Gratacós ha vuelto a pisar el 080 Barcelona Fashion a través de distintas creaciones de temporada de los diseñadores que, año tras año, confían en nuestros tejidos, el saber hacer y desde aquí, les agradecemos su fidelidad. En cada edición, nos gusta contemplar los outfits y apreciar las sorprendentes prendas que cada firma elabora con nuestros tejidos, siempre fieles a su esencia, para comprobar in situ la creatividad del diseño catalán.
A continuación, analizamos algunas propuestas que no nos pasaron por alto en la pasarela catalana.
La colección más contenida de Brain & Beast tiene premio
Brain & Beast atraviesa el mejor año de su historia. La irreverente firma capitaneada por Ángel Vilda he hecho un giro comercial, lo que se traduce en mayor expansión y ventas, dentro y fuera de nuestras fronteras (tiene un showroom en Hong Kong que triunfa entre el mercado asiático). La firma más gamberra de la pasarela catalana también presenta desde enero las colecciones -con dos propuestas independientes- en Madrid y Barcelona, un hecho que ayuda a ampliar su alcance.
La colección presentada en el 080 Barcelona Fashion fue la propuesta ganadora de la pasada edición de verano. Esta vez, “su objeto de análisis” del desfile fueron los tótems y los tabús en una colección que habla de como las sociedades humanas se unen y los individuos se legislan ellos mismos. Bajo esta premisa, Ángel Vilda criticó los clichés y las convenciones que las personas se autoimponen: a lo políticamente correcto, a las apariencias y a las normas estandarizadas. En la pasarela, esta crítica se tradujo con mensajes estampados como “El futuro es free”, “Quiero ser libre” o “La felicidad es la ausencia de miedo”, la frase que inmortalizó el científico y divulgador Eduard Punset. Una colección más contenida en color y más creativa en patrones con prendas desestructuradas con superposiciones, líneas arquitectónicas y un festín de tejidos y texturas que no defraudó. En la propuesta para el próximo verano “cazamos” dos tejidos nuestros: un tweed en tonos cálidos y un crepé de color negro.
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Menchén Tomàs y las noches del Cotton Club
Olga Menchén, alma mater de Menchén Tomàs presentó la colección más glamurosa del 080 Barcelona Fashion. La propuesta se inspiraba en el mítico club de jazz Cotton Club de Nueva York en un ambiente que te invitaba a viajar hacia el Harlem de los años 20 dónde gánsteres, artistas y celebridades convivían en un mundo de elegancia, lujo y sofisticación. Sobre la pasarela, las prendas de la colección reunían el ADN de la diseñadora barcelonesa: un patronaje muy elaborado con vestidos fluidos e infinitos detalles. Destacaron las americanas sastre llevadas a la feminidad absoluta y los vestidos que recogen con fuerza el patronaje de la época con un giro moderno y actual. En cuanto al color, Menchén Tomàs se centró en toda la gama de blancos, así como los tonos cobrizos, los plateados y los tejidos con brillo… en referencia a todos los músicos, bailarines y artistas que desfilaban por el club. En tejidos, abundaban gasas estampadas, sedas, crepes, tul bordado, lentejuelas y, como no, algodón. La colección de Menchen Tomás, la que celebra los 25 años de trayectoria, ganó el premio Modacc, a la marca con más proyección internacional. ¡Enhorabuena Olga!
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Una noche en Viena
El talentoso Jaime Álvarez (tres veces ganador del premio 080 al mejor diseñador) volvió a sorprender al público con su visión de la sastrería contemporánea: patrones renovados que conservan la esencia elegante. Bajo el título “Night in Vienna”, Mans Concept Menswear trasladó la colección primavera-verano 2020 hacia el encanto de la escena cultural y artística de la capital austríaca. Un nuevo destino que le sirvió a la firma para demostrar de nuevo donde llegan los límites de lo que se considera la nueva sastrería caracterizada por la deconstrucción de patrones, la mezcla de tejidos y un cuidado empleo del color. El resultado es una colección armónica, de espíritu romántico que recoge la visión del hombre humanista que vive la inquietud y fascinación del legado cultural de Viena. En cuanto a tejidos, no nos pasaron por alto las piezas de seda, organza y guipur que dialogaban a la perfección con los tejidos clásicos de sastrería como lana y paño. Siempre es un espectáculo visual contemplar los diseños masculinos de Mans Concept Menswear.
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Un homenaje a la mujer urbana
Aubergin, la firma formada en 2015 por Anna Uimonen y Nevean Holmes presentó una colección que rendía homenaje a la mujer cosmopolita, aquella que se transforma y se adapta a la sociedad que le rodea. Así, la propuesta Alter Ego intentaba reflejar el estilo de vida y los valores sostenibles de la firma a través de prendas de diseño que abanderan un atrevimiento contenido, casi atemporal. La mujer Aubergin combina el minimalismo, le gustan las tendencias de calle y la contemporaneidad. En la pasarela no pasamos por alto una camisa y una falda que combinaba magistralmente el denim con uno de nuestros tejidos de lentejuelas multicolor. Un ejemplo de este eclecticismo que abraza esta joven firma barcelonesa.
No es una novedad de esta temporada, pero se resiste a abandonar el podio de las tendencias. No tiene rival en cuanto a fuerza, brillo y atrevimiento, y ha pasado de ser un color simplemente radiante a convertirse en un símbolo para la generación Z. Hablamos del verde más chocante: en neón, lima o pistacho. Él es el verdadero “rey” del verano que impregna el street style con su rebeldía y juventud.
