¿Quién soy?
Soy Nerea More, pero me conoceréis (o quisiera que me conocierais) como Ene de Narcisa. Tengo 24 años, soy diseñadora de moda y ejerzo actualmente como Community Manager. Podría decir que me encuentro recién salida del horno porque terminé mis estudios hace dos veranos.
¿Dónde estudié?
Estudié en Idep Barcelona la especialización de Diseño e Imagen de Moda, y cursé el Postgrado de Comunicación para marcas de moda gracias a la beca Idep Gun.
¿Quién es mi alter ego?
Ene de Narcisa nace en 2018 a través de un experimento digital que trata de crear contenido personal para Instagram haciendo hincapié en el narcisismo y el gran ego que surge en las redes sociales. Un proyecto que continúa evolucionando, junto a la necesidad de creación de diseño y la participación en proyectos de moda como Sastreria Moderna.
“Mi proyecto hace hincapié en el narcisismo y el gran ego que surge en las redes sociales”
¿Cómo me defino?
Mi estilo a la hora de diseñar oscila entre los conceptos “athleisure”, “urban couture” y “street couture”. Es decir, trato de diseñar prendas que buscan sinergias entre la ropa deportiva y la alta costura. En cada diseño intento mezclar la funcionalidad y la comodidad, con detalles y patrones que requieren el tiempo y la elaboración de las prendas hechas a medida.
¿En qué me he especializado?
Mi especialidad en el mundo del diseño es la ropa femenina. Quizás porque intento diseñar prendas que me gustaría vestir a mí y que nos hagan sentir empoderadas. No puedo elegir especialidad ya que cuando diseño intento mezclar diseño de plana, punto circular y crear piezas que parten del volumen sobre maniquí “moulage”.
¿Cómo me reconoceréis?
Estoy a punto de lanzar mi primera colección como Ene de Narcsia y os puedo adelantar que no faltaran los mensajes en los tejidos de algunas prendas. Estos me ayudan a dar solidez al concepto de la marca y refuerzan la historia que quiero contar. Además, de esta forma consigo aportar el punto deportivo que siempre necesito para que la propuesta sea redonda. Tampoco puede faltar la combinación de tejidos técnicos con otros materiales más sofisticados como la seda, la lana o incluso los Jacquards de brocados metálicos. Esta mezcla hace la diferencia y es donde yo me siento en casa.
“Intento diseñar prendas que me gustaría vestir a mí y que nos hagan sentir empoderadas”
Este es mi proyecto.
Mi primera colección fuera del ámbito académico ha sido para la pop up de Sastreria Moderna. En este evento efímero diseñé tres piezas (cazadora, falda y vestido) para una propuesta especial junto a otras diseñadoras. El título de esta micro colección capsula era ‘Sin subtítulos’ porque quería expresar que no siempre se necesita un concepto o una justificación para crear algo. En este sentido, reivindico el concepto de crear por crear, el de hacer las cosas por amor al arte y, en este evento, con la única condición de crear prendas con los maravillosos tejidos de Gratacós.
¿Dónde me podéis seguir la pista ahora?
De momento en Instagram @Enedenarcisa y ya os avanzo que es donde van a empezar a ocurrir cosas en breve. Físicamente, también me podéis encontrar en el departamento de comunicación de Idep Barcelona, donde trabajo como Community Manage.
Gratacós es para mí…
Gratacós es el lugar donde se cuece todo. Donde nacen las primeras ideas y el lugar de partida de cualquