Gratacós finaliza el mes de abril haciendo un repaso de las primeras pasarelas españolas del año: Mercedes-Benz Fashion Madrid en formato híbrido y 080 Barcelona Fashion con colecciones presentadas a través de fashion films. Estos son las propuestas, los diseños y los looks que hemos encontrado en los desfiles y que están elaborados con varios tejidos de temporada. ¡Gracias a todos los diseñadores por confiar en nosotros!
Mercedes-Benz Fashion Week
Los souvenirs de Brain&Beast
Ángel Vilda, alma mater de Brain&Beast ha transmitido en la pasarela madrileña, el concepto de memoria y nostalgia, a través de los recuerdos familiares con la nueva propuesta ‘Souvenir’. Así, el transgresor diseñador, que pone patas arriba, la forma, el volumen y el color en cada colección, ha indagado en su infancia para reproducir prendas que le han marcado y que constituyen en sí objetos de valor: los estampados del vestido que llevó su abuela a la boda de su madre, un abrigo que recuerda la bata que esta usaba en sus vacaciones en Salou, el batín de su abuelo reconstruido… Toda esta memoria personal coge forma a través de sus habituales tics en diseño: los patrones oversize, las superposiciones de capas y texturas, los motivos geométricos y algunos símbolos inspirados en la cultura contemporánea que mezclan ironía y humor. Una firma que combina un potente discurso social con una fuerte identidad visual y que ha conseguido afianzarse dentro del panorama con su irreverente estilo. En Brain&Beast no se deja nada al azar.
El arte del volumen de Isabel Sanchís
La diseñadora valenciana vuelve a magnificar la feminidad de la mujer a través de una nueva colección otoño/invierno 2021/2022 llena de piezas con siluetas intensas y volúmenes de inspiración escultural que apelan los cinco sentidos. Para recrear estas figuras arquitectónicas, Isabel Sanchís se alía de elementos como hombreras que aportan volumen y cierto aire futurista, drapeados, bordados, motivos entrelazados, flecos y apliques de silicona. A nivel de color, acompañan los tonos neutros, gobernados por el gris, pinceladas de fucsia, amarillo y naranja en looks estratégicos que rebajan el volumen y potencian la silueta femenina.
Maison Mesa, la vida es una fiesta
Juan Carlos Mesa ha contribuido activamente a la visibilidad y desarrollo de la moda española. Con su firma propia, Maison Mesa creada en 2017, el diseñador expone su peculiar visión de la moda en clave contemporánea juntando la tradición (materiales, técnicas clásicas y artesanales de la costura) con las nuevas tecnologías (impresión 3D y materiales experimentales). Bajo este concepto, se presentó la última colección titulada ‘Rave’, inspirada en la historia y la evolución de estas fiestas bohemias nacidas en Londres en los años 50 que se han transformado a lo largo de las décadas en sonados eventos de música electrónica.
Para representar este espíritu de evasión a través de la fiesta, Juan Carlos Mesa se alía de líneas limpias y sencillas, repletas de referencias del vestir urbano que destacan por la comodidad y la libertad de movimientos: pantalones y monos anchos, bombachos junto a prendas oversize, bolsillos cargo, capuchas y cierres de cremalleras, gomas o automáticos, herencia de las prendas sport. En cuanto a tejidos, el diseñador utiliza una sorprendente mezcla de telas combinadas entre sí: sargas de lana, satén y lúrex, mezclas de crepes con denim o tejidos acolchados con efecto 3D junto a tules. Todo bajo una gama de color que abarcaba desde los colores más puros y primarios como verdes amarillos o magentas, a los tonos burdeos, índigo, gris, blanco o negro junto a toques de dorados y plateados.
Los desfiles OFF
En paralelo al calendario oficial a la Mercedes-Benz Fashion Madrid también se programaron los desfiles OFF que están protagonizados por los jóvenes creadores de la pasarela.
En estos desfiles alternativos destacamos a diseñadores que confían habitualmente en nuestros tejidos como Dominnico. Esta vez, Domingo Rodríguez Lázaro se inspira en la crisis social del coronavirus para crear el imaginario de un futuro incierto a través de la generación de jóvenes que desean sociabilizarse en un momento de parón emocional. Para recrear esta preocupación, Dominnico hace un ejercicio de upcycling, recuperando parte del inventario de piel de pelo de la marca para crear nuevas piezas. Además, se da protagonismo al tejido denim que aparece con estampados exclusivos y también a una nueva línea de moda genderless.
Por su parte, Pilar Torrecillas de la firma Pilar Dalbat ha presentado una colección dedicada a la figura de Mariano Fortuny Madraza, aprovechando el 150 aniversario del nacimiento del célebre pintor granadino. Destacar los diseños femeninos protagonizados por nuestros tejidos con pequeños flecos que hacen un interesante efecto pelo.
La firma Corsicana de Paula Currás acostumbra a fusionar en sus desfiles, diferentes disciplinas e intereses: moda, diseño, cine o música en una misma aparición. La última colección se centra en el hogar como espacio de inspiración. ‘La Casa’ representa una reflexión en un entorno de intimidad e introspección a través de diseños fluidos de inspiración urbana, prendas sartoriales y tejidos plisados que se combinan en una gama de color muy controlada.
Por último, Montenegro, el debut de Nicolás Montenegro en la pasarela madrileña con una propuesta pret-à-porter inspirada en el sur de Marruecos. En las creaciones del sevillano abundan los vestidos camiseros inspirados en las chilabas marroquíes con materiales como la seda. Los puños extremadamente llamativos y cuellos con carácter son algunos de los detalles que el creador aplica a sus camisas. Piezas de excepción que se salpican de encaje, volantes y delicados acabados siempre coronados por botones realizados de forma artesanal para la firma.
080 Barcelona Fashion
El glamur de Avellaneda invade la pasarela catalana
Juan Avellaneda ha abierto el calendario del 080 Barcelona Fashion con una propuesta que invita a soñar a través de looks sofisticados llenos de fantasía que conectan con la belleza, la alegría, la evasión y las ganas de celebrar la vida. Así, en la propuesta ‘La nuit éclairée’, el diseñador de las celebrities apuesta por los rasgos característicos que conforman su ADN: el esmoquin para hombre y mujer y los patrones clásicos de camisería y sastrería e introduce novedades como los estampados inspirados en la porcelana china y una colección de vestidos que nacen inspirados por prendas de sastrería. La gama cromática hace un regreso a lo esencial a través de colores puros y enérgicos como el blanco, el negro, el rojo y el azul Klein que remiten a la cultura mediterránea y a su celebración de lo esencial.
