden del día.
El reverso más atrevido
En la otra cara de la moneda hay propuestas nupciales más audaces que reclaman ser el centro de atención por la vía poco convencional. Son diseños que se inspiran en la ropa de la calle que lucen las jóvenes de la generación Z, pero se adaptan desde una óptica nupcial. Así, ya es habitual ver en las pasarelas otro tipo de vestidos de novia: desde conjuntos de dos piezas formados por un top corto y una falda amplia y generosa que deja la barriga al descubierto, pasando por minivestidos ceñidos al cuerpo hasta monos cortos de estética deportiva. Todo vale si las nuevas generaciones se sienten representadas.
Las propuestas transformables también son cada vez más frecuentes: mangas abullonadas de quita y pon, faldas de vestidos que se acortan, velos que cambian de lugar y adquieren una nueva funcionalidad… Todo ello permite adaptar un vestido a las distintas ocasiones de la boda. Si la novia se lo puede permitir también se puede comprar dos vestidos o hasta tres, en función de las ceremonias que también se alargan más de un día.
En cuanto a los complementos, la novia actual busca un calzado cómodo sin renunciar al tacón. Por eso, las sandalias con plataforma tienen cada vez más aceptación entre las jóvenes. Las capas que envuelven de forma fantástica el vestido y las túnicas vaporosas van sustituyendo poco a poco, el tradicional chal. El velo, no falla nunca y aún identifica a las novias de la nueva generación porque le da esa aura especial que las identifica a golpe de vista. Por último, si definimos el color de la novia millennial y zoomer, la respuesta es abrumadora: El blanco es invencible y se reclama ahora más que nunca con toda su pureza y brillo.
El escaparate nupcial
Coincidiendo con la semana de la moda nupcial en Barcelona, Gratacós ha estrenado el último escaparate con una maniquí vestida de blanco de cabeza a los pies. Se trata del vestido ganador del concurso Bridal Scholarship for Talent by Gratacós, que se organiza cada año con la escuela IED Barcelona para premiar el mejor look realizado a través de la técnica de moulage, utilizada en alta costura. En esta edición, la premiada ha sido Krystle Sepúlveda, alumna del postgrado en Diseño de Vestidos de Novia y Ceremonia. La ganadora ha presentado un look de mikado y tafetán en el que destacan soberbios volúmenes que pertenece a la colección Juracán, inspirada en los huracanes que han azotado su país de origen, Puerto Rico.
El jurado compuesto por Gloria Casacuberta y Aida Molano, de Gratacós; Albasarí Caro, directora de la Barcelona Bridal Fashion Week; y Santiago Martín, director de Comunicación de Majestic Hotel Group han otorgado un premio de 1.000 euros en tejidos de temporada a la ganadora. El vestido premiado también se podrá ver en el escaparate de nuestro espacio en Barcelona hasta finales de mayo. ¡Enhorabuena!
Paco Rabanne fue uno de los grandes visionarios de la moda del siglo XX. Innovador, experimental, excéntrico y desafiante, para el diseñador español no existían límites en la aguja. Lo convencional, simplemente no iba con él. Rabanne hizo una gran carrera como modista y creador de perfumes icónicos, que son hoy en día un éxito en ventas. De todo su legado irrepetible, hay algo que lo hace realmente único y queremos destacar: su visión futurista de la moda y la habilidad para utilizar materiales innovadores en sus creaciones. Este discípulo de Balenciaga fue capaz de transformar el metal, el plástico y la malla en tejido, creando diseños rompedores que dialogaban con el arte, la cultura pop y la arquitectura. Repasamos algunos de sus grandes hitos.
La arquitectura marca un inicio
Paco Rabanne nació en 1934 en el País Vasco. Hijo de un general republicano y una modista que trabajó como costurera para Cristóbal Balenciaga, de pequeño ya creció entre telas, pero tuvo una infancia complicada. Fusilaron a su padre durante la Guerra Civil y se marchó a Francia siendo un niño. Estudió Arquitectura en París y allí comenzaría a trabajar, primero como diseñador de accesorios para Dior, Saint-Laurent y Pierre Cardin, y luego en la costura. “La moda es arquitectura: es una cuestión de proporciones”, solía decir para justificar la influencia de estas dos disciplinas que dialogarían para siempre en sus diseños. A Rabanne le gustaba recordar que su primera vocación había sido la arquitectura.