Hace casi un año, este desenfadado color empezó a resonar como tendencia. El verde lima en su versión flúor se colaba en el armario invernal. El mayor impacto lo tuvo a través de Instagram cuando irrumpió por sorpresa en los timelines de varias influencers de moda. Este tono chillón copó todas las miradas a través de una prenda viral: un jersey ajustado de cuello perkins que se exhibía descaradamente con la misma fuerza cegadora de un relámpago. ¡El verde fosforito en todo su esplendor! Esta prenda se mostraba en diferentes versiones y varias firmas -de diseño y low cost– lo adaptaron a su manera. El jersey en verde lima se convirtió en la tendencia más codiciada del momento.
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Posteriormente, esta vibrante tonalidad fue una de las más repetidas y adaptadas entre los asistentes a los desfiles internacionales. Se llevó en pantalones, en vestidos y en abrigos, coqueteando también con los complementos -eso sí, en menor proporción-. Las grandes marcas reforzaron su poder amparando los colores neón -entre ellos el verde en cuestión- como una de las tendencias de este verano. Es curioso que, de todos los colores subidos de tono, este tipo de verde fue el que cuajó mejor en la calle, cuyo termómetro ayuda al sector a conocer lo que realmente se lleva o no, independientemente de lo que dicte la moda.
Un papel destacado jugó el poder de atracción de las influencers y celebrities mundiales que no dudaron en vestirse en verde lima: Kendall y Kylie Jenner, Chiara Ferragni y Blake Lively se enfundaron looks protagonizados por este color y se atrevieron incluso a llevarlo en el maquillaje. En la pasarela, esta tonalidad ha seducido a Balenciaga, Versace, Stella McCartney, Vetements, Gucci o Dolce & Gabbana que no han dudado en incluir el verde lima en las últimas colecciones de verano. ¡Viva la indiscreción más de moda!
¿Y cómo se lleva?
No es fácil combinar el verde lima. La clave reside en aliarse de los tonos neutros como la gama de beiges y nudes o el incombustible blanco y/o negro que representan la opción más sencilla y práctica. Los tejidos satinados le dan al verde lima más luz y son favorecedores en prendas vaporosas como faldas y vestidos con movimiento. ¿Liso o estampado? Aunque la primera opción sería la más efectiva, también se puede mezclar con prints y texturas con relieve. Nuestra apuesta son los tejidos que juegan con las distintas tonalidades de verde lima a través de motivos geométricos, estampados florales o lentejuelas bordadas, y, a su vez, introducen otros colores armónicos. En ocasiones, no hace falta apostar por la versión más estridente, te puedes sumar a la tendencia en clave discreta apostando por los tonos pastel. Aquí te dejamos nuestras inspiraciones en rabioso verde lima. ¿Qué te parecen?
Como es habitual, en nuestra aula Gratacós siempre suceden acciones vinculadas con el diseño y la creatividad. Esta vez, le ha llegado el turno a la prestigiosa agencia de investigación Nelly Rodi con la celebración de una nueva edición de su tradicional ‘Cuaderno de Tendencias’. Una presentación ágil y didáctica que organizamos dos veces al año, donde estudiantes de diseño y profesionales del sector se reúnen para conocer las principales tendencias que marcarán la temporada Primavera-Verano 2020. Siempre desde un contexto que afecta directamente a la industria de la moda, teniendo en cuenta la situación socioeconómica global. Esta charla instructiva la imparte desde hace años Úrsula Uría, portavoz en España de Nelly Rodi y en ella, se presentan tendencias más concretas que afectan al consumo, los estilos de vida, los colores, las siluetas… y marcarán las pautas del próximo verano. Siempre desde un punto de vista orientativo. La predicción ya se sabe que no es una ciencia cierta, pero ayuda a fijar unas pautas.
En esta última iniciativa, Úrsula Uría nos sitúa dentro de un contexto económico de espera, donde el mundo se prepara para afrontar una nueva crisis económica mucho más dura que la anterior. Esa es la clave para entender la macrotendencia Jump que influirá a las cuatro tendencias que se presentan: “Necesitamos coger impulso porque lo que nos viene es aún peor de lo que hemos vivido. Se nos acumulan las crisis que ya apreciamos dentro del contexto político, los movimientos sociales o la fragilidad económica”, asegura.
Úrsula Uría: “Necesitamos coger impulso para afrontar las crisis que nos esperan”.
A partir de este escenario poco alentador, Nelly Rodi predice cuatro tendencias que afectarán la industria de la moda y que se engloban dentro de las siguientes categorías: Holiness, Invencible, Vision y Spotlight.
1. HOLINESS
Una tendencia minimalista que apela a los clásicos, a la era antigua, al esplendor de la Grecia clásica y el Imperio Romano. Una revisión de la mitología y las primeras culturas para buscar nuevas soluciones creativas. “En lo clásico encontraremos la única manera de avanzar como sociedad cogiendo lo mejor que han hecho e innovar”, explica Uría. Holiness también se inspira en Marruecos y en Egipto, en los desiertos del norte de África.
Referencias visuales: El museo de Yves Saint Laurent, el libro ‘Homo Deus’ de Yuval Noah Harari, la influencer de yoga italiana Aria Crescendo, el hotel austero de Adrere Amellal en Siwa, la meditación, la introspección y la espiritualidad.
Siluetas: Las prendas oversize, fluidas y vaporosas, el falso minimalismo, los looks cómodos y confortables, los materiales mullidos y suaves, los tejidos naturales: lino, ante, napa, bambú… se prioriza lo orgánico y los detalles hechos a mano. Es una línea premium que prescinde de los estampados. La sofisticación que busca la comodidad por encima de todo. Lo artesanal juega en otra liga.