La magia de Menchén Tomàs
Menchén Tomás se inspira en el ‘Duende’ para la próxima colección Primavera-Verano 2021, es decir, en el talento innato e intangible que provoca unas sensaciones casi mágicas en aquel que lo presencia. En un ambiente de cuento y con varios elementos que hacen referencia al tarot, Olga Menchén hizo gala de su habitual destreza en el diseño a través de una colección sofisticada y femenina, repleta de volúmenes volátiles, tejidos iridiscentes, colores radiantes, evocadores vestidos largos donde se aprecia la artesanía: estampados propios de cartas astrales, flores bordadas y un laborioso vestido nupcial con casi un centenar de piezas cosidas a mano que cerraba el desfile. El uso de gasas estampadas y sedas con inspiración oriental con colores como el azul porcelana, el verde manzana o el naranja mandarina le dan a la colección un aire enérgico.
La artesanía experimental de Y_Como
Nacida durante el confinamiento, Y_Como es la nueva aventura de las hermanas Cristina y Yolanda Pérez, fundadoras de Yolancris, la firma catalana de alta costura que ha desfilado en París. Esta nueva marca nace con la voluntad de explorar los procesos creativos de las piezas experimentando a través de innovadoras técnicas, tejidos y siluetas. Precisamente, la colección debut presentada en el 080 Barcelona Fashion es una declaración de intenciones: reclama el espíritu de libertad a través del poema humanista ‘If’ de Rudyard Kipling en un manifiesto que también combina el movimiento Arts&Crafts del diseñador William Morris y la arquitectura naturalista de Antoni Gaudí. Así, la propuesta de gran riqueza visual resulta a la práctica una gran exhibición de la maestría de la artesanía y la experimentación de sus diseñadoras. Destacan en especial la manera minuciosa con la que han trabajado el denim a través de drapeados, plisados y bordados a mano, y los estampados y bordados artesanales con motivos florales y vegetales. Una exquisita propuesta hecha con las manos que marca la diferencia.
El amor libre de Paola Molet
Por último, destacamos también a Paola Molet que ha debutado en la pasarela catalana con su firma homónima creada hace 6 meses. Su estilo se define como neorromántico y la colección es genderless, que no tiene un género determinado, con piezas que pueden ser intercambiables. La propuesta para el próximo invierno habla de cómo la sociedad entiende el amor y la búsqueda de la felicidad siguiendo o no los cánones establecidos. La joven diseñadora transmite esta búsqueda en diseño a través de looks rígidos, tupidos, duros y de formas rectas que se combinan con siluetas deconstruidas y tejidos contrapuestos. La propuesta se tiñe de blanco y negro en su mayoría, con alguna pincelada de rojo.
¡Espero que hayáis disfrutado de las colecciones tanto como nosotros!
El sector nupcial se encuentra en pleno proceso de transformación para adecuarse a las idas y venidas que imponen las restricciones de la pandemia y las fases cíclicas de las constantes desescaladas. La crisis del coronavirus les ha estallado de forma directa y fulminante afectando a todos sus agentes: desde la restauración, a los centros de belleza hasta el sector textil. Y desde hace un año, el mundo de las ceremonias pisa a fondo el acelerador para adecuarse a estos cambios precipitados.
Los datos hablan por sí solos: en 2020 se pospusieron alrededor de 125.000 eventos, según los datos de la Asociación de Profesionales de bodas de España (APBE). Cada una de estas cancelaciones ha supuesto pérdidas de unos 25.000 euros y un total de 2 millones de puestos de trabajo que no se han podido generar. A día de hoy, se hace muy difícil de predecir cuándo volverá la normalidad en el sector nupcial: la pandemia y su consecuente crisis económica vuelven a generar incertidumbre en 2021 y es muy posible que trastoque el calendario de los próximos dos años.
Dentro del sector textil, que es lo que nos atañe, la ausencia de nuevas novias y la disminución del número de invitados en las bodas, que actualmente son más íntimas, ha reducido la compra de vestidos de novia y también de materias primas, es decir, tejidos. Unos descensos que también han perjudicado, por extensión, a los trajes de fiesta e invitados.
Por todo ello, este proceso de cambio y adaptación a la situación actual, ¿modificará la estética tradicional de los vestidos, la forma de comprarlos o la cantidad de dinero que invierten las novias?
No es fácil saber hacia donde se dirigirá el sector, pero desde Gratacós mantenemos nuestra oferta de tejidos nupciales a disposición de todas las novias que apuestan por casarse en estos tiempos difíciles. Como fabricantes de tejidos y analizando las grandes firmas y diseñadores especializados, pronosticamos algunas tendencias en vestidos para las novias de 2021 y 2022.
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La estética tradicional nupcial pierde fuerza
La estética tradicional nupcial se mantiene, pero pierde fuelle. Esta tendencia se debe a dos factores: las novias, tanto las millennials como las primeras de la generación Z, prefieren romper con lo clásico, atreviéndose con nuevas siluetas que van más allá del vestido de una sola pieza como el traje de chaqueta, ya sea con pantalón o con falda de tubo. Una oportunidad de desdibujar las concepciones clásicas sobre cómo debe ir vestida una novia. Por otra parte, las celebraciones más íntimas, privadas e informales influyen en el vestuario con atuendos más relajados que rehúyen de lo rígido y lo encorsetado.
En cuanto a estilos, convergen dos tendencias antagónicas: el retorno del minimalismo con su elegante sencillez frente al romanticismo recargado. La primera apuesta por los vestidos lisos de líneas limpias, estructuradas y reutilizables. Si la economía en 2021 y 2022 será más austera, es coherente que esta contención se vea reflejada en los vestidos de novia. Esta corriente minimalista también apuesta por la sencillez y la comodidad a través de piezas que facilitan el movimiento y se pueden adaptar en múltiples contextos. En el otro extremo, se niegan a desaparecer los vestidos de inspiración romántica con sus volúmenes, superposiciones, encajes y volantes. Un tipo de atuendo para las novias soñadoras que quieren disfrutar de su boda con un vestido a medida que sea memorable. Estos vestidos son ricos en tejidos con especial atención a los que aportan una mayor opulencia: tules, bordados, efectos ornamentales, aplicaciones florales…
Si que es verdad que, a medio camino del minimalismo y la opulencia, existen un sinfín de propuestas que equilibran la balanza con vestidos que fusionan las dos corrientes y se desviven por el detalle que se percibe en los fruncidos, en los drapeados, los detalles en los hombros o las aberturas inesperadas. También ganan peso, los vestidos con volumen y las faldas amplias a través de patrones que se ensanchan en el bajo para darle más protagonismo
En paralelo, en los últimos años han surgido colecciones prêt-à-porter que complementan el vestido con piezas mucho más informales y versátiles. Estas pueden ser creadas a medida o bien, producidas en serie. También existe una tendencia al alza de los complementos vintage que dan un nuevo retro al look nupcial. Para las bodas de otoño e invierno, las prendas de abrigo han encontrado un nuevo filón dentro de la inestabilidad: capas, chaquetas de punto, abrigos del mismo tejido que el vestido…, así como varios complementos y accesorios que adornan la novia.
El detalle es lo que importa. Sea como sea el estilo nupcial elegido, hay algunas tendencias que se afianzan en los últimos años. Una de ellas tiene que ver con las mangas que están acaparando todo el protagonismo de los vestidos de novia. Se llevan las mangas largas, las mangas puffy, muy fruncidas en codos o puños, las mangas abullonadas y las mangas con hombros muy pronunciados como los blazers inspirados en la década de los 80.
En cuanto a cuellos y escotes, conviven los cortes pronunciados con los cerrados y ganan peso las superposiciones. A su vez, el reinado de las flores se ve amenazado por un nuevo detalle que gana presencia en cada vez más diseños nupciales: las plumas. Un recurso que añade elegancia, delicadeza y movimiento al vestido de novia. Por último, anotamos una curiosidad que percibimos dentro del estilo barroco: el velo vuelve a estar de moda y todo apunta que la tendencia se mantendrá e irá en aumento en los próximos años.
Como fabricantes de tejidos, en Gratacós disponemos de una colección específica, que se renueva cada año, para que las novias puedan encargar el diseño de su propio vestido. En cuanto a tendencias de consumo, sí que observamos ciertos cambios. La organza es uno de nuestros tejidos estrella si tenemos en cuenta que los vestidos de novia más demandados son los que tienen volúmenes, capas y transparencias. Esa organza se trabaja con bordados, encajes de red y hasta flores 3D. También ganan peso los crepes con toques rústicos, los tejidos de efecto arrugado y los brocados. De hecho, hay una demanda creciente hacia la artesanía y un retorno a los detalles como la pasamanería y los bordados. Al otro extremo, los tejidos de satén son ideales para los vestidos lisos, tipo lenceros. También abundan las combinaciones sorprendentes como la rafia de algodón y el mikado de seda que pueden convivir en un mismo vestido.
¡Acércate a nuestro espacio en Barcelona para descubrir la nueva colección de tejidos nupciales!
Lo ha vuelto a hacer. Mans Concept Menswear se ha llevado otra distinción que avala su originalidad, buen saber hacer y proyección futura que tiene esta revolucionaria firma de sastrería masculina, creada por Jaime Álvarez (Sevilla, 1994).
Esta vez, MANS ha sido el ganador del premio Vogue Who’s On Next 2020, un prestigioso galardón que tras nueve años consecutivos apoyando el talento emergente se ha convertido en el más importante de la moda española al estar dotado de 100.000 euros para desarrollar un plan de negocio, gracias a la colaboración de Inditex. Este premio también incluye la inscripción en ACME (Asociación de Creadores de Moda de España) sin pasar por la votación de la asamblea general y la posibilidad de participar en la siguiente edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Además del apoyo y la cobertura editorial de la revista Vogue España. Mans Concept se impuso así, finalmente a los otros dos finalistas al premio: Dominnico y Ynésuelves.
Un giro conceptual a la tradicional sastrería
¿Y por qué Mans? ¿Qué le hace especial? Si aún no conoces la firma, te interesa seguir leyendo. Mans Concept tiene su origen en 2017, en el proyecto de tesis del joven sevillano, Jaime Álvarez tras sus estudios de Diseño de Moda en el IED de Madrid. Su propósito era revolucionario: forjar un nuevo concepto de masculinidad a través de la sastrería, desafiando sus códigos más tradicionales. Precisamente, el nombre Mans procede de Demans, de origen alemán, uno de los apellidos del diseñador y director creativo de la marca. Acortándolo a ‘Mans’ indica la búsqueda de una nueva sastrería, más personal y actualizada. Un nuevo planteamiento del hombre actual. Y ese es el principal propósito de esta visionaria firma de prêt-à-porter.
Así, Mans Concept se centra en sastrería masculina a medida a partir de la reinterpretación de los patrones clásicos. De hecho, la firma está influenciada tanto por los talleres de ‘Saville Row’ como por las técnicas japonesas, ambas presentes en todas sus colecciones. Lo que hace diferenciadora a la firma de Jaime Álvarez es ese énfasis en las líneas depurando cortes y logrando una imagen vanguardista en siluetas y acabados que no pierden la esencia tradicional. La firma busca una estética masculina adaptada a la actualidad con cortes limpios, colores al servicio del concepto e innovación en los tejidos que son elegidos personalmente por el propio Álvarez y se exportan desde Inglaterra, Italia, Japón y España, siendo Gratacós uno de sus proveedores habituales. Con toda esta materia prima, Mans Concept diseña y produce de forma local, dos colecciones anuales con ropa que se posiciona dentro del sector medio-lujo y en el que cada pieza cuenta con su propio detalle. El objetivo es ofrecer un armario masculino completo e híbrido con prendas básicas de calidad, versátiles y un diseño progresivo, enfocado a personas seguras de sí mismas y de lo que buscan.
En su corta trayectoria, Mans Concept ha participado en cuatro ocasiones en la pasarela 080 Barcelona Fashion y ha recibido en tres de ellas el reconocimiento al Mejor Diseño Emergente, y también ha desfilado en otra ocasión en la pasarela MBFW Madrid.
El anuncio de Mans Concept como firma ganadora de la novena edición de Vogue Who’s On Next también supone la constatación del empuje creativo de una nueva hornada de diseñadores españoles cuyo nexo en común es el amor por la confección hecha en España, el aprecio por la artesanía, la ruptura de las barreras de género, y una proyección internacional que deja huella en diversas alfombras rojas. La llaman la generación WON, integrada por ganadores de ediciones anteriores como Marcela Mansergas (2012), Juan Vidal (2013), Maria ke Fisherman (2014), ManéMané (2015), Moisés Nieto (2016), Leandro Cano (2017), Palomo Spain (2018), Carlota Barrera (2019) y, la última incorporación Mans Concept (2020).
¡Enhorabuena Jaime Álvarez por esta nueva distinción!