En los años 60, Paco Rabanne empezó a experimentar y a utilizar materiales no convencionales en la creación de su indumentaria de carácter futurista. Este período de investigación coincidió con un momento de transición en la moda: la alta costura cedía espacio al avance del prêt-à-porter, con un rejuvenecimiento de la industria y una liberación del lenguaje expresivo. En esa época de cambio destaca en la Bienal de París sus primeros vestidos, hechos de plástico y plumas. No obstante, no fue hasta el año 1965 cuando presentó su colección debut. La llamó Manifiesto y consistía en “12 vestidos imposibles de vestir en materiales contemporáneos”: faldas plásticas, vestidos metálicos con mallas como las que utilizaban los carniceros y chaquetas con texturas sorprendentes. Un año después fundó junto a otros artistas contemporáneos el Groupe Verseau y en 1967 inauguró en París su propia firma. En 1968 se asoció con Puig y lanzaron su primera fragancia un año después, Calandre. Ese fue el inicio de una fructífera alianza que dio lugar a una línea de perfumes que sigue siendo una de las más populares a día de hoy.
Un maestro en el arte de crear nuevos tejidos
Paco Rabanne revolucionó el mundo de los tejidos al querer buscar una alternativa a lo convencional. Su objetivo era crear textiles que fueran resistentes, duraderos y a la vez, sorprendentes en su estética. Su colaboración con fabricantes de materiales le permitió explorar nuevos tejidos que no habían sido utilizados en la moda antes, como el acero inoxidable y la fibra de vidrio. De esta manera, creó telas que se adaptaban perfectamente a los diseños experimentales que proponía.
Su trabajo se caracterizó por el uso de los metales y de otros materiales industriales en las prendas, hasta el punto de que Coco Chanel le denominaba el “metalúrgico de la moda”. Precisamente, uno de los tejidos más icónicos creados por Paco Rabanne fue el “12 Unidades”. Este tejido estaba hecho de pequeños discos de metal unidos entre sí con pequeñas argollas. Una de las creaciones más icónicas del modisto fue el vestido plateado usado por la actriz Audrey Hepburn en la película ‘Dos en la carretera’ (1967). Esta prenda, que estaba hecha de pequeños anillos de metal, se convirtió en un icono de la moda y fue considerada una de las prendas más relevantes de la década. El vestido no solo mostró la visión futurista de Rabanne, sino también su habilidad para crear tejidos únicos como nunca antes se habían visto.
En la década de los 70, en plena cúspide profesional, Paco Rabanne creó con el fabricante de materiales DuPont, el tejido “Ultravioleta”. Un material hecho de hilo de poliéster que reflejaba la luz de una manera sorprendente y que fue utilizado en varias colecciones de moda. El diseñador también siguió trabajando en paralelo con materiales no convencionales, como el plástico, el papel y la fibra de vidrio.
Todo diseñador tiene sus propias musas y Rabanne no fue la excepción. Sus creaciones futuristas vistieron a la actriz Françoise Hardy, quien prestó la imagen para encarnar las fantasías del diseñador. El “vestido a la Hardy” era una pieza de corte recto con mangas largas que tenía mil placas de oro, con diez diamantes y pesaba nueve kilos. Su talento también traspasó las pasarelas seduciendo el séptimo arte. Rabanne fue el encargado del vestuario de algunas de las películas más emblemáticas de la historia como ‘Barbarella’ (1968), protagonizada por Jane Fonda, donde el diseñador imaginó las prendas que inmortalizaría la heroína futurista. Audrey Hepburn, Norma Duval, Cristina Piaget y Carla Bruni también prestaron su imagen para el diseñador de raíces españolas.
Paco Rabanne supo llevar su creatividad (y excentricidad) en todos los ámbitos de la moda diversificando su producto, sin dejar de lado la innovación. Ese era el auténtico motor de su imprenta personal. Rabanne siguió presentando colecciones de alta costura hasta 1999 ya dentro del conglomerado Puig, que compró la marca, para luego supervisar las colecciones de prêt-à-porter y ocuparse de la serie de perfumes que eran superventas mundiales. El diseñador falleció a los 88 años el pasado mes de febrero, pero la marca Paco Rabanne continúa el legado visionario de su creador, basado especialmente en su vocación transformadora y experimental para encontrar siempre la manera de sorprender a quien lleva su ropa porque al fin y al cabo como decía el propio Rabanne: “La moda es una forma de arte, es una expresión de uno mismo”.