Siluetas: Predominan los trazos rectos, las líneas bien marcadas y las prendas versátiles y funcionales.
Colores: La paleta de marrones, beiges y crudos es la protagonista de la tendencia. Los tonos que emulan los minerales con sus tonos y relieves. Es una evolución de todos los nude. La segunda línea de color hace referencia a la terracota y el azul de Marrakech.
Conceptos clave: Peregrino moderno, civilizaciones antiguas, minimalismo ético, introspección y los orígenes.
2. INVENCIBLE
Una tendencia maximalista que hace referencia a las revoluciones culturales, a los movimientos sociales, al activismo y a una mayor concienciación hacia temas globales como la naturaleza y el medio ambiente. “Esta tendencia conecta con el hecho de ser combatiente de una manera creativa, no agresiva”, detalla Uría. Un estilo que también conecta con la pasión por lo extremo como los deportes de riesgo, la adrenalina y la supervivencia.
Referencias visuales: La pop up de Adidas en Seúl, la deportista Emily Sukiennik, las prendas multifuncionales, el fashion tech, el Salón de Supervivencia de París, el concepto de explorador, la piel mutacional de los reptiles, Comme des Garçons…
Siluetas: Los tejidos técnicos, las prendas reversibles y la ropa inspirada en el deporte que se concibe como una nueva forma de relacionarse. Los estampados se mezclan entre sí, no hay límites.
Colores: La primera paleta se llama alerta y es mucho más explosiva con tonos vinculados con los plásticos como el azul vibrante y el verde botella. La segunda paleta hace referencia a lo tribal y se vincula con los tonos camuflaje: los falsos negros y los tonos que emulan la piel de los lagartos y las serpientes.
Conceptos clave: Protección, deportes extremos, outdoor y rol de ganador y vencedor
3. VISION
Una tendencia minimalista que apela a la juventud, la sostenibilidad y a tecnología. Se habla de las utopías: “Hablamos de las ganas de cambiar el mundo desde la happyterapia”, apunta Úrsula Uría. En esta corriente positiva no existe lo feo o lo raro ya que se considera que la belleza está en todas partes, siempre que no sea ofensiva.
Referencias visuales: Los modelos poco convencionales, la feria sostenible de Berlín, el proyecto colaborativo The Student Hotel, la última campaña de ASOS, las últimas campañas de Delpozo, la estética Agatha Ruiz de la Prada…
Siluetas: Las prendas confortables que presentan colores contrastados que sorprenden: amarillos con verdes, verdes con naranjas, naranjas con rosas… También los estampados arty que emulan los aerosoles desde un punto de vista fresco y juvenil, los escotes Bardot que conectan con la nueva sensualidad femenina. Los estampados juegan a divertirse como, por ejemplo, rayas con cuadros… siempre con un color de hilo conductor. Abundan las repeticiones geométricas.
Color: La primera paleta hace referencia a los tonos bebé en su versión más lechosa y descafeinada. La segunda apela a una gama de colores más sorbete con texturas gelatinosas.
Conceptos clave: Utopía feliz, eco conciencia, tecnológico soft, futuro positivo, romanticismo contemporáneo y ser solucionista.
4. SPOTLIGHT
Una tendencia maximalista que apela al glamour y al exceso con aires retro. Hace referencia a las fiestas al aire libre en terrazas y piscinas en escenarios como Las Vegas o Los Ángeles. “Vuelve la mujer sexy, excéntrica y atrevida inspirada en los años 50”, añade Uría.
Referencias visuales: Palm Spring, la pop up de Coco Chanel en Malasia con máquinas expendedoras de belleza, los clubes nocturnos, las fiestas exclusivas, el brilli-brilli, el art-decó, Los Ángeles de Charlie, la belleza de lo sexy, el denim, los brillos de las piscinas de día y de noche
Siluetas: Los vestidos, los monos, las túnicas largas, las mangas abullonadas, los escotes pronunciados… las prendas más sofisticadas en tejidos que irradian luz como lentejuelas o lamés. Se da mucha importancia al complemento. Se llevan también los estampados florales, pero con fondos oscuros
Color: La primera paleta se centra en el color dorado y sus tonos más envejecidos. También en la gama de marrones que recuerda al tabaco y el cuero. La segunda gama de color apela a los violetas, los rojos muy oscuros y los malva que le aportan ese toque sofisticado.
Conceptos clave: Glamour extravagante, hedonista glam, poder del pop, tropical, actitud positiva para tu cuerpo y nuevo empoderamiento.
Hay alianzas potentes, que funcionan a la perfección porque surgen de forma natural y espontánea. Y el resultado salta a primera vista cuando todo un engranaje de profesionales se coordina para conseguir un único objetivo, que va más allá de la sorpresa o la emoción. En este caso, hablamos de la unión entre la moda y la música a través de nuestras últimas colaboraciones que se han visibilizado en la pasada edición del Primavera Sound con nombres de peso dentro de cada disciplina. Sí, podemos decir coloquialmente que Gratacós ha saltado al escenario a través del vestuario de tres jóvenes artistas con muchísimo potencial: Rosalía, Nathy Peluso y María José Llergo.
¿En qué consistió la colaboración?
Siguiendo uno de nuestros principios como empresa que es el de apoyar a los futuros profesionales del sector, sean jóvenes talentos o diseñadores consolidados, y establecer sinergias con ellos, nos surgió un nuevo reto a principios de año muy motivador. Las firmas Dominnico, del diseñador alicantino Domingo Lázaro Rodríguez y la barcelonesa Colmillo de Morsa nos contactaron con un proyecto de colaboración entre las manos que nos enganchó des del primer momento. Estas firmas iban a diseñar en exclusiva el vestuario de Rosalía y de Nathy Peluso, unos diseños que las artistas exhibirían en primera persona durante sus giras promocionales por medio mundo. En el caso del Primavera Sound, también contamos con la colaboración de Manuel Bolaño que quería sorprender con un diseño ideado para la actuación de la cantante María José Llergo.
