Becomely

Miércoles 09 marzo 2022

Tras la pista de… Becomely

Hace tiempo que seguimos la trayectoria y admiramos las creaciones de Quique Vidal (Valencia, 1996), alma máter de Becomely, una marca de moda con personalidad propia. Si nos sigues en Instagram, habrás visto en nuestro feed, esos vestidos de silueta baby doll en tonos pastel y grandes volúmenes que solemos compartir del joven creador de 26 años. A pesar del espíritu naíf, el proyecto de Quique Vidal nada que ver ni con la ligereza ni la inmadurez. Todo lo contrario…

Los comienzos no son fáciles

Becomely se fundó de forma oficial en 2015. Antes, el joven diseñador había hecho algunos encargos para varias profesoras que le solicitaron vestidos para su graduación. Ese inicio espontáneo vistiendo a mujeres anónimas lo animó a mudarse a Madrid para buscarse la vida como diseñador. Participó en dos ocasiones en Samsung EGO, la pasarela de los talentos emergentes de MBFW Madrid. En paralelo, Quique Vidal vendía camisetas, calcetines y también su famosa bisutería de plástico biodegradable hecha con impresión 3D para asumir parte de los costes que le representaba producir y diseñar las colecciones presentadas. De hecho, actualmente el diseñador compagina su trabajo artístico en Becomely con su otro proyecto, Estudio Cartulina, empresa especializada en comunicación, brand consulting y producción. El artista pluriempleado es una realidad de muchos jóvenes del mundo de la moda.

Artesanía y producción bajo demanda

Becomely es una marca artesanal y sostenible que crea elaboradas piezas de edición limitada que se producen bajo demanda. La pandemia trastocó el modelo de negocio de Quique para evolucionar hacia nuevos canales más directos para los consumidores. Si antes vendían a través de la página web y en algunas tiendas seleccionadas que incluían países como Asia, ahora la firma española centra las ventas en las redes sociales, sobre todo, en Instagram. Este cambio permite un mayor contacto con la clientela: se le puede ofrecer un servicio más personalizado y también ajustar el presupuesto.

El diseño no ha cambiado. Becomely mantiene como emblema los vestidos baby doll con escote en V, mangas abullonadas y volúmenes también en la falda. Un modelo que se repite desde las primeras colecciones y en el que Quique Vidal va añadiendo variaciones: grandes botones, solapas camiseras, diferentes largos… El tejido que utiliza para la creación de sus diseños también es un elemento diferenciador. Apuesta por artículos vistosos: enigmáticos Jacquards, relieves táctiles, detalles como plumas, motivos brillantes, tejidos con volumen extra… siempre en tonos pastel como el rosa pálido, el azul bebé, el lavanda o el blanco roto. De hecho, no es ningún misterio que Quique Vidal consigue magnificar algunos de nuestros tejidos más especiales de cada temporada. Becomely también aprovecha los pequeños retales sobrantes de sus camisas y vestidos para crear nuevas piezas como bolsos, limosneras o sombreros. Una fórmula para llevar la sostenibilidad hasta sus últimas consecuencias.

Los diseños de Becomely ya han saltado al escenario a través de artistas como Amaia. La cantante apareció en su último videoclip, Yamaguchi, con un vestido blanco que sigue la estética reconocible de la marca y está fabricado como apuntábamos, con tejido deadstock: sobrantes de proveedores o talleres. También la actriz Emma Suárez se fijó en las creaciones de Quique Vidal y encargó un vestido para un estreno que tenía a principios de año.

La novia Becomely

Recientemente, Quique Vidal se ha atrevido con el diseño de un vestido de novia que mantiene los códigos estéticos de la marca. Se trata de un favorecedor modelo que conjuga una silueta minimalista con elementos románticos y detalles preciosistas. El vestido es largo con escote en V y tirantes presididos por enormes lazos. Una falda voluminosa en tejido Jacquard con relieve acaba de estructurar el diseño nupcial ideal para novias millennial o zetas. De hecho, es un modelo tan versátil que se puede lucir para una boda, una ocasión especial o para añadir fantasía a un look diario, siempre en función del calzado que se combine. Lo que está claro es que cada vez existen menos límites y barreras entre los estilismos formales o informales. ¡Qué cada uno lo interprete a su manera!