Un vestido escultórico de Azzedine Alaïa. Foto: Moritz Feed Dog
Vuelve una nueva edición del Moritz Feed Dog, el certamen dedicado al cine documental sobre moda que se realiza cada año en Barcelona y esta vez, recupera su calendario habitual dando la bienvenida a la primavera con un nuevo surtido de novedades en su programación. Este festival es especial por varias razones. En primer lugar porque explora el universo de la moda en todas sus facetas, dando una visión transversal del sector: los valores positivos que impulsa como pueden ser la belleza, el talento, la identidad o la diversión, entre otros, con los menos amables que oscurecen la industria de la moda y cuestionan su impacto. Este año la mirada crítica se focaliza en valores esenciales como son la diversidad, la honestidad, la sostenibilidad y el maltrato animal. En segundo lugar, el Moritz Feed Dog se especializa en el documental, un género narrativo que permite contar historias genuinas basadas en hechos reales y que apelan directamente al espectador, expandiendo su mente hacia una industria voraz que puede ser talentosa y creativa, pero también ambiciosa, irresponsable y cruel. Las contradicciones de la moda que no dejan de ser un espejo de nuestra sociedad. Por todo esto, el festival constituye un entorno idílico donde se expanden miras, se generan opiniones y se fomenta el debate alrededor del negocio de la moda.
En esta séptima edición que tendrá lugar del 22 al 26 de marzo en los cines Aribau de Barcelona, el Moritz Feed Dog ha preparado una programación especialmente cuidada: estrenos, documentales clásicos y títulos cargados de contenidos con historias genuinas. Añadir también que en el ámbito digital, el festival de cine documental sobre moda se ha aliado con CaixaForum+, la plataforma de streaming de cultura y ciencia de la Fundación La Caixa que emitirá diversos títulos de forma gratuita en abril, después de Semana Santa.
Una imagen de archivo del couturier Azzedine Alaïa. Foto: Moritz Feed Dog
Un recuerdo a los diseñadores que ya no están
La séptima edición del Moritz Feed Dog de Barcelona arranca con la retrospectiva de uno de los grandes: Azzedine Alaïa (1935-2017). El modisto franco-tunecino era conocido como el escultor de la moda porque era capaz de modelar figuras humanas, valiéndose de todo tipo de tejidos. Alaïa fue un outsider que doblegó al sistema con la ayuda de su talento, de su grupo de incondicionales y de su mirada devota hacia la mujer. París lo amó, la moda lo amó y las mujeres le siguen vistiendo. Clientas tan dispares como Greta Garbo y Grace Jones, Kim Kardashian y Michelle Obama, continun siendo fieles seguidoras de Alaïa.
Este documental ofrece un retrato emocionante de la vida del couturier. Una pieza destacada del director Olivier Nicklaus al que el festival le rinde homenaje exhibiendo una selección de sus obras más representativas: “AntiFashion”, “Apocalypse Mode” y “Go Global”.
El festival rememora el legado de Vivienne Westwood. Foto: Moritz Feed Dog
El Moritz Feed Dog rememora el talento y la personalidad irrepetible de Vivienne Westwood, la reina del punk, con dos títulos que abarcan su carrera como diseñadora y activista desde sus inicios hasta su trabajo más reciente. El festival también recupera la figura de Gianni Versace ofreciendo una nueva visión de su trayectoria. Esta vez, son los modelos masculinos que desfilaron en los ochenta para la firma, los que recuerdan su relación profesional y personal con el diseñador. Por último, destaca un documental realizado y producido en Barcelona, que rescata la creatividad multidisciplinar de Toni Miró, uno de los diseñadores clave en la historia de la moda española contemporánea. A través de sus intervenciones televisivas, se retrata la personalidad de este enigmático talento catalán que desfiló en las pasarelas internacionales de París y Milán, y fue uno de los primeros modistos en incorporar a sus desfiles a personas anónimas de todas las edades. Rigor, pulcritud y desenfado eran sello de estilo de su marca, creada en 1976.
Una imagen del documental Apocalypse Mode de Olivier Nicklaus. Foto: Moritz Feed Dog
Aunque todo gire alrededor de la industria de la moda, no hace falta ser un entendido en la materia para visualizar los documentales que propone el festival Moritz Feed Dog. En su programación, apta para todos los públicos, también destacan piezas audiovisuales que ofrecen una visión pluridisciplinar a través de miradas más personales y temáticas diferenciadas. Desde la transformación de la moda masculina y su relación con el hombre en “All Man: The International Male Story”, pasando por una pieza íntima que retrata el universo de belleza del fotógrafo Gian Paolo Barbieri en “L’Uomo e la Belleza”, o también se ha programado una obra que transmite el día a día de la fauna que rodea el sector ya sea en un backstage como inmortaliza “Fashion Babylon” o la vida no tan idílica de una influencer adolescente en “Girl Gang”.