Estas firmas, que son amigos y clientes, buscaban algo innovador, exclusivo y de calidad para elaborar los vestuarios de las artistas. ¡Algo que causara auténtico furor por su creatividad y exclusividad! Ellos saben que nosotros, como creadores de tejidos, pueden contar con un surtido de propuestas que satisfacen estas necesidades. Es más, en ocasiones, es a través de la materia primera – en este caso el tejido- cuando van surgiendo desde el inicio, las ideas más disparatadas. ¡Y ese punto de experimentación -y algo de locura- nos encanta y nos divierte! Además, creemos firmemente en el proyecto de estas tres firmas y en las personas que hay detrás. Así que estuvimos encantados de colaborar en el proyecto de vestir a tres jóvenes divas de la música actual en el Primavera Sound.
Para la ocasión, Dominnico escogió un maravilloso Jacquard acolchado en rosa chicle con hilaturas irisadas para crear ese despampanante look de amazona que lució Rosalía en su actuación del Primavera Sound. Ese tejido estaba presente en el body que se enfundó la artista catalana con hombreras pronunciadas. El outfit se complementó con una chaqueta y unas perneras a juego, que se definían en la cintura con apliques dorados. Un outfit transgresor, inspirado en el estilo ‘Dirty’ de Christina Aguilera, que contó también con el diseño y estilismo de Daikyri, hermana de Rosalía. A nadie dejó indiferente este vestuario. Hablamos del valor seguro que supone Domminico, que ya cuenta como clientas a otras artistas de la moda y el espectáculo a nivel internacional como Lady Gaga que se ha vestido de la firma en tres ocasiones.
En el caso de Colmillo de Morsa, su reto era vestir a Nathy Peluso, la artista argentina afincada ahora en Barcelona que triunfa por su música: “es capaz de hacer hip-hop bailable y acompañado de jazz”, y por su estética trap que seduce a los jóvenes de la generación Z. De hecho, recientemente diseñó para Berskha una colección cápsula donde plasmó sus referentes estéticos. La diseñadora Elisabet Vallecillo eligió un bordado de algodón para confeccionar los metros y metros de volantes que utilizó para diseñar la espectacular falda en cascada y el top con escote cruzado que llevaba la artista argentina. El bordado era blanco y la diseñadora lo tiñó a posteriori para conseguir este tono rojizo tan exuberante para un atuendo inspirado en La Habana.
Por último, Manuel Bolaño se encargó de idear un espectacular abrigo para María José Llergo. La cantante cordobesa de 24 años, residente en el barrio de Gràcia de Barcelona, es una de las jóvenes promesas de la música de autor con canciones, que ella misma escribe y compone, con un estilo muy singular de raíz flamenca y muy vinculado a su tierra de origen. Bolaño escogió para ella un tafetán negro para confeccionar un precioso y contundente maxi abrigo que no pasó desapercibido entre los espectadores del Primavera Sound.
Lo más apreciado es que en los tres looks, los diseñadores respetaron la estética de cada artista, sin perder su esencia como creadores. Es aquí cuando se da esa fusión mágica entre moda y música. ¡Todo un arte!
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Recuerda su nombre porque no ha hecho más que empezar y su aura ya brilla con fuerza dentro del panorama de jóvenes talentos de la moda española. Se llama Carlota Barrera, tiene 26 años y proviene de Gijón. Ella iba para arquitecta, pero la moda se cruzó en su camino y su arriesgada apuesta por dar un giro contemporáneo a la moda masculina española ha convencido a los expertos que la han galardonado recientemente con el premio Vogue Who’s On Next 2019. Este galardón, que se entrega anualmente, es una iniciativa internacional de la revista Vogue, que en España supone el mayor premio de la moda española al tener una dotación de 100.000 euros de la mano de Inditex, que apoya la iniciativa desde la primera edición. Un premio económico en reconocimiento al talento que tiene como objetivo desarrollar un plan de negocio, e incluye también la inscripción automática en ACME (Asociación de Creadores de Moda de España), la posibilidad de participar en la siguiente edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, así como contar con el apoyo de la influyente revista.
El controvertido Jean Paul Gaultier, Presidente del Jurado, fue el encargado de desvelar el nombre de la ganadora durante la ceremonia. Los otros dos finalistas de esta octava edición fueron el diseñador sevillano Ernesto Naranjo y la pareja madrileña Oteyza. Este premio supone un respaldo para la carrera profesional de la diseñadora asturiana residente en Londres, tal y como ha venido ocurriendo en ediciones pasadas con ganadores como Marcela Mansergas, Juan Vidal, Maria Ke Fisherman, ManéMané, Moisés Nieto, Leandro Cano y Palomo Spain, galardonado en 2018. Carlota Barrera pasa así a formar parte de ese elenco de jóvenes prometedores de la moda española. La llamada Generación Who’s On Next.
Un giro a la moda masculina
Carlota Barrera es asturiana, pero reside en Londres. De hecho, su carrera empezó en la capital británica, después de sacarse un master en el London College of Fashion y tras trabajar en varias casas de alta costura. En 2018, la joven diseñadora decidió cumplir su sueño al apostar por una firma que sacudiera la moda masculina española bajo tres pilares básicos: la tradición, la artesanía y la responsabilidad. Esos son los fundamentos de las creaciones que alberga su firma homónima.