Mircoles 20 noviembre 2019
Un homenaje al diseño, a la creatividad y al talento emergente. Eso es exactamente lo que se ha celebrado esta semana en el Museo Guggenheim Bilbao con el 25 aniversario de IED (Escuela Superior de Diseño) en España. Entre otras actividades, la reputada escuela de moda y diseño quiso recordar la efeméride con un impresionante desfile de moda en la que participaron diseñadores nacionales e internacionales que se han formado en las aulas de IED Madrid y IED Barcelona, desde que la institución aterrizó en Madrid en el año 1994. Gratacós también participó en esta exhibición de jóvenes creadores colaborando a través de tejidos que cobraron forma de exuberantes prendas en la pasarela. De hecho, forma parte de nuestro compromiso como empresa apoyar a las escuelas que ayudan a instruir a los futuros diseñadores.
Un desfile de jóvenes promesas de la moda española
Bajo el nombre “25 diseñando el futuro”, la escuela IED agrupó en un mismo desfile a 25 colecciones distintas firmadas por exalumnos del IED Madrid y IED Barcelona que fueron los encargados de plasmar el pasado, el presente y el futuro de la escuela. Un evento que se enmarcó en el programa TopArte del Museo Guggenheim Bilbao, con ocasión de la celebración de la Bilbao Bizkaia Design Week. Nombres reconocidos que participan asiduamente en las principales pasarelas españolas como Moisés Nieto, Carlota Barrera o Cristina Tamborero desfilaron conjuntamente con otros sellos de autor emergente en una muestra ecléctica de prendas y visiones que destacan la individualidad de los diseñadores procedentes de diferentes partes del territorio nacional y también de países como Italia, Brasil, Rumanía, Israel, México o Reino Unido, entre otros. “La moda es el medio más potente de expresión de la identidad de los seres humanos. Es el conector y colector de los sueños, las pulsiones, las preocupaciones, las inspiraciones de las personas… y por ello, queremos mostrar un mosaico representativo del talento IED de los últimos 25 años”, explicaba Alessandro Manetti, CEO del IED en España para justificar este potente desfile.
“El IED ha dejado como herencia una importante generación de diseñadores que promueven la cultura
y la sensibilidad del diseño por todo el mundo” – Alessandro Manetti
Los looks elegidos de cada diseñador participante tenían la intención de definir el futuro de la moda y reflejar los desafíos que el sector presenta en la actualidad con propuestas realizadas bajo una mirada sostenible, diseños conceptuales y de vanguardia, delicadas piezas confeccionadas a mano y de producción local o vestidos de fiesta para grandes celebraciones que siguen las técnicas de la alta costura. “El IED ha dejado como herencia una importante generación de diseñadores que promueven la cultura y la sensibilidad del diseño por todo el mundo”, añadía Manetti. Además, para la ocasión un exalumno del IED Madrid, una del IED Barcelona y otro del IED Milán crearon dos looks cada uno para el evento en homenaje al 60 aniversario de la construcción del Museo Guggenheim de Nueva York, diseñado por el arquitecto Frank Lloyd Wright. Las formas curvas en espiral, la delicadeza de las piezas de arte expuestas en él o la opulencia de la arquitectura del edificio han inspirado los diseños, algunos de los cuales se han fabricado con nuestros tejidos que ofrecimos para la celebración.
Un evento lleno de caras conocidas
Este desfile conmemorativo de los 25 años de IED contó también el apoyo y asistencia de importantes celebridades vinculadas con el mundo de la moda como la actriz Rosy de Palma; la crítica internacional estadounidense Diane Pernet; la experta en moda belga Francine Pairon, o el diseñador Custo Dalmau, que acompañaban a Pilar Pasamontes, directora científica de Moda del IED y a Julia Weems y Mosiés Nieto, directores del área de moda del IED Barcelona y Madrid respectivamente. Entre el casting de modelos, se encontraba Palito Dominguín, hermana de Bimba Bosé e hija de Lucía Dominguín, y la modelo Bet Callieri quien se ocuparon de cerrar el desfile.
Fue un placer colaborar en este evento único de celebración del IED y desde Gratacós estamos ansiosos de ver todo lo que está por venir.
¡A por 25 años más!
Jueves 26 septiembre 2019
Concepto general
Tecnología y ecología. ¿Son dos conceptos antagónicos? ¿Pueden ir cogidos de la mano? Desde Gratacós creemos que sí. La innovación y las últimas tecnologías al servicio de la nueva economía verde, aquella que está al servicio de la sostenibilidad en todas sus dimensiones. Una necesidad estrategia global que afecta a las empresas de cualquier sector y que, desde Gratacós, hace años que trabajamos desde múltiples aspectos como el ahorro energético o la apuesta por embalajes reciclados que cumplen las normativas europeas. Aun así, es en esta colección Otoño-Invierno 2019/2020 es cuando el giro hacia lo sostenible afecta también a los procesos de producción con la introducción de tejidos sostenibles en nuestro tradicional catálogo de temporada.
En la era de las fake news y del exceso informativo (que genera irónicamente más desinformación) queremos ser más honestos que nunca. Hemos iniciado un camino, una transición hacia la sostenibilidad apostando por fibras recicladas y regeneradas para elaborar tejidos sostenibles que minimizan el impacto del medio ambiente. En esta colección hemos introducido algunos artículos más bien anecdóticos porque consideramos que ha sido una propuesta experimental para madurar procesos. La idea es que, mediante el ingenio y la creatividad del departamento de diseño, demos nuevos pasos en las siguientes colecciones que sí que os avanzamos que contarán con abundantes artículos elaborados con materias primas recicladas y regeneradas. Por eso consideramos que esta es la colección del cambio. Del inicio a este giro verde donde la tecnología y la ecología crean sinergias para un mundo más sostenible.
Dicho esto, la propuesta ‘Technology vs Ecology’ se inspiró en su día en un contexto de mutación y de cambio que afecta de forma específica al departamento de diseño. No fue una colección fácil de concebir porque se valoró el contexto económico global para crear productos más contenidos (que no menos creativos) para una mayor aceptación de un mercado que se presenta inestable y poco arriesgado para una temporada que nace con una gran dificultad generadora de conceptos. Aun así, la colección se planteó desde tres puntos de vista: una cierta austeridad con artículos que versionan los clásicos utilizando nuevos lenguajes contemporáneos; una vocación transeasonal para un armario inteligente y flexible con artículos que funcionen en este período de entretiempo. Y, por último, una línea de artículos para las ocasiones especiales con reflejos y brillos que enriquecen los tejidos: Jacquards preciosos, hilos de fantasía, flores de invierno, tartanes, prints en terciopelo de efecto vintage… Una propuesta para la noche interpretada de un modo libre y con cierta extravagancia.