Una imagen del documental Fashion Reimagined. Foto: Moritz Feed Dog
La moda tiene sus propias sombras y el festival Moritz Feed Dog las desvela sin pudor. “Fashion Reimagined” representa un manifiesto sobre el impacto del sector en el medio ambiente a través de una pequeña firma londinense de culto: Mother of Pearl. En “Wings are not for sale” el objeto de crítica es el fast fashion bajo la óptica de sociólogos, activistas y trabajadores de la propia industria. Los temas más candentes también se reflexionan en “Apocalypse Mode” de Olivier Nicklaus, pero esta vez, los sujetos de dichas opiniones son distintas generaciones de diseñadores como Agnès B, Marine Serre, Karl Lagerfeld o Alessandro Michele. Por último, “Slay” pone sobre la mesa un asunto espinoso: el maltrato animal en un documental de denuncia que muestra historias crudas de abusos en todo el mundo. Esta pieza audiovisual, que muestra el polvo que hay debajo de la alfombra, remueve consciencias para exigir un mayor compromiso de las marcas por el bienestar animal.
El documental Slay denuncia el maltrato animal en la industria de la moda. Foto: Moritz Feed Dog
Las entradas del festival Moritz Feed Dog las encontrarás aquí. Haz hueco en tu agenda.
Gratacós sigue la pista de las principales pasarelas de moda española a la caza de looks sorprendentes que se crean a partir de nuestros tejidos. Nos gusta ver como cada diseñador juega con la creatividad y la adopta a su estilo convirtiendo algunos artículos de las próximas colecciones en obras de arte en movimiento. Es algo que nos resulta inspirador. En la pasada edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que se celebró en febrero, volvimos a comprobar que las principales firmas españolas confían en nosotros. Nombres como Agatha Ruiz de la Prada, Encinar, Fely Campo, Hannibal Laguna, Isabel Sanchís, Paloma Suárez o Pedro del Hierro renovaron su confianza con nosotros. Aquí os mostramos algunos looks de las colecciones del próximo Otoño Invierno 2023 / 2024.
Agatha Ruiz de la Prada
Flor, Gotas de Color, Beso, Love y Look. Así se llaman los protagonistas del vibrante desfile de Agatha Ruiz de la Prada que, siguiendo su tónica habitual, llenó de color y geometría la pasarela MBFWM. El desfile fue un homenaje a los icónicos frascos de estos cinco perfumes (sus respectivos universos estéticos-filosóficos y sus envoltorios distintivos) en los que, una vez más, se ha destilado el optimismo sin límites que aboga la colorista marca.
A nivel técnico, no han pasado desapercibidas las organzas transparentes, las lentejuelas en múltiples versiones, las licras combinadas con terciopelos y tejidos peluche que crean explosivos volúmenes. También los juegos de capas en colores delirantes, los dibujos de flores, labios y gotas de lluvia multicolores en vestidos abullonados, kaftanes, capas con grandes lazos de tafeta y vestidos palabra de honor acompañados por el estribillo que es su razón de ser: Love, Love, Love. La diseñadora también aprovechó el desfile para presentar la nueva colección de bolsos que complementaban los flamantes looks tan palpitantes como identificativos de la firma española.
Encinar
Fabio Encinar ha articulado en poco tiempo una prestigiosa firma que vive a medio camino entre la costura y el ready to wear, y que conquista a las prescriptoras de estilo de Instagram. El próximo invierno, según Encinar es la prolongación de lo que la firma comenzó hace ya varias temporadas como una “colección creciente”, una serie de presentaciones que cada año se suman a las anteriores para crear una continuidad en un bloque ya existente en su pasado: que cada temporada pueda intercalarse con anteriores o posteriores sin apreciar un cambio radical de formas, sino una evolución de tejidos, siluetas y discurso.
Esta colección de continuidad refleja los elementos que han construido la identidad de la marca: grandes volúmenes, enormes lazos que reivindican la feminidad y el color rosa, como tono fetiche del diseñador. La propuesta también se inspira de una cultura basada en la costura de los 80 y los 90 con referentes como Christian Lacroix o Ungaro que han dictado un estilo definido que Encinar renueva bajo su punto de vista.
Fely Campo
En esta nueva colección, Fely Campo ensalza el acto de vestirse en nuestro día a día con una propuesta sensorial, ideada para cada ocasión: mañana, tarde y noche. Tres momentos, tres ritmos, tres necesidades que vinculan la ropa con las emociones y la cotidianidad del momento.
La propuesta llamada Tempore explora la fascinación por las imágenes del día a día que transitan en la vida de una mujer a través de 25 looks y en una puesta en escena para crear una narración sobre el día a día que impacta en lo instantáneo a través de tres composiciones en continuo movimiento. La primera, representa la mañana y en ella abundan tejidos como el paño o el tweed que florecen en tonos amarillos y cálidos en el cénit. La segunda, las tonalidades magentas y granates crean patrones vibrantes. Las prendas adquieren volúmenes que contrastan con piezas más entalladas en tejidos tan diversos como el tweed, el paño, el raso, el tafetán y las gasas. Por último, la tercera es una propuesta nocturna donde los volúmenes se teatralizan y los colores se funden a negro. Tempore es una propuesta emotiva para una mujer que entiende la moda como forma de expresión.
