Fue una de las grandes voces de la historia de la moda española contemporánea. Un diseñador transgresor y complejo con una obra artística cargada de reivindicaciones, caracterizada por diseños andróginos que difuminaban la línea de los géneros de moda. David Delfín se fue pronto: un tumor cerebral se lo llevó a los 46 años en 2017, dejando huérfana a la moda española.
El modisto malagueño representó como ningún otro el surgir de una nueva generación de jóvenes creadores que llegaron con la entrada del milenio, y que concibieron la moda de una manera interdisciplinar. David hizo de su proyecto David Delfín -fundado junto a los hermanos Gorka, Diego y Deborah Postigo, y su musa y amiga Bimba Bosé-, una plataforma creativa en la que convivieron diferentes formas de expresión artística, como la fotografía, la performance, el vídeo, la música y la moda.
Ahora, David Delfín ha entrado en el museo y lo hace en 2020 cuando el modisto malagueño hubiera cumplido 50 años y celebraría 20 de su primera colección. Sin duda una cifra redonda. La muestra, que se convierte en su primera gran retrospectiva, recorre las claves e ideas artísticas de David Delfín a través de más de 60 piezas y se podrá visitar en la Sala Canal de Isabel II de Madrid.
Un homenaje al modisto malagueño
La exposición, comisariada por Raúl Marina, recorre la carrera creativa de David Delfín, partiendo de Sans Titre (1999), su primera colección no planteada como tal, sino como un ejercicio pictórico en busca de nuevos soportes. Incluye también la polémica Cour des Miracles (Primavera-Verano 2003), una colección que incendió la pasarela madrileña mostrando a modelos con cabezas tapadas y algunas con sogas en el cuello. Una propuesta que fue malinterpretada y supuso a la vez un duro golpe y un revulsivo para continuar defendiendo su universo creativo.
Su trayectoria se repasa a través de 60 de las piezas más icónicas ordenadas cronológicamente donde se aprecia frescura, contemporaneidad y el peculiar sello identificativo del carismático diseñador malagueño: vestidos con vendas, bordados de hormigas, corazones de punto de cruz o chaquetas militares. La caligrafía de David Delfín también era peculiar: escribía con la izquierda. La mano inútil que quería convertir en algo útil. De hecho, todas las creaciones beben de sus referentes, sus ideas y emociones fusionando la moda con el arte. Desde el psicoanálisis a la exploración de la perversión y la dualidad pasando por el cine de Luis Buñuel, los movimientos surrealistas o la pintura de René Magritte.
Por eso, para recorrer todo el universo del carismático modisto también se han incluido a la muestra fotografías, vídeos, escritos y diversos materiales de archivo, tanto personales como de trabajo. Una visión global de David Delfín para entender como se plasmaban esas ideas en las prendas, a través de sus influencias, su inconfundible estilo, su gama cromática y su cuidad patronaje.
La exposición estará abierta al público hasta el 10 de mayo.