De hecho, su joven firma está constantemente implicada en la búsqueda e innovación de los mejores tejidos que provengan de unos procesos respetuosos con el medio ambiente. Y aunque su estudio se encuentra en Londres, desde donde realiza el desarrollo de la marca, presenta sus colecciones en España, y sus productos más emblemáticos son aquellos hechos con materiales que evocan su país de origen. “Somos una pequeña marca que considera imprescindible tener el control de la cadena de valor y poder mantener unos valores éticos y justos en todos sus procesos”, aseguró la diseñadora en la entrega del premio.
Carlota Barrera diseña para un público de 20 a 45 años. Un hombre joven que busca patrimonio, lujo y sofisticación en un tipo de prendas que siguen los mandatos de la sastrería clásica con sus patrones limpios y sus motivos artesanales, pero con un enfoque más moderno y estético. Lo de antes con una visión actual. Aunque su principal cliente sean hombres, Carlota Barrera también viste a mujeres que se sienten atraídas por la imagen masculina y su indumentaria. Entre sus principales objetivos se encuentra obtener notoriedad de marca, desarrollarla y realizar una expansión internacional haciendo hincapié a la moda autóctona y en la cultura de las raíces.
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Su primera colección masculina fue “El Matador y el Pescador” y la misión que se marca en cada propuesta es conseguir la máxima calidad en sus colecciones, uniendo tradición y contemporaneidad para satisfacer la demanda del hombre más vanguardista. Esta inyección económica y el respaldo de Vogue pueden significar un cambio enorme en la proyección de Carlota Barrera y un buen empujón para tirar hacia adelante esta joven firma que tiene –y seguramente tendrá- mucho que explicar. La carrera de la diseñadora asturiana no ha hecho más que empezar.
Corren buenos tiempos para el arte más efímero de todos: el arte floral. En la última década, el sector vive una revolución que se traduce en un aumento de diseñadores, floristerías, técnicas y composiciones que se salen de lo convencional y asaltan todos los terrenos, más allá de la moda. La creatividad al servicio de las flores en la elaboración de auténticas obras de arte que cobran de por sí, un nuevo significado, alejado del puramente ornamental o estético. Obras de arte perecederas donde la belleza frugal es más apreciada que nunca. Esa es en parte su gracia –o su magia-.
Para adquirir conocimientos en este arte, nos hemos inspirado en un libro: ‘Blooms: Contemporary Floral Design’, publicado por Phaidon hace unos meses. Una obra visual que recoge las composiciones de los 80 diseñadores florales contemporáneos con más influencia del mundo. Aquellos que amplían los límites de su arte y lo llevan a nuevos terrenos donde las flores dialogan con las emociones creando lenguajes poéticos. Un libro didáctico y entretenido que repasa la trayectoria y los trabajos de los creativos de los pétalos cuyas obras son ya un referente en la cultura visual actual y el mundo del diseño.
A continuación, te mostramos algunos de los más notorios a modo de resumen:
- A.P.BIO (Nueva York)
Este estudio neoyorkino es uno de los claros exponentes en elevar el diseño floral al arte. Su fundadora Doan Ly y su equipo crean diseños que se salen de los circuitos convencionales para eventos y editoriales de moda. Sus creaciones combinan flores con otros productos de consumo, creando composiciones abstractas con una misma textura, luz y color con un mensaje a veces, algo incómodo.
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Cecilia Fox (Melbourne)
Melanie Stapleton es una de las floristas contemporáneas más notorias en Australia. En su estudio floral, Cecilia Fox se guía por la belleza fugaz de las flores y de las estaciones, siempre cambiantes para crear composiciones acordes con cada época del año. A Melanie le apasiona la naturaleza y su salvaje abundancia y en sus creaciones se aprecia la forma, la textura y el color en composiciones experimentales que son una oda a la botánica.
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Julius Iversen (Copenhagen)
Julius Iversen dirige Tableau desde Copenhague. Este es uno de sus proyectos más notorios en un concepto de floristería donde mezcla el arte floral con la arquitectura y el diseño. El estilo de Iversen es evocador y dramático con flores exuberantes que contrastan con acabados industriales y detalles como redes metálicas o envoltorio de hormigón. La belleza natural versus la belleza inerte.
- Jéremy Martin (París)
Nacido en Toulouse, Jeremy Martin conserva de su infancia su amor por la naturaleza. Estudió en París el arte floral y entre su obra como diseñador destaca el proyecto Les Ephemeres. Obras donde las flores adquieren otra dimensión al descubrirse nuevos usos o expresiones. Una visión personal y muy poética de la belleza vegetal.
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Lewis Miller Design (Nueva York)
Uno de los floristas con más renombre de la Gran Manzana que dirige su propio estudio. La ciudad es el mejor escenario para las obras de Lewis Miller que sorprende con una serie de arreglos florales que aparecen por sorpresa entre sus espacios más emblemáticos como Central Park, hasta lugares más inesperados, como contenedores de basura. La intención es apelar a la belleza de las flores dentro de la jungla de asfalto.
Desde Gratacós nos inspiramos en las obras de estos creativos florales para presentaros nuestros propios lienzos de flores. ¡Puedes consultar nuestra shop online para ver todos los modelos de la temporada!
Piensa en algo exagerado, piensa en algo extravagante, piensa en algo teatral. ¿Lo tienes? Si es así estás pensando en la estética “Camp”, el neologismo que está de moda actualmente y que marca una tendencia hacia el maximalismo.