Tejidos
Ante esta sobriedad y clasicismo, esta colección se han utilizado materias nobles para tejidos austeros, serenos y sin estridencias. Tejidos robustos solo en apariencia con texturas elaboradas de tacto extraño donde los brillos se funden con los mates. Los terciopelos y las sedas se vuelven más densos, pero mantienen ligereza y suavidad al tacto para conservar un punto teatral sin caer en excesos. También se han tenido en cuenta los diseños táctiles de tejeduría y los tejidos en colores oscuros que juegan con puntos de luz muy bien estudiados con una luminosidad atenuada, pero más racional que nunca. Luz controlada.
La colección Otoño-Invierno 2019/2020 es también una colección rica en tejidos que imitan las falsas pieles o la piel de los animales con un claro espíritu cruelty-free. Por último, se ha tenido en cuenta los tejidos que imitan las técnicas manuales como los tie-dye, las acuarelas… Es evidente que se fabrican a partir de un proceso industrial y digital, pero intentamos que el resultado final parezca artesanal.
Diseños
Los diseños también conectan con la naturaleza desde diversos ángulos: desde elementos florales, pasando por manchas y relieves que imitan algunos minerales hasta estampados que recuerdan a las pieles de los animales. En la colección también abundan los grafismos lineales más básicos, los motivos pictóricos y una nueva reconfiguración de las rayas y los cuadros.
De hecho, en líneas generales es una propuesta ecléctica que mezcla varios códigos, manteniendo una sintonía de base: piel, flores de aspecto manual, brillos atenuados, motivos retros inspirados en las tapicerías del hogar, tartanes estampados digitalmente, texturas sorprendentes, volúmenes de noche…
Colores
En cuestiones cromáticas se habla de una colección densa, pero sorprendente donde abundan los colores oscuros con pequeños brillos estudiados que rompen con la monotonía. Una especie de oscuridad poética. El negro es un color constante que articula la propuesta invernal. Estos tonos apagados de invierno hacen referencia a la belleza de los clásicos imperecederos. Colores sensuales y elegantes donde las texturas y los volúmenes se hacen más evidentes.
Más allá de la gama oscura, existen otros tonos más alegres como algunas pinceladas de azul de inverno, rojos brillantes, ladrillos caramelizados, turquesas fríos con mostazas, seductores verdes (pierden fuerza respecto otras temporadas) y una paleta de rosas en tonos dulces. También existen matices naranjas y fresas que buscan la armonía y el contraste con el resto de los colores de la colección. Todo este colorido coquetea con los metalizados, en especial el dorado mate.
Desde Gratacós esperamos que os guste esta nueva propuesta y os invitamos a venir a verla en nuestro espacio de Barcelona.
Gratacós ha vuelto a pisar el 080 Barcelona Fashion a través de distintas creaciones de temporada de los diseñadores que, año tras año, confían en nuestros tejidos, el saber hacer y desde aquí, les agradecemos su fidelidad. En cada edición, nos gusta contemplar los outfits y apreciar las sorprendentes prendas que cada firma elabora con nuestros tejidos, siempre fieles a su esencia, para comprobar in situ la creatividad del diseño catalán.
A continuación, analizamos algunas propuestas que no nos pasaron por alto en la pasarela catalana.
La colección más contenida de Brain & Beast tiene premio
Brain & Beast atraviesa el mejor año de su historia. La irreverente firma capitaneada por Ángel Vilda he hecho un giro comercial, lo que se traduce en mayor expansión y ventas, dentro y fuera de nuestras fronteras (tiene un showroom en Hong Kong que triunfa entre el mercado asiático). La firma más gamberra de la pasarela catalana también presenta desde enero las colecciones -con dos propuestas independientes- en Madrid y Barcelona, un hecho que ayuda a ampliar su alcance.
La colección presentada en el 080 Barcelona Fashion fue la propuesta ganadora de la pasada edición de verano. Esta vez, “su objeto de análisis” del desfile fueron los tótems y los tabús en una colección que habla de como las sociedades humanas se unen y los individuos se legislan ellos mismos. Bajo esta premisa, Ángel Vilda criticó los clichés y las convenciones que las personas se autoimponen: a lo políticamente correcto, a las apariencias y a las normas estandarizadas. En la pasarela, esta crítica se tradujo con mensajes estampados como “El futuro es free”, “Quiero ser libre” o “La felicidad es la ausencia de miedo”, la frase que inmortalizó el científico y divulgador Eduard Punset. Una colección más contenida en color y más creativa en patrones con prendas desestructuradas con superposiciones, líneas arquitectónicas y un festín de tejidos y texturas que no defraudó. En la propuesta para el próximo verano “cazamos” dos tejidos nuestros: un tweed en tonos cálidos y un crepé de color negro.
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Menchén Tomàs y las noches del Cotton Club
Olga Menchén, alma mater de Menchén Tomàs presentó la colección más glamurosa del 080 Barcelona Fashion. La propuesta se inspiraba en el mítico club de jazz Cotton Club de Nueva York en un ambiente que te invitaba a viajar hacia el Harlem de los años 20 dónde gánsteres, artistas y celebridades convivían en un mundo de elegancia, lujo y sofisticación. Sobre la pasarela, las prendas de la colección reunían el ADN de la diseñadora barcelonesa: un patronaje muy elaborado con vestidos fluidos e infinitos detalles. Destacaron las americanas sastre llevadas a la feminidad absoluta y los vestidos que recogen con fuerza el patronaje de la época con un giro moderno y actual. En cuanto al color, Menchén Tomàs se centró en toda la gama de blancos, así como los tonos cobrizos, los plateados y los tejidos con brillo… en referencia a todos los músicos, bailarines y artistas que desfilaban por el club. En tejidos, abundaban gasas estampadas, sedas, crepes, tul bordado, lentejuelas y, como no, algodón. La colección de Menchen Tomás, la que celebra los 25 años de trayectoria, ganó el premio Modacc, a la marca con más proyección internacional. ¡Enhorabuena Olga!
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Una noche en Viena
El talentoso Jaime Álvarez (tres veces ganador del premio 080 al mejor diseñador) volvió a sorprender al público con su visión de la sastrería contemporánea: patrones renovados que conservan la esencia elegante. Bajo el título “Night in Vienna”, Mans Concept Menswear trasladó la colección primavera-verano 2020 hacia el encanto de la escena cultural y artística de la capital austríaca. Un nuevo destino que le sirvió a la firma para demostrar de nuevo donde llegan los límites de lo que se considera la nueva sastrería caracterizada por la deconstrucción de patrones, la mezcla de tejidos y un cuidado empleo del color. El resultado es una colección armónica, de espíritu romántico que recoge la visión del hombre humanista que vive la inquietud y fascinación del legado cultural de Viena. En cuanto a tejidos, no nos pasaron por alto las piezas de seda, organza y guipur que dialogaban a la perfección con los tejidos clásicos de sastrería como lana y paño. Siempre es un espectáculo visual contemplar los diseños masculinos de Mans Concept Menswear.
