La Robadora no es el típico gastrobar de moda en Barcelona. Esos espacios mimetizados que aparecen como setas en los barrios más bohemios de la ciudad atendiendo a las nuevas exigencias de los llamados foodies, o lo que es lo mismo, los amantes de la comida de toda la vida.
Este espacio ha nacido con carácter y muestra su personalidad en todas sus facetas: desde la arquitectura, pasando por el diseño hasta la gastronomía. Su ubicación ya es de por sí potente. El local está situado en pleno Raval entre el bullicio de los turistas que recorren sus entrañas en forma de callejones y la nutrida vida social de los vecinos del barrio. ¡Jaleo, jaleo!
En esta pintoresca zona, que vive una auténtica reconversión hacia el ocio y la cultura, se sitúa La Robadora moldeada por el célebre interiorista Antonio Iglesias, creador de espacios singulares como La Monroe, La Arume, Vinçon y también Gratacós –nos honra tenerlo con nosotros-, y el ejecutor del concepto Kike Blanco, el escenógrafo y responsable de la compañía La Viuda. El arte con el diseño en un equipo de profesionales completado por Diego Mallo, artista e ilustrador, responsable del diseño gráfico. ¡Imprescindible mirar al techo para ver su obra!
Siguiendo el concepto de gastrobar, la cocina que se sirve es tradicional con pinceladas exóticas que permiten hacer un recorrido internacional en forma de deliciosas tapas. El chef Joan Puga, es el artífice de crear este viaje de sabores y aporta su estilo a la carta con sugerencias de temporada que varían cada semana en función del producto fresco disponible. Entre algunas delicatesen de la carta, se puede degustar: garbanzos ‘popcorn’; un mar y montaña de pulpo ‘teriyaki’; un wok de judías de Santa Pau con chipirones, papada ibérica y huevo escalfado; o una exquisita brandada de bacalao con chips de plátano y yuca.
Para maridar los platos, La Robadora cuenta con una amplia selección de vinos y cavas de la región y de otras denominaciones seleccionadas por el sommelier Joan Coll. Orquestando a todos los equipos se encuentra Fernando Abras, director de La Robadora.
Una propuesta gastronómica de calidad en un enclave privilegiado del Raval que mezcla gastronomía y diseño. La Robadora tiene mucho arte.