¿Qué es el Camp? No es un concepto fácil de abordar a nivel teórico, quizás estéticamente se entienda mucho mejor. Tampoco es un término nuevo, sino una sucesión de ideas que lo dibujan. Su concepción proviene de un ensayo de la escritora Susan Sontag de 1964 titulado como ‘Notes on Camp’, una publicación que aborda esta expresión artística que se revela como una estética compleja que abarca múltiples disciplinas. El camp se define como un movimiento irónico, humorístico, artificioso, teatral, exagerado… que se posiciona entre el arte más elevado y la cultura popular. Entre lo divino y lo terrenal. Lo bello y lo feo que es exuberante, pero estilizado. En los escritos de Sontag se argumenta que el camp es “el amor por lo antinatural: el artificio y la exageración. El estilo a expensas del contenido”.
“Camp va más allá de lo kitsch: sugiere combinar el arte y la cultura pop”
Por ejemplo, Sontag encontró este fenómeno estético, por ejemplo, en las películas de Busby Berkeley y en el actor Victor Mature, en el cine de Maw West y General de Gaulle, en Swan Lake, en los cómics de Flash Gordon, en las pinturas tenebristas de Caravaggio, en el estilo chinoiserie y en la totalidad del movimiento Art Nouveau. La escritora y ensayista desglosa en 58 puntos todas las posibles aceptaciones del término con claras alusiones al cine, a la literatura, la pintura o la arquitectura. Respecto al ámbito de la moda, Sontag también anota referencias explícitas: “Camp es una mujer andando con un vestido hecho con tres millones de plumas”.
Precisamente esta semana se inaugura en The Metropolitan Museum of Art la exposición que da forma a todo este fenómeno a través de más de 250 objetos que datan del siglo XVII hasta el presente. Una muestra que explora los orígenes de esta exuberante estética y cuenta con un apadrinamiento de lujo que abandera precisamente una de las firmas que más se alinea con este movimiento: Gucci con su director creativo Alessandro Michele, representan ahora mismo una nueva inspiración de lo Camp en pleno siglo XXI.
¿Dónde surge el Camp?
Susan Sontag sitúa sus orígenes en pleno siglo XVII en la corte francesa bajo el reinado de Luis XIV. El mismo Rey Sol construyó Versalles, una poderosa fortaleza y un deslumbrante escaparate para que la nobleza estuviera reunida para goce y disfrute del monarca. Fueron en las ostentosas salas de Versalles donde se elaboraron un protocolo y unas demandas de vestimenta para el rey y su corte que obligaron a despilfarrar grandes sumas de dinero para mantener las apariencias. Literalmente.
A la muerte de Luis XIV floreció el estilo rococó en moda, caracterizado por el exceso, los volúmenes, las siluetas arquitectónicas y mastodónticas que servían principalmente para el adorno, acompañado de accesorios, lazos, bordados, pelucas… que potenciaban esta artificiosidad. La opulencia tocó techo hacia 1770. Tras algunas incursiones anecdóticas en el siglo XIX, la palabra ganó popularidad a principios del siglo XX entre los homosexuales de la época, donde encontraban en lo Camp todo un lenguaje lleno de significados. Un accesorio en concreto, un tejido en un zapato, una ropa demasiado ajustada, un determinado color. Más tarde, Andy Warhol también se inspiró en el término para hacérselo propio dentro la cultura pop. Diseñadores como Elsa Schiaparelli, Jean-Paul Gaultier, John Galliano, Marc Jacobs, Erdem, Cristobal Balenciaga y Thom Browne entran dentro de lo Camp, así como la nueva generación como Molly Goddard, Richard Quinn, Matty Bovan o Palomo Spain, para citar algunos. En la exposición “Camp: Notes on Fashion” también se citan otros diseñadores emblemáticos y legendarios como Paul Poiret, Marc Jacobs y Karl Lagerfeld a través de varios vestidos y looks que conforman la exhibición.
Camp en la MET Gala
Como aperitivo a la exposición, el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York recibió a las celebridades y a los filántropos más estilosos del planeta en la fiesta que tradicionalmente organiza cada año Anna Wintour: el MET Gala que se celebra todos los primeros lunes de mayo en esta emblemática ubicación neoyorquina. Una fiesta solidaria que se equipara con los Oscar a nivel mediática. Así bajo una nube de flashes en la alfombra rosa y el hashtag #MetCamp en las redes sociales, los mediáticos invitados exhibieron sus extravagantes atuendos inspirados, como no podía ser de otra manera, en la temática de la exposición, Camp: Notes on Fashion. De hecho, fue el británico Andrew Bolton, conservador jefe del Instituto del Vestido, el responsable de escoger la temática.
Además de la famosa editora de la omnipresente Vogue USA, la fiesta contó como anfitriones con Alessandro Michele al frente de Gucci, la reina del pop Lady Gaga, el cantante Harry Styles y la tenista Serena Williams.
Entre este popular desfile de vanidades hubo aciertos y errores, la temática no es fácil precisamente. Muchos fueron los looks que nos sorprendieron y citaremos algunos que nos inspiraron como, por ejemplo, la performance que hizo Lady Gaga con su despampanante vestido fucsia de Brandon Maxwell que se fue quitando poco a poco, con otros dos cambios para quedarse al final con un conjunto de lencería, unas medias de red y unas botas con plataforma. O la luz que trajo Katy Perry vestida de candelabro, una obra de Moschino. De Gucci fueron muchas celebridades, aunque destacó Jared Leto quien posó con una réplica de su cabeza como ya hicieron los modelos de la firma italiana en su desfile otoño-invierno 2018. La top Cara Delevinge apareció con un sorprendente Dior alta costura multicolor de inspiración arco-iris. El actor Billy Porter, conocido por la serie Pose, regaló a los asistentes un momento de oro al presentarse como una auténtica divinidad egipcia. La actriz y cantante Zendaya se convirtió en una Cenicienta moderna por gracia de Tommy Hilfiger o la siempre arriesgada Janelle Monae se visitó de obra de arte gracias al diseñador Christian Siriano.
Muchas fueron las propuestas en una de las noches más inolvidables del año donde se dio rienda suelta a la creatividad. Efectivamente, tampoco faltaron las plumas. Desde Gratacós también nos hemos inspirado en los tejidos que nos sugieren esta estética Camp bajo el lema: Lo artificioso como tendencia.
Londres rinde homenaje a Mary Quant (Inglaterra 1930), leyenda viva de la moda y culpable de alborotar toda una época: los años 60 con una prenda de lo más irreverente, la minifalda. Aunque se disputa la autoría de tal prenda con el modisto francés André Courrèges, “la madre de la minifalda” supo popularizarla y acercarla a todo el mundo. “El objetivo de la moda es hacer que la ropa esté disponible para todos”, solía recordar. Ahora el museo Victoria&Albert ensalza a esta diseñadora que revolucionó la escena de la moda en aquella década de ebullición para que las nuevas generaciones conozcan de cerca su gran contribución. En palabras de Jenny Lister, una de las comisarias de la exposición, “Mary Quant es conocida como la artífice de la democratización de la moda en el Reino Unido”.
El origen de la minifalda está conectado con la música, el baile y la moda urbana del momento. Se dice que nació a finales de los años 50 en Norteamérica y para bailar los nuevos ritmos de swing y rock, las faldas poco a poco se fueron acortando. Quien captó esta progresiva regresión y este cambio fue Quant, quien en 1955 abrió una pequeña boutique llamada Bazaar en la calle de King’s Road en el barrio de Chelsea. Para darle visibilidad, Quant fue de las primeras en adoptar esta prenda que dejaba al descubierto piernas, rodillas y algo de pantorrillas, un verdadero escándalo en una época donde se desafiaban los convencionalismos. Poco a poco, desde su pequeña tienda en Londres, la diseñadora captó la atención de los jóvenes y de la propia industria que veía en sus minifaldas y petos de colores llamativos y acabados brillantes un atisbo de rebeldía, transgresión y frescura, tres conceptos que ligaban con la manera de pensar de las nuevas generaciones.
Mary Quant es la artífice de la democratización de la moda en el Reino Unido
Quant no tenía formación especializada en moda y de hecho sus creaciones eran el resultado de un aprendizaje personal que incluía la experimentación con diferentes materiales. Fue esa valentía y actitud rebelde que sedujo a la industria y se convirtió en un referente para las mujeres de la época. Junto a la modelo Twiggy, Mary Quant logró que esta corta prenda se convirtiera en la marca registrada no solo de su marca de ropa sino también de toda una década. Había nacido un símbolo. Tanto fue su éxito que, en 1966, la reina Isabel II le concedió la medalla de la Orden del Imperio Británico por su contribución a la moda, distinción que recogió en Buckingham ataviada con una de sus minifaldas.
La exposición expone 200 piezas en las que se refleja la colorida e innovadora identidad de la diseñadora británica. Incluye las famosas faldas junto con otros diseños, así como accesorios y cosméticos, en un llamativo recorrido cronológico que abarca desde 1955 a 1975. Entre accesorios y vestidos, el museo también recopila una selección de prendas y fotos de mujeres anónimas luciendo los diseños de Quant que evidencia la importancia de la minifalda para la moda de una década. La muestra estará abierta al público hasta el 16 de febrero de 2020.
¿La moda es arte? Es una de las grandes cuestiones que lleva de cabeza a los creativos de la industria, así como otras figuras dentro y fuera del sector que abogan por darle un merecido sitio dentro de las disciplinas artísticas. Un reconocimiento al talento y saber hacer de su creador. Ahora mismo no entraremos en este tipo de discusiones, pero sí que vamos a analizar como la moda siempre ha mantenido una conexión con el arte y la cultura, y éstas han resultado ser inspiradoras para muchos creativos que no han dudado en plasmar sus técnicas o sus obras más representativas en las prendas de cada temporada.
Un breve repaso en la historia
En la historia ha habido momentos clave que evidencian esta simbiosis compartida que mantienen la moda, con el arte y la cultura. Por ejemplo, en los años 20-30 en pleno movimiento del diseño Art Déco, la moda influyó en el arte. Era una época donde París era la capital de las tendencias con casas como Lanvin o Poiret y pintores como George Barbier, Etienne Drian o Armand Valle, elaboraban ilustraciones de moda que fueron consideradas obras de arte. En el período de entreguerras, los diseñadores se fascinaron con el surrealismo y se crearon sorprendentes alianzas. Un ejemplo fue el famoso Lobster Dress creado por Elsa Schiaparelli y Salvador Dalí. En la década de los 60, el diseñador francés Yves Saint Laurent se inspiró en la obra del pintor vanguardista holandés Piet Mondrian y sus creaciones causaron furor en la época. Fue la época dorada del movimiento pop que se presentó como un reflejo de los cambios sociales que se estaban experimentando en Estados Unidos e Inglaterra. Una nueva tendencia artística que surgió como respuesta al expresionismo abstracto. Artistas como Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Stuart Davis… sedujeron también a los diseñadores de moda como Versace, Prada y Gucci con su oda a la modernidad, la psicodelia, la geometría y los colores vivos que se hicieron presentes a través de toda una explosión visual para el consumidor.