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Un homenaje a la mujer urbana
Aubergin, la firma formada en 2015 por Anna Uimonen y Nevean Holmes presentó una colección que rendía homenaje a la mujer cosmopolita, aquella que se transforma y se adapta a la sociedad que le rodea. Así, la propuesta Alter Ego intentaba reflejar el estilo de vida y los valores sostenibles de la firma a través de prendas de diseño que abanderan un atrevimiento contenido, casi atemporal. La mujer Aubergin combina el minimalismo, le gustan las tendencias de calle y la contemporaneidad. En la pasarela no pasamos por alto una camisa y una falda que combinaba magistralmente el denim con uno de nuestros tejidos de lentejuelas multicolor. Un ejemplo de este eclecticismo que abraza esta joven firma barcelonesa.
Piensa en algo exagerado, piensa en algo extravagante, piensa en algo teatral. ¿Lo tienes? Si es así estás pensando en la estética “Camp”, el neologismo que está de moda actualmente y que marca una tendencia hacia el maximalismo.
¿Qué es el Camp? No es un concepto fácil de abordar a nivel teórico, quizás estéticamente se entienda mucho mejor. Tampoco es un término nuevo, sino una sucesión de ideas que lo dibujan. Su concepción proviene de un ensayo de la escritora Susan Sontag de 1964 titulado como ‘Notes on Camp’, una publicación que aborda esta expresión artística que se revela como una estética compleja que abarca múltiples disciplinas. El camp se define como un movimiento irónico, humorístico, artificioso, teatral, exagerado… que se posiciona entre el arte más elevado y la cultura popular. Entre lo divino y lo terrenal. Lo bello y lo feo que es exuberante, pero estilizado. En los escritos de Sontag se argumenta que el camp es “el amor por lo antinatural: el artificio y la exageración. El estilo a expensas del contenido”.
“Camp va más allá de lo kitsch: sugiere combinar el arte y la cultura pop”
Por ejemplo, Sontag encontró este fenómeno estético, por ejemplo, en las películas de Busby Berkeley y en el actor Victor Mature, en el cine de Maw West y General de Gaulle, en Swan Lake, en los cómics de Flash Gordon, en las pinturas tenebristas de Caravaggio, en el estilo chinoiserie y en la totalidad del movimiento Art Nouveau. La escritora y ensayista desglosa en 58 puntos todas las posibles aceptaciones del término con claras alusiones al cine, a la literatura, la pintura o la arquitectura. Respecto al ámbito de la moda, Sontag también anota referencias explícitas: “Camp es una mujer andando con un vestido hecho con tres millones de plumas”.
Precisamente esta semana se inaugura en The Metropolitan Museum of Art la exposición que da forma a todo este fenómeno a través de más de 250 objetos que datan del siglo XVII hasta el presente. Una muestra que explora los orígenes de esta exuberante estética y cuenta con un apadrinamiento de lujo que abandera precisamente una de las firmas que más se alinea con este movimiento: Gucci con su director creativo Alessandro Michele, representan ahora mismo una nueva inspiración de lo Camp en pleno siglo XXI.
¿Dónde surge el Camp?
Susan Sontag sitúa sus orígenes en pleno siglo XVII en la corte francesa bajo el reinado de Luis XIV. El mismo Rey Sol construyó Versalles, una poderosa fortaleza y un deslumbrante escaparate para que la nobleza estuviera reunida para goce y disfrute del monarca. Fueron en las ostentosas salas de Versalles donde se elaboraron un protocolo y unas demandas de vestimenta para el rey y su corte que obligaron a despilfarrar grandes sumas de dinero para mantener las apariencias. Literalmente.
A la muerte de Luis XIV floreció el estilo rococó en moda, caracterizado por el exceso, los volúmenes, las siluetas arquitectónicas y mastodónticas que servían principalmente para el adorno, acompañado de accesorios, lazos, bordados, pelucas… que potenciaban esta artificiosidad. La opulencia tocó techo hacia 1770. Tras algunas incursiones anecdóticas en el siglo XIX, la palabra ganó popularidad a principios del siglo XX entre los homosexuales de la época, donde encontraban en lo Camp todo un lenguaje lleno de significados. Un accesorio en concreto, un tejido en un zapato, una ropa demasiado ajustada, un determinado color. Más tarde, Andy Warhol también se inspiró en el término para hacérselo propio dentro la cultura pop. Diseñadores como Elsa Schiaparelli, Jean-Paul Gaultier, John Galliano, Marc Jacobs, Erdem, Cristobal Balenciaga y Thom Browne entran dentro de lo Camp, así como la nueva generación como Molly Goddard, Richard Quinn, Matty Bovan o Palomo Spain, para citar algunos. En la exposición “Camp: Notes on Fashion” también se citan otros diseñadores emblemáticos y legendarios como Paul Poiret, Marc Jacobs y Karl Lagerfeld a través de varios vestidos y looks que conforman la exhibición.
Camp en la MET Gala
Como aperitivo a la exposición, el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York recibió a las celebridades y a los filántropos más estilosos del planeta en la fiesta que tradicionalmente organiza cada año Anna Wintour: el MET Gala que se celebra todos los primeros lunes de mayo en esta emblemática ubicación neoyorquina. Una fiesta solidaria que se equipara con los Oscar a nivel mediática. Así bajo una nube de flashes en la alfombra rosa y el hashtag #MetCamp en las redes sociales, los mediáticos invitados exhibieron sus extravagantes atuendos inspirados, como no podía ser de otra manera, en la temática de la exposición, Camp: Notes on Fashion. De hecho, fue el británico Andrew Bolton, conservador jefe del Instituto del Vestido, el responsable de escoger la temática.
Además de la famosa editora de la omnipresente Vogue USA, la fiesta contó como anfitriones con Alessandro Michele al frente de Gucci, la reina del pop Lady Gaga, el cantante Harry Styles y la tenista Serena Williams.
Entre este popular desfile de vanidades hubo aciertos y errores, la temática no es fácil precisamente. Muchos fueron los looks que nos sorprendieron y citaremos algunos que nos inspiraron como, por ejemplo, la performance que hizo Lady Gaga con su despampanante vestido fucsia de Brandon Maxwell que se fue quitando poco a poco, con otros dos cambios para quedarse al final con un conjunto de lencería, unas medias de red y unas botas con plataforma. O la luz que trajo Katy Perry vestida de candelabro, una obra de Moschino. De Gucci fueron muchas celebridades, aunque destacó Jared Leto quien posó con una réplica de su cabeza como ya hicieron los modelos de la firma italiana en su desfile otoño-invierno 2018. La top Cara Delevinge apareció con un sorprendente Dior alta costura multicolor de inspiración arco-iris. El actor Billy Porter, conocido por la serie Pose, regaló a los asistentes un momento de oro al presentarse como una auténtica divinidad egipcia. La actriz y cantante Zendaya se convirtió en una Cenicienta moderna por gracia de Tommy Hilfiger o la siempre arriesgada Janelle Monae se visitó de obra de arte gracias al diseñador Christian Siriano.
Muchas fueron las propuestas en una de las noches más inolvidables del año donde se dio rienda suelta a la creatividad. Efectivamente, tampoco faltaron las plumas. Desde Gratacós también nos hemos inspirado en los tejidos que nos sugieren esta estética Camp bajo el lema: Lo artificioso como tendencia.
Barcelona estrena en el Museo de Historia de Catalunya, la exposición Moda i modistes. Col·lecció Antoni de Montpalau, una muestra que ensalza el oficio de las modistas y su contribución en la moda a lo largo del siglo XX. Un oficio tradicional y artesanal, desempeñado por mujeres, que representó en su momento una plataforma de emancipación femenina en el ámbito laboral, empresarial y creativo. Una actividad, conectada con la moda, que ayudó a desarrollar la industria textil y del comercio de la época. Su intenso trabajo ha requerido desde siempre conocimiento, destreza y dedicación, y en ocasiones todo este saber hacer ha quedado en la sombra, al margen de los grandes nombres del diseño y de las marcas. Es por este motivo que, Moda i modistes representa una mirada amplia a la obra y a la trayectoria de muchas mujeres que, han permanecido en el anonimato más allá de la memoria oral familiar o del recuerdo de su antigua clientela.
La exposición se divide en varios apartados, donde se desarrolla la profesión a través de la historia de la confección, los cambios sociales con la emancipación de la mujer, y la evolución y el saber hacer del oficio durante el siglo pasado hasta día de hoy. A continuación, te desarrollamos un breve resumen de lo que se puede ver en esta muestra.
Las trabajadoras de la aguja
Las mujeres consiguieron lograr un espacio propio en el arte de hacer vestidos a finales del siglo XIX. Antes era un oficio reservado a los sastres, y a penas las mujeres tenían entrada a la confección sino era por vía familiar o como colaboradoras. Fue en esta época y ya en la primera década del siglo XX, cuando el trabajo de modista se convirtió en una de las principales formas de inserción de la mujer al mundo laboral, más allá del trabajo en la fábrica, entre otras profesiones como la docencia.
La modistería se extendió debido a que para aprender el oficio no había que ir necesariamente a ninguna escuela, sino que bastaba con el aprendizaje en un taller o incluso de manera autodidacta a partir de manuales de corte y confección, y además porque este aprendizaje ofrecía la posibilidad de establecerse por cuenta propia con cierta facilidad una vez dominada la técnica.
Esta época también coincidió con el arranque del feminismo y el nacimiento de varias iniciativas a fin de proteger a las trabajadoras del sector.
Modista de profesión, un oficio en expansión
Las modistas representaban un colectivo muy variado que a menudo estaban al margen de los gremios y las organizaciones obreras: podían trabajar en un pequeño taller propio; en el de una modista establecida, en una casa de alta costura o bien ir a coser en domicilios particulares. En el oficio había muchas categorías, en función de la habilidad, el buen gusto, y, sobre todo, la clientela que tenían.
Hasta que el prêt-à-porter no se expandió de forma generalizada hacían falta muchas modistas para confeccionar ropa para las diferentes clases sociales. Las capitales de provincia y de comarca y las grandes ciudades aglutinaron un gran número de modistas, pero también cada ciudad pequeña y cada pueblo tenía sus modistas, con una clientela muy fiel. En el escalado del oficio había muchas categorías, desde la portera que hacía también de modista, porque disponía de suficiente tiempo en el trabajo, hasta las modistas de renombre, pasando por las que tenían una clientela humilde, las que trabajaban para otros, ya fuera en casa o en los diferentes talleres, las que iban a coser a domicilio, las que tenían un cierto nombre, pero no etiquetaban, por discreción o por economizar, o las que, con el orgullo del trabajo bien hecho, ponían su nombre en cada pieza.
¿Y cuáles eran sus fuentes de inspiración? Por norma general, las modistas eran más seguidoras que no creadoras e interpretaban a su manera las propuestas de moda de cada década y, a su vez, la adaptaban a los gustos, la talla y las diferentes posibilidades económicas de cada cliente. Las revistas, los desfiles donde se daban a conocer las tendencias de cada temporada, el cine con la irrupción de estrellas icónicas y la calle eran constantes fuentes de inspiración.
De hecho, a partir del trabajo realizado por las modistas, se puede repasar la moda de casi todo el siglo XX hasta que no se consolidó el prêt-à-porter. Las casas de alta costura de París, Milán o también de Barcelona dictaban las tendencias, se inventaban modelos y tenían una producción reducida y elitista. Las modistas, que entonces se contaban por miles, fueron las principales clientes de la industria textil porque compraban o recomendaban comprar las telas y tejidos para la clientela. Esto a su vez favorecía el comercio, generaba ingresos en las grandes casas de costura en comprarlos patrones y glasilla, fomentaban los talleres de bordados y de plisados, generaban puestos de trabajo e iban transmitiendo el oficio hasta llegar a la actualidad.
El legado se mantiene vivo
Los tiempos han cambiado y actualmente esta profesión mantiene la fuerza de antaño. Aun así, el legado de las modistas sigue vivo, simplemente se ha transformado. Las nuevas modistas continúan haciendo adaptaciones de ropa para tiendas y particulares, trabajan también para talleres de confección y realizan patronajes y prototipos para empresas grandes que luego fabrican fuera. En paralelo, también ha surgido una nueva generación de jóvenes creadoras que elaboran una producción artesanal y limitada, que se contrapone a la producción industrial a gran escala y de dudosa calidad. El trabajo de estas modistas es revalorizar la moda hecha a mano, la personalización y las prendas exclusivas para un cliente que valora el arte y el esfuerzo del hecho a mano.
La exposición Moda i Modistes se estrena hoy en el Museo de Historia de Catalunya y se podrá visitar hasta el próximo 13 de octubre de 2019. Una buena oportunidad para descubrir el legado y la evolución de este oficio artesanal centenario.
