Miércoles 30 octubre 2024

Miró y Matisse, una admiración mutua en imágenes

Sala de la exposición ‘MiróMatisse, más allá de las imágenes’ comisariada per Rémi Labrusse. © Fundació Joan Miró. Fotos: Davide Camesasca

¿Qué admiraba Miró de Matisse? ¿Y viceversa? ¿Cómo se aprecia en los lienzos este diálogo creativo? Joan Miró y Henri Matisse, dos genios de la pintura de distinta procedencia, generación, planteamientos estéticos y estilos pictóricos, dialogan entre ellos de manera fascinante en una exposición excepcional que muestra las relaciones profundas, duraderas y constructivas entre los dos artistas, sus concepciones del arte y, especialmente, sus obras. Así de ambiciosa se posiciona ‘Más allá de las imágenes, la nueva muestra que está cautivando al público y que ya se puede ver en la Fundació Joan Miró de Barcelona. Representa una oportunidad única para ver en Barcelona las obras nunca antes expuestas en España de Miró y Matisse.

El título ‘MiróMatisse. Más allá de las imágenes‘ refleja la intención de la exposición de desafiar ciertos clichés. Aunque a primera vista la conexión entre estos dos artistas puede parecer sorprendente —pues pertenecen a generaciones diferentes (Matisse nació en 1869 y Miró en 1893) y están asociados a corrientes artísticas diversas, como el fauvismo y el surrealismo, respectivamente—, la exposición busca profundizar en las relaciones significativas y duraderas entre sus obras y enfoques artísticos.

Ambos creadores compartieron una crítica a la tradición pictórica occidental y una visión amplia de la pintura y el dibujo, impulsada por su inquietud intelectual. Esta visión los llevó a un reconocimiento mutuo y a una admiración sincera por el trabajo del otro.

Los diálogos creativos

El fauvismo, en el que Matisse fue uno de los principales exponentes, revolucionó el arte a principios del siglo XX a través del uso audaz del color y la liberación de las convenciones formales, buscando una expresión más visceral. Matisse utilizó el color para transmitir emociones profundas, alejándose de la representación fiel de la realidad.

Por su parte, Miró, influenciado por el surrealismo, adoptó una perspectiva radicalmente distinta. Su enfoque se centró en el subconsciente y lo onírico, permitiéndole descomponer formas y colores a su esencia más básica, creando así un lenguaje visual innovador que desafiaba las normas establecidas.

A pesar de sus diferencias estilísticas, ambos artistas compartieron una profunda reflexión sobre las tradiciones de la imagen en la cultura occidental. Desafiaron las normas establecidas, buscando trascender la mera representación visual para crear obras que resonaran con la experiencia humana a un nivel más profundo. Mientras Matisse exploraba una armonía decorativa que superaba sus conflictos internos, Miró buscaba romper con la pintura tradicional, abriendo un universo de signos que evocaban realidades invisibles.

Matisse desarrolló una conexión especial con Cataluña, un lugar que influyó decisivamente en su estilo. Su tiempo en Colliure, un pintoresco puerto del sur de Francia, le permitió apreciar la luz y la vida del Mediterráneo, donde, junto a André Derain, cimentó los principios del fauvismo.

Una admiración mutua

La admiración entre Miró y Matisse fue recíproca. Matisse describía a Miró como un “pintor de verdad”, elogiando su uso preciso y poderoso del color. Durante los años treinta, Matisse enfrentó una crisis creativa y fue entonces cuando se sumergió en el estudio de las obras de Miró, encontrando en ellas la inspiración necesaria para revitalizar su propio enfoque artístico.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Matisse compartió con el poeta Louis Aragon que Miró era uno de los pocos artistas contemporáneos que realmente admiraba. Estas fueron sus palabras:

“Estábamos hablando de pintores contemporáneos y le pregunté quién le parecía, además de Picasso, un verdadero pintor. Dijo el nombre de Bonnard… y luego, sin detenerse: ‘Miró… Sí, Miró…, porque puede representar cualquier cosa en su lienzo… Pero si, en un determinado punto, hay colocada una mancha roja, puedes estar seguro de que tenía que estar allí, no en otro lugar, que tenía que ser… Si la quitas, el cuadro cae.'”

Miró, a su vez, veía en Matisse un referente en su búsqueda de un lenguaje visual que uniera la intensidad fauvista con una profunda poesía. En sus notas, Miró anhelaba crear obras que poseyeran un “espíritu fauve pero impregnado de poesía”, deseando incluso que fueran más “brutales” que las de Matisse. Esta conexión con el fauvismo contribuyó a definir su propia voz artística, caracterizada por una vibrante intensidad cromática.

Un vínculo personal

A pesar de su diferencia de edad y la distancia entre sus países, Miró y Matisse comenzaron a verse en París en la década de 1930, gracias a Pierre Matisse, hijo del pintor, quien se convirtió en el representante de Miró en 1934. Pierre desempeñó un papel fundamental en la difusión de la obra de Miró en Estados Unidos, consolidando su reputación internacional.

Esta colaboración fortaleció los lazos entre las familias de ambos artistas y permitió que sus obras fueran apreciadas a nivel global. La confianza que Miró depositó en Pierre no solo reflejaba su admiración por su padre, sino también su respeto por la integridad y la visión de Pierre como promotor de su arte.

Más allá de las imágenes

La exposición ‘MiróMatisse: Más allá de las imágenes’ no se limita a presentar sus obras, sino que invita a explorar las profundas intuiciones y tensiones que llevaron a estos dos artistas a trascender las imágenes tradicionales. Los visitantes podrán sumergirse en el diálogo entre Miró y Matisse, cuya amistad y respeto mutuo les impulsaron a redefinir los límites de la pintura, dejando una huella indeleble en la historia del arte.

La exposición, que impulsa la Fundació Joan Miró y la Fundación BBVA en colaboración con el Musée Matisse de Niza, estará abierta al público hasta el próximo 9 de febrero de 2025.

Créditos fotos: 1. Henri Matisse- Cotlliure a l’agost -1911 – Colección particular- Crédito foto © Summit Trust Geneva for the Sidarta Collection © Succession H. Matisse. 2. Sala de la exposición ‘MiróMatisse, más allá de las imágenes’ comisariada per Rémi Labrusse. © Fundació Joan Miró. Fotos: Davide Camesasca. 3. Joan Miró – Cambrils, la platja – 1917 – © Nahmad Collection © Successió Miró, 2024