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Si nos ceñimos a la actualidad, a lo que hemos visto recientemente, podemos decir que moda y arte convergen constantemente con influencias pictóricas eclécticas que van del expresionismo y el movimiento abstracto a lo más evidente. Pintores como Jackson Pollock, Vasili Jandinski, Miquel Barceló, Paul Klee… son nuevos referentes de la moda actual que se trasladan a la pasarela a base de brochazos y el uso de la paleta de colores más viva. Firmas como Marni, Dries Van Noten, Sacai, Louis Vuitton o Loewe han exhibido sus estampados arty sin pudor. También mencionar las manchas coloristas de algunos looks de Moschino combinadas con medias en zig-zag que se asemejan a los trazos de los dibujos animados. ¡Jeremy Scott siempre se divierte!
¿Y cómo se traslada a la calle?
Los estampados pictóricos son originales, frescos y extremadamente visuales, y ese último atributo es, a su vez, su punto fuerte y débil. Estos prints son fáciles de llevar porque centran toda la atención en cualquier look, per no admiten otras prendas o complementos estampados que compitan con ellos. No es lo mismo inspirarse en un cuadro que ir hecho un cuadro. Para buscar el punto de equilibro hay que encontrar refugio en las prendas de corte minimalista y la gama de neutros que puedan acompañar la ropa de estampado artístico. Gabardinas, blazers, faldas asimétricas y vestidos vaporosos son los mejores lienzos para exponer toda la creatividad que otorgan los prints artísticos.
Desde Gratacós, queremos proponerte algunos tejidos arty de nuestra colección primaveral, inspirándonos también en las tendencias vistas en la calle. ¿Qué os parecen?
Vuelve una nueva edición del Moritz Feed Dog, el único festival dedicado al documental sobre moda que se celebra del 28 al 31 de marzo de 2019 en Barcelona. Este evento audiovisual es especial porque se centra en el género del documental y la obra de autor y tiene a la moda como clara protagonista, entendida siempre como una expresión cultural amplia y diversa. Bajo el lema, “La moda es cultura”, Moritz Feed Dog propone mostrar la riqueza y la complejidad de la moda como fenómeno cultural vivo en transformación y como reflejo de la sociedad y su historia. Este festival nació en 2015, en un contexto en el que la moda había ganado un merecido lugar en los museos y en las agendas culturales de las principales capitales internacionales.
Como en cada edición, el Moritz Feed Dog propone un recorrido a través del universo de la moda que abraza a todos los actores de la industria de la moda, más allá de los creadores o diseñadores: los fotógrafos, los personajes de la sociedad, el oficio y los artesanos, los mecanismos de la propia industria, los periodistas, los críticos… y siempre desde un punto de vista puesto en la pasarela más grande del mundo, la calle.
Una nutrida programación
En esta ocasión, Moritz Feed Dog 2019 inaugura su programación con el documental Yellow is Forbidden de Pietra Brettkelly. Una obra que retrata la figura de la diseñadora Guo Pei, uno de los grandes nombres de la moda china, descubierta en el mundo gracias a un vestido amarillo que Rihanna llevó a la gala del Met 2015. El documental se centra en la colaboración colección que Pei presentó en París, convirtiéndose en la primera asiática en alcanzar la meta. Un filme que retrata las luces de la prestigiosa firma de alta costura, pero también revela alguna verdad incómoda.
Por su parte, la película Halston de Fréderic Tcheng será la película de clausura. Un filme que retrata el auge y la decadencia de Halston. Un creador que pasó de hacer los sombreros Bergdorf Goodman para convertirse en el rey de la moda americana y luego, fue desahuciado de su trono. Un drama lleno de lujo y excesos.
Entre la inauguración y la clausura se proyectarán películas dedicadas a indagar en el universo creativo y las intimidades de los diseñadores como Jean Paul Gaultier: Freak and Chic y su circo de excentricidades o McQueen que retrata al diseñador británico como lo que fue: un genio en la pasarela y un alma torturada fuera de ella. También destacan filmes dedicados a dos míticos fotógrafos: Peter Lindbergh y Bill Cunningham, entre otros títulos destacados.
Invitados especiales
Moritz Feed Dog también dedica parte de su programación a reflexionar sobre la moda y crear debates en paralelo a las proyecciones audiovisuales. En esta edición, el festival ha confirmado la presencia del diseñador Miguel Adrover, premio Nacional de Moda 2018 y la colaboradora habitual del New York Times Dana Thomas, autora del libro ‘Gods and Kings: The Rise and Fall of Alexander McQueen and John Galliano’. Por último, también contará con la presencia de Roland Ballester, productor de Halston.
Además, el festival también ha confirmado las actividades paralelas que tendrán lugar alrededor de la programación: Belleza convulsa. Alexander McQueen & Leigh Bowery. Este año es la primera vez que una mesa redonda está vinculada a dos documentales de la programación del festival. En este caso, poniendo el foco en el trabajo y trayectoria de dos creadores cuya obra ha dejado un profundo legado, por su capacidad de expresar sus ideas, sentimientos y obsesiones a través del cuerpo y la moda. En la mesa redonda participarán Dana Thomas, Leticia García directora de moda en Fashion & Arts y Ángel Vilda, director creativo de Brain & Beast y director departamento de moda de IDEP.
Por último, también se ha programado una mesa redonda dedicada a recuperar la tradición textil. Bajo el título Tejer futuro, se hablarán de cuestiones como la relación entra tradición textil y cultura, la conexión de las técnicas artesanales con la identidad de una comunidad y el poder transformador de proyectos pequeños y sostenibles alejados de los estudios de mercado y las estrategias económicas.
Toda la programación, así como los horarios los tenéis en la web del Moritz Feed Dog 2019. ¡Desde Gratacós no nos lo perderemos!