Isabel Sanchís
La mujer que proyecta la moda de Isabel Sanchís es seductora, fuerte y poderosa. Cualidades que se manifiestan de forma especial en la colección para el próximo Otoño Invierno 2023/24 de la diseñadora valenciana. Sanchís creó un diálogo creativo entre la prenda y el espectador, para que sea la propia ropa la que transmita sensaciones para cada persona. Y lo consiguió.
En la nueva colección, los tejidos y forman mostraban la unión entre la artesanía tradicional y las técnicas más vanguardistas creando piezas fuertes y espectaculares que parten desde un prêt-à-porter más deconstruido con imponentes hombreras, dejando a la vista partes del cuerpo en chaquetas, faldas y vestidos, drapeados fluidos, y piezas esculturales que muestran detalles suspendidos en el aire. En cuanto a la gama de colores en la propuesta predominaba el negro, como símbolo de la elegancia atemporal, aunque también aparecieron pinceladas de verdes, naranjas marrones que aportan calidez.
Paloma Suárez
“¿Alguna vez te has preguntado por qué hay números que son clave a lo largo de tu vida?” Para Paloma Suárez, el número 23 es la cifra que da sentido a la nueva temporada de invierno. La joven diseñadora canaria presentó una colección genderless equilibrada que une tradición y vanguardia que articuló a través de 30 looks – y no 23- donde hay presentes todos sus códigos estéticos: siluetas oversize en trajes, abrigos que se alargan hasta el tobillo y vestidos arriesgados. Son prendas clásicas que se renuevan gracias a la singular combinación de tejidos y colores: lana virgen, cashmere, pelo y piel vegana contrastados con plumas, tejidos vinílicos y tul en tonos encendidos.
No es la primera vez que los diseños de Paloma Suárez se suben a la pasarela madrileña; durante varios años llevamos siguiendo la creatividad de la joven canaria encargada esta vez de cerrar una de las jornadas de la MBFWM.
Pedro del Hierro
Bajo el concepto Ópera Prima, Pedro del Hierro rindió homenaje al majestuoso universo de la ópera. La firma de moda española para mujer y hombre convirtió la pasarela en un gran hall para contemplar la llegada de los invitados que asisten a estos eventos lírico-musicales. Así, los modelos se convirtieron en protagonistas con una puesta en escena que mostraba la variedad de tendencias, volúmenes y siluetas presentes en la nueva temporada Otoño Invierno 23 / 24. La sofisticación, la elegancia predominaron en la colección con una propuesta cromática donde predominaban las combinaciones inesperadas y sorprendentes en colores que van desde el verde al granate pasando por marrones, rojos y dorados entre otros, con acento de colores ácidos.
De un lado, la colección de mujer mostró espectaculares looks de gala donde destacaron los tejidos brillantes, lentejuelas, lana, seda, terciopelo y transparencias combinados entre sí, creando formas y siluetas únicas, acompañadas con complementos muy invernales. Por el otro, la colección masculina comparte códigos con la femenina y crea una amplia propuesta de siluetas relajadas y rotundas, ricas en volúmenes, texturas y color, optando por formas menos rígidas y tejidos más ligeros como la seda. En esta ocasión, la sastrería junto a los abrigos y camisas, cobran especial protagonismo.
Egipto vuelve a estar en el punto de mira de la moda. La celebración de los 100 años del descubrimiento de la tumba de Tutankamón y la esperada apertura del Gran Museo Egipcio prevista en 2023, que esconde los mayores tesoros de los faraones frente a las pirámides de Guiza, lo han posicionado como una destinación deseada que seduce por su milenario legado patrimonial, sus últimas apuestas culturales y algunas propuestas de alojamiento de auténtico lujo que lo revalorizan dentro del mapa internacional.
El despertar de un icono
Los enigmas del Antiguo Egipto siguen fascinando a la población y su poder de atracción no podía pasar desapercibido en el mundo de la moda. Conectando con la actualidad, en noviembre de 2022 se cumplió el centenario del descubrimiento de la tumba del joven faraón en el Valle de los Reyes. Después de un sorprendente hallazgo de una tumba con los sellos intactos, Tutankamón despertaba de un letargo de más de 3.000 años y dejaba al descubierto, riquezas inimaginables que ayudaron a entender aún más la majestuosidad del reinado de los faraones.
Este descubrimiento en 1922 llegó en un momento histórico muy oportuno, después de la Primera Guerra Mundial en un momento de bonanza económica y se convirtió rápidamente en una auténtica sensación por varios motivos. Para empezar, se trataba de una momia real bien conservada, que por su tamaño era la de un niño que había ascendido al trono a muy temprana edad. Junto a la sepultura se encontraron tesoros inimaginables como el ataúd dorado y la célebre máscara funeraria de Tutankamón, que representa al antiguo Egipto como ningún otro símbolo en el imaginario popular. Un icono mundial ajeno al paso del tiempo.
