EL ESCAPARATE…
Unos versos dulces atrapados en volátiles nubes que complementan toda una declaración de intenciones, una atmósfera frágil de aires románticos y… metros y metros de tul blanco que envuelven con su delicadeza el suelo -y el ‘cielo’- del sugerente escaparate de abril, el mes de la cultura y también del amor. Un escaparate que ante la proximidad de la celebración de San Jordi firma la periodista y escritora barcelonesa, María Leach autora del poemario ‘No te acabes nunca’ junto al reconocible trazo de Paula Bonet, responsable de sus ilustraciones.
“Amor, una aventura sin seguro a todo riesgo, donde, seguro, hay que arriesgarlo todo”, reza este poema en letras blancas sobre fondo negro escrito en fina caligrafía. “Es un verso muy especial porque era el que acompañaba las invitaciones de nuestra boda”, asegura María Leach mientras revisa los últimos detalles del escaparate en la misma tienda. Escoltan la máxima expresión del amor, según la autora, otros versos que forman parte de su imaginario recogidos en su blog y compartidos visualmente en Instagram. “Quería extraer algunos de mis micro poemas para hacer una muestra dedicada al amor en su visión más evocadora”, explica la autora.
SOBRE MARÍA LEACH…
María Leach se desvive por la escritura. De hecho, se dedica al mundo de las palabras ayudando a empresas a encontrar el discurso que las represente o a crear el storytelling idóneo para que tengan una historia genuina que contar. “Todo está por escribir”, asegura contundentemente. Gracias al arte de las letras, María también ha podido superar un enorme bache en su vida personal: la muerte prematura de su marido y padre de su único hijo. A raíz de este infortunio, la autora barcelonesa empezó a describir su situación con poemas personales que transmitían los sentimientos que le rondaban por la cabeza y que no podía expresar: el dolor, la pérdida, la solitud, el desamparo… a modo de terapia literaria que, luego ha canalizado en su primer libro “No te acabes nunca” que publica la Editorial Espasa. “Ha sido un proceso duro, pero me ha enseñado a afrontar las cosas que no nos gustan pero que también forman parte de la vida y al final de eso ha salido un proyecto esperanzador”, matiza María. Un experimento artístico que la periodista planteó a Paula Bonet después que las dos colaborasen juntas en varias ocasiones: una escribiendo y la otra ilustrando. “Paula ha interpretado muy bien mis sentimientos y los ha plasmado a la perfección”, añade la autora.
Más allá de las situaciones agridulces que describe en cortos versos – con ciertas dosis de ironía y una pizca de resignación-, María concibe este poemario como una especie de manual de autoayuda para los que pasan por una situación similar: “Es positivo porque hay personas que se pueden sentir identificadas con el proceso del duelo a través de las distintas fases que aparecen como la rabia, la culpabilidad o la aceptación”, añade. Al fin y al cabo, es una guía para la comprensión y la empatía desde la vivencia personal. Un poemario que pone de valor el propio sentido de la vida.