No corren buenos tiempos para la supervivencia de aquellos espacios propios que destilan autenticidad y singularidad, y que añaden ese carácter propio que tanto se echa en falta en la mayoría de las ciudades. El comercio minorista y las tiendas multimarca que llevan el gusto y estilo de su propietario van poco a poco desapareciendo en esas mismas urbes homogeneizadas con sus calles comerciales idénticas repletas de cadenas multimarca y otros comercios de oferta insípida que apelan a la monotonía y al tedio. La cultura del clon parece que aún no conoce sus límites.
No es una visión pesimista es una realidad que percibimos también en otros ámbitos, pero quizás ante tanta uniformización cuando hay alguien o algo que desmarca de la norma, llama aún más la atención. Y uno de estos espacios mágicos es Dover Street Market.
La revolución de la venta minorista
Dover Street Market acaba de cumplir 15 años y su legado está presente en las principales capitales internacionales de la moda. Sus creadores, la diseñadora japonesa Rei Kawakubo, artífice de Comme des Garçons y su marido Adrian Joffe quisieron concebir su propio experimento: una tienda “anti departamento”, donde todo fluyera en un mismo concepto, que reuniera en un mismo espacio a diseñadores consagrados y vanguardistas como a nuevos talentos. Una concept store inspiracional de moda y belleza dedicada a crear experiencias sensoriales a los clientes con una renovación constante del producto. Lo importante es generar sorpresa a través de la novedad y lo inesperado.
Dover Street Market abrió sus puertas por primera vez en 2004 y en su día revolucionó el panorama de la venta minorista con su exitosa fórmula. Kawakubo y Joffe lo tenían claro: no se dirigían a un cliente en particular ni tampoco querían separar la tienda en departamentos fijos. Justo lo contrario: querían crear un concepto único donde todo fluyera, acorde con el espíritu de cada marca para captar la atención del público esteta que ama lo clásico y lo vanguardista, los jóvenes diseñadores y las marcas de lujo. Un lugar capaz de atraer e inspirar, “que estimulara los sentidos, elevara el espíritu y que consiguiera que uno se sintiera positivo”, afirmó Joffe para Vogue.
Rei Kawakubo lo calificó como el principio del “caos hermoso” para mencionar el deseo de romper con las convenciones de toda la vida del comercio al por menor para favorecer la creación de un espacio colaborativo gigante en el que los amigos y familiares de Comme des Garçons se pudiesen congregar, interactuar los unos con los otros y presentar sus marcas de maneras nuevas y dinámicas.
Este innovador comercio que se suma a otros que han marcado tendencia en esta última década se ha extendido en todo el mundo, desde Nueva York hasta Los Ángeles, Pekin, Tokio y Singapur. El espacio más reciente, abrió en octubre en una tienda dedicada a perfumes y cosméticos en París: el nuevo invento se llama Dover Street Parfums Market.