Londres rinde homenaje a Mary Quant (Inglaterra 1930), leyenda viva de la moda y culpable de alborotar toda una época: los años 60 con una prenda de lo más irreverente, la minifalda. Aunque se disputa la autoría de tal prenda con el modisto francés André Courrèges, “la madre de la minifalda” supo popularizarla y acercarla a todo el mundo. “El objetivo de la moda es hacer que la ropa esté disponible para todos”, solía recordar. Ahora el museo Victoria&Albert ensalza a esta diseñadora que revolucionó la escena de la moda en aquella década de ebullición para que las nuevas generaciones conozcan de cerca su gran contribución. En palabras de Jenny Lister, una de las comisarias de la exposición, “Mary Quant es conocida como la artífice de la democratización de la moda en el Reino Unido”.
El origen de la minifalda está conectado con la música, el baile y la moda urbana del momento. Se dice que nació a finales de los años 50 en Norteamérica y para bailar los nuevos ritmos de swing y rock, las faldas poco a poco se fueron acortando. Quien captó esta progresiva regresión y este cambio fue Quant, quien en 1955 abrió una pequeña boutique llamada Bazaar en la calle de King’s Road en el barrio de Chelsea. Para darle visibilidad, Quant fue de las primeras en adoptar esta prenda que dejaba al descubierto piernas, rodillas y algo de pantorrillas, un verdadero escándalo en una época donde se desafiaban los convencionalismos. Poco a poco, desde su pequeña tienda en Londres, la diseñadora captó la atención de los jóvenes y de la propia industria que veía en sus minifaldas y petos de colores llamativos y acabados brillantes un atisbo de rebeldía, transgresión y frescura, tres conceptos que ligaban con la manera de pensar de las nuevas generaciones.
Mary Quant es la artífice de la democratización de la moda en el Reino Unido
Quant no tenía formación especializada en moda y de hecho sus creaciones eran el resultado de un aprendizaje personal que incluía la experimentación con diferentes materiales. Fue esa valentía y actitud rebelde que sedujo a la industria y se convirtió en un referente para las mujeres de la época. Junto a la modelo Twiggy, Mary Quant logró que esta corta prenda se convirtiera en la marca registrada no solo de su marca de ropa sino también de toda una década. Había nacido un símbolo. Tanto fue su éxito que, en 1966, la reina Isabel II le concedió la medalla de la Orden del Imperio Británico por su contribución a la moda, distinción que recogió en Buckingham ataviada con una de sus minifaldas.
La exposición expone 200 piezas en las que se refleja la colorida e innovadora identidad de la diseñadora británica. Incluye las famosas faldas junto con otros diseños, así como accesorios y cosméticos, en un llamativo recorrido cronológico que abarca desde 1955 a 1975. Entre accesorios y vestidos, el museo también recopila una selección de prendas y fotos de mujeres anónimas luciendo los diseños de Quant que evidencia la importancia de la minifalda para la moda de una década. La muestra estará abierta al público hasta el 16 de febrero de 2020.
¿La moda es arte? Es una de las grandes cuestiones que lleva de cabeza a los creativos de la industria, así como otras figuras dentro y fuera del sector que abogan por darle un merecido sitio dentro de las disciplinas artísticas. Un reconocimiento al talento y saber hacer de su creador. Ahora mismo no entraremos en este tipo de discusiones, pero sí que vamos a analizar como la moda siempre ha mantenido una conexión con el arte y la cultura, y éstas han resultado ser inspiradoras para muchos creativos que no han dudado en plasmar sus técnicas o sus obras más representativas en las prendas de cada temporada.
Un breve repaso en la historia
En la historia ha habido momentos clave que evidencian esta simbiosis compartida que mantienen la moda, con el arte y la cultura. Por ejemplo, en los años 20-30 en pleno movimiento del diseño Art Déco, la moda influyó en el arte. Era una época donde París era la capital de las tendencias con casas como Lanvin o Poiret y pintores como George Barbier, Etienne Drian o Armand Valle, elaboraban ilustraciones de moda que fueron consideradas obras de arte. En el período de entreguerras, los diseñadores se fascinaron con el surrealismo y se crearon sorprendentes alianzas. Un ejemplo fue el famoso Lobster Dress creado por Elsa Schiaparelli y Salvador Dalí. En la década de los 60, el diseñador francés Yves Saint Laurent se inspiró en la obra del pintor vanguardista holandés Piet Mondrian y sus creaciones causaron furor en la época. Fue la época dorada del movimiento pop que se presentó como un reflejo de los cambios sociales que se estaban experimentando en Estados Unidos e Inglaterra. Una nueva tendencia artística que surgió como respuesta al expresionismo abstracto. Artistas como Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Stuart Davis… sedujeron también a los diseñadores de moda como Versace, Prada y Gucci con su oda a la modernidad, la psicodelia, la geometría y los colores vivos que se hicieron presentes a través de toda una explosión visual para el consumidor.
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Si nos ceñimos a la actualidad, a lo que hemos visto recientemente, podemos decir que moda y arte convergen constantemente con influencias pictóricas eclécticas que van del expresionismo y el movimiento abstracto a lo más evidente. Pintores como Jackson Pollock, Vasili Jandinski, Miquel Barceló, Paul Klee… son nuevos referentes de la moda actual que se trasladan a la pasarela a base de brochazos y el uso de la paleta de colores más viva. Firmas como Marni, Dries Van Noten, Sacai, Louis Vuitton o Loewe han exhibido sus estampados arty sin pudor. También mencionar las manchas coloristas de algunos looks de Moschino combinadas con medias en zig-zag que se asemejan a los trazos de los dibujos animados. ¡Jeremy Scott siempre se divierte!
¿Y cómo se traslada a la calle?
Los estampados pictóricos son originales, frescos y extremadamente visuales, y ese último atributo es, a su vez, su punto fuerte y débil. Estos prints son fáciles de llevar porque centran toda la atención en cualquier look, per no admiten otras prendas o complementos estampados que compitan con ellos. No es lo mismo inspirarse en un cuadro que ir hecho un cuadro. Para buscar el punto de equilibro hay que encontrar refugio en las prendas de corte minimalista y la gama de neutros que puedan acompañar la ropa de estampado artístico. Gabardinas, blazers, faldas asimétricas y vestidos vaporosos son los mejores lienzos para exponer toda la creatividad que otorgan los prints artísticos.
Desde Gratacós, queremos proponerte algunos tejidos arty de nuestra colección primaveral, inspirándonos también en las tendencias vistas en la calle. ¿Qué os parecen?