La influencia en la moda de los años 20
Tutankamón marcó estilo dejando huella en la moda de los locos años 20. Uno de los tesoros que se encontró en la tumba fue la colección de ropa más completa y mejor conservada que ha sobrevivido del Antiguo Egipto. Incluía túnicas, faldas, gorros, guantes infantiles y sandalias en papel, junco y cuero. Como anécdota, estos dos últimos accesorios se hicieron réplicas contemporáneas en Estados Unidos que se vendieron en los grandes almacenes al cabo de pocas semanas de su reproducción. Los diseños de inspiración egipcia también causaron furor en la época, copiando siluetas ajustadas, vestidos rectos y estrechos o el drapeado tan característico que se ajustaba a la zona de la cadera y tenía una caída delantera. Antes del descubrimiento, el estilo egipcio era una tendencia intermitente, como otras que se rescataban de finales del siglo XIX como la inspiración oriental o la moda eduardiana durante la primera década del siglo XX. En ocasiones ya se habían utilizado prendas y accesorios con motivos afines como flores de loto, jeroglíficos o faraones en sus carruajes, pero no eran inspiraciones tan directas ni explícitas como las que surgieron de los diseños procedentes de la tumba de Tutankamón.
Otros de los aspectos que influyó en la moda de los años 20 fue la paleta cromática asociada a los tesoros del joven faraón. Las tonalidades rojas y marrones de los papiros y las momias, los azules lapislázuli en divinidades egipcias que contrastaban con el poderoso dorado como símbolo de la luz o el blanco de la indumentaria. También los tejidos: linos y algodones naturales de poca opacidad en siluetas con caída que contrastaban con los elementos ornamentales. De hecho, la industria de la joyería se rindió a los pies de Tutankamón reproduciendo múltiples brazaletes, anillos y collares trabajados en cristales y piedras semipreciosas. Tampoco faltaron elementos ornamentales que hacían referencia al Antiguo Egipto como pájaros, escarabajos o el disco solar que representaba a la divinidad Ra. Los motivos geométricos y la tendencia de llevar dos o más brazaletes en un mismo brazo también surgieron de ver expuestos los tesoros del niño faraón. Los pioneros en este tipo de diseños fueron Lacloche, Van Cleef & Arpels y Cartier.
El mundo occidental ya vivía una fascinación por Egipto mucho antes del descubrimiento de la tumba de Tutankamón: la ópera ‘Aida’ de Verdi, las joyas inspiradas en Cleopatra de Tiffany’s o los atuendos de la bailarina Mata Hari, que encontró su inspiración en un viaje que hizo al país de las pirámides, son dos buenos ejemplos de esta atracción.
Un nuevo resurgir
La fiebre por el Antiguo Egipto no ha cesado en la moda y su presencia ha sido intermitente a lo largo de los últimos 50 años. Por ejemplo, en la década de los 60, la Egiptomanía volvió a estar de moda con la interpretación de Elizabeth Taylor de la poderosa Cleopatra. Su belleza, maquillaje y vestuario fueron (y son aún) inspiración para muchos diseñadores y editoriales de moda. O en los 70, una nueva exposición itinerante de los tesoros de Tutankamón recibió ocho millones de espectadores interesados de nuevo en los enigmas de Egipto. También se explotaron varios objetos de marketing en Estados Unidos: joyas, productos del hogar o pequeños accesorios de moda.
El Antiguo Egipto en la pasarela
La histórica civilización también ha fascinado a los diseñadores de las firmas de lujo que han encontrado en su iconografía, una constante fuente de inspiración. Desde John Galliano en 1997 con una mezcla de Egipto con la estética punk hasta la elegancia de Karl Lagerfeld para Chanel en 2019, las pasarelas han celebrado homenaje al esplendor del Antiguo Egipto con modelos que rescatan la belleza de la figura de la mujer y la fastuosidad del imperio de los faraones. Tejidos dorados, piedras preciosas incrustadas, vestidos vaporosos, muselinas, túnicas, capas etéreas, jeroglíficos bordados… cada firma ha interpretado a lo largo de los últimos años este sugestivo universo.
