Ignasi Monreal (Barcelona, 1990) es uno de los ilustradores de moda más populares del panorama nacional, el ojito derecho de la industria cuya obra dibujada se ha popularizado a nivel internacional. Para quienes no le sigáis la pista, sus ilustraciones han llamado la atención a clientes tan destacados como Gucci, Dior, Louis Vuitton, Four Season o JW Anderson que han contado con su arte para sus últimas campañas publicitarias. Esta vez, el joven artista, residente en Roma, ha retomado los pinceles para crear una de sus obras más intimistas, dedicada a algo tan mundano y universal como es la comida o el acto de la sobremesa, una vez quedan los platos semidesnudos: “He aprovechado esta oportunidad para hacer algo 100% mío, esto es lo que pasa cuando me das tres meses de libertad”, aseguraba Ignasi en su página web.
De la ilustración a la pintura reflejando lo mundano
“La vida en Roma ha hecho del comer el eje principal de mi vida en comunidad, y teniendo en cuenta que está todo muy rico, he desarrollado una serie de memorias muy ligada a los sentidos”, explicaba el artista catalán en la presentación de su primera muestra de pintura en La Fresh Gallery de Madrid, dentro de las actividades que impulsa la feria internacional ARCO, dedicada al arte contemporáneo. Así, Monreal ha abandonado el iPad, que utilizaba para ilustrar las campañas ilustradas para regresar a la pintura tradicional con óleo sobre lienzo para crear sus nuevas obras.
“He aprovechado esta oportunidad para hacer algo 100% mío”
La exposición ‘Plats Bruts’ “captura para la posteridad un registro implícito de momentos de sobremesa, comidas y nuevas amistades”, resumía Ignasi. Una serie de obras, inspiradas por el Realismo madrileño y en las naturalezas muertas del Barroco italiano y español, que adoptan la presencia de objetos cotidianos, platos y bandejas sucias que, vistos a cierta distancia, parecen reales. Monreal recurre al realismo figurativo para explotar el trampantojo. Los lienzos de restos de comida son tan reales que caes en la tentación de alargar el brazo para coger lo que sobra de los platos. “Quizás Instagram, la posverdad o las fake news hayan sido inspiraciones inconscientes”, bromeaba el artista a la vez que hacía suya una máxima de Caravaggio: “El arte debe reflejar el pulso de la vida con todos sus matices y oscuridades, por triviales que parezcan”.
Esta serie de lienzos es el resultado de lo que ha sido la vida de Monreal estos últimos meses: un paréntesis tras los encargos comerciales de las principales firmas de lujo anteriormente citadas. En este tiempo, Ignasi Monreal se ha refinado a la fuerza y es precisamente en estos platos sucios cuando el joven artista inicia un camino de retorno a las Bellas Artes con una colección de obras creadas por iniciativa propia, siguiendo solo su instinto y enfrentándose a la dimensión material del arte: tiempos de secado, procesos químicos del óleo y el paso de las dos a las tres dimensiones. “Ha sido un proceso de reaprendizaje fascinante”, concluía Monreal en su portafolio digital.
‘Plats Bruts’ permanecerá abierta al público en La Fresh Gallery hasta el 12 de abril. Una oportunidad de oro para conocer de cerca la atrayente obra de Monreal.