De entre todos los homenajes que se han hecho destaca el que hizo John Galliano cuando estaba al frente de la dirección artística de Dior. Se presentaba la colección de Alta Costura para la primavera de 2004 en un espectáculo tan grandilocuente como pocos se recuerdan. En la pasarela no faltaron los dioses más simbólicos del panteón egipcio, la máscara de Tutankamón, la silueta de la esfinge, tejidos que se envuelven al cuerpo como una momia y modelos inspirados en la propia Cleopatra. En esta colección insólita no faltaron los volúmenes desmedidos, los vestidos de proporciones exageradas, las faldas con silueta pirámide, el color dorado, infinitas organzas y una atención al detalle extrema que le hacía ganar el título de Alta Costura. También hizo su propia interpretación de este fascinante universo Alexander McQueen en 2007 que se centró más en investigar la relación de la religión del Antiguo Egipto con la cultura folk de los inmigrantes británicos. De una manera más moderada también se han inspirado los diseñadores Bagley Mischka y Zuhair Murad. También Givenchy en 2016, Balmain y Chanel. Karl Lagerfeld eligió el templo de Dendur como escenario para confeccionar su propia versión de Egipto en la colección prefall de 2019.
La última propuesta que se ha exhibido con claras referencias a la cultura egipcia ha sido hace apenas un mes. Kim Jones, director artístico de Dior Men, se desplazó in situ a las pirámides de Guiza para presentar la colección de otoño evocando los colores de los monumentos y con la vista puesta en el cielo para vincularlo con las estrellas, un símbolo habitual en la histórica firma francesa. Una esplendorosa propuesta que representa el pasado, el presente y el futuro de Dior.
Todas las fotos: Facebook de Vivienne Westwood.
2022 finalizó con la despedida de uno de los emblemas del diseño británico del siglo XX. Provocativa, revolucionaria, creativa y activista política, Vivienne Westwood fue una idealista anárquica que transformó para siempre la moda en Reino Unido. Su revolución fue la visibilizar su aversión a la corrupción y a la injusticia en el mundo, así como denunciar la pasividad de la juventud a través de la ropa. Westwood dio luz al movimiento punk en la moda, pero también conquistó la alta costura en los años 80 y 90; y construyó un imperio global con tiendas por todo el mundo, conceptos (capitalismo/anarquismo) a priori antagónicos para una transgresora de la aguja, pero para Westwood no existían ni límites ni etiquetas. La moda era un arma y su objetivo fue claro desde un principio: cambiar las reglas del juego, destruir las convenciones y hacer un mundo más justo e igualitario.
La reconocida diseñadora de moda murió el pasado 29 de diciembre a los 81 años rodeada de su familia en Clapham, en el sur de Londres. En un comunicado de la marca, aseguraron que Vivienne Westwood “continuó hasta el final con su diseño subversivo, sus actividades artísticas y su activismo, para cambiar el mundo”. Su esposo y socio creativo Andreas Kronthaler, dijo de la diseñadora: “Seguiré con Vivienne en mi corazón. Hemos estado trabajando hasta el final y ella me ha dado muchas cosas para seguir adelante”. Su legado se mantiene vivo.
De pequeña apuntaba maneras
Vivienne Isabel Swire nació en 1941 en el pueblo de Tintwhistle, cerca de Manchester. Sus padres de clase trabajadora la animaron a hacer manualidades, una habilidad que se le daba extraordinariamente bien a la pequeña Vivienne. También le gustaba mucho leer y se pasaba largas tardes en la biblioteca. De niña tenía una confianza en sí misma envidiable, creyéndose artesana excepcional. “Honestamente a la edad de 5 años podría haber hecho un par de zapatos”, dijo en una entrevista la diseñadora. Su familia se mudó al norte de Londres en 1958. A pesar de sus aptitudes, la joven Vivienne se graduó como maestra de escuela primaria, y luego se casó con Derek Westwood, un joven obrero con extravagante estética mod. La primera creación, sin saber de costura, fue su propio vestido de novia, así como las joyas que lució.
La influencia de Malcolm McLaren
Conocer a Malcolm McLaren cambió entonces la apacible vida de Vivienne Westwood. Estudiaba arte y compartía clase con uno de los hermanos de Vivienne, tenía el pelo rojo y rizado y el rostro blanqueado con polvos de talco. Se autonomizaba como padrino del punk. De apariencia excéntrica McLaren impresionaba por su creatividad y brillantez, al mismo tiempo que ofendía a las viejas generaciones y detestaba a todo el mundo, menos a sí mismo. La atracción con Vivienne fue inmediata y juntos comenzaron una de las grandes asociaciones creativas de la historia reciente de Reino Unido. Para la joven diseñadora, McLaren fue un despertar para ella: presentándole el arte, la música, y el poder transformador de la moda.
La moda y el punk
En 1970, McLaren se convirtió en el mánager de The Sex Pistols, grupo que definió el movimiento punk. En esa época, Westwood había aprendido el oficio de forma autodidacta y abrió una tienda en Kings Road, en Londres inspirada en la estética del grupo. La llamó con un nombre subversivo: ‘Sex’ con un enorme letrero rosa que alertaba a los transeúntes: “sólo entran los valientes”. En su interior, todo era chocante. El personal que atendía y la ropa expuesta estaba pensada para explorar el individualismo y la identidad de quien la vestía. Ropa con tachuelas, cadenas, cremalleras, prendas de piel ajustada, tacones imposibles, camisetas con mensajes subversivos… Todo estaba pensado para escandalizar. “Nosotros inventamos el punk”, enunciaba Westwood en su autobiografía. De hecho, la presencia de Vivienne y McLaren era de por sí intimidatoria. Querían impresionar, irritar y provocar una reacción, pero también inspirar un cambio. El punk no dejaba de ser un estallido en toda su magnitud.
Más tarde, McLaren reconoció que tenía la voluntad de tergiversar la cultura popular para reducirla en una especie de campaña de marketing, pero para Westwood, el movimiento era más profundo porque lo veía como una insurgencia juvenil contra la corrupción del viejo orden mundial. La diseñadora británica creía que la moda y la música canalizarían la ira de los jóvenes y provocarían cambios, pero más tarde se dio cuenta que muchos de ellos simplemente ignoraron la injusticia global, y con sus pendientes en la nariz y su música punk rock lo único que hacían era bailar y pasarlo bien.
El salto a las grandes pasarelas
El punk fue solo un capítulo en el legado que Westwood deja a la moda. La diseñadora tomó sus ideas subversivas y asaltó las pasarelas de Londres y París. Vivienne trabajaba al principio sola con una maquina de coser en casa y utilizaba la técnica del moulage, uniendo las piezas y usando su propio cuerpo como una plantilla. Investigó la historia de la moda, la rehízo a su manera y desafió el mundo de la alta costura. Una alianza con la generación de las supermodelos: Kate Moss, Naomi Campbell, Laetita Casta… mostrando sus diseños también la ayudó a posicionarse y a convertirse en la diseñadora independiente líder en la década de los 80 y 90. La clave del éxito de Vivienne Westwood fue la de no perder su identidad ortodoxa cuando se pasó al mundo de los desfiles y las colecciones de prêt-à-porter con prendas cortadas abruptamente, juegos de semiótica, objetos descontextualizados, drapeados… Precisamente su estilo subversivo y su imagen transgresora (llevaba su cabello decolorado o teñido de naranja y un maquillaje extremo), la convirtió en una de las diseñadoras más distintivas y originales del mundo de la moda. A principios de los 90 Vivienne Westwood construyó un mini imperio: abrió sus propias boutiques y produjo ropa, calzado, complementos, cosméticos y perfumes. ¡Hasta moda nupcial! Cuando el personaje de Carrie Bradshaw en la mítica serie ‘Sexo en Nueva York’ quiso un vestido de novia, recurrió a la célebre diseñadora, quien a finales de los 90 ya se había convertido en una importante marca nupcial.
El lado más comprometido
Para Vivienne Westwood la moda era un arma y el mensaje una parte indisociable de su herencia estética. Todo tenía un propósito. La diseñadora británica detestaba la clase política y se lanzó a una cruzada de por vida para promover la libertad individual, librar al mundo de las armas nucleares y combatir la amenaza del cambio climático. “Compra menos, elige mejor y hazlo durar”, es una de las lecciones que aún sobreviven en tiempos de emergencia climática.
“No quiero ser underground”, solía protestar, defendiendo que ella quería colocarse fuera de los focos para extender su mensaje. Apoyó numerosas causas, hizo donaciones al Partido Verde y se convirtió en una visitante habitual del fundador de WikiLeaks, Julian Assange. Incluso estacionó un tanque blanco afuera de la casa del que fuera primer ministro David Cameron en una protesta contra el fracking.
Vivienne Westwood también fue condecorada por la reina Isabel II. La difunta monarca le entregó la Orden del Imperio Británico en 1992 y la diseñadora se presentó sin ropa interior. A su Majestad este gesto de rebeldía no le hizo gracia, pero por méritos propios estuvo de acuerdo en nombrarla Dama unos años más tarde. Y así es como Lady Westwood, madrina del punk, defendió hasta el último aliento, sus ideas transgresoras aplicadas dentro y fuera de la moda, pero sobre todo manteniendo una actitud coherente ante la vida al cuestionar a su manera, el orden mundial y las reglas del juego.
En Gratacós, rendimos homenaje a Vivienne Westwood con una selección de tejidos con motivos estampados y colores estridentes que nos recuerdan a su estilo ecléctico e irreverente. Ahora los puedes encontrar en nuestra tienda online o en el espacio de Barcelona a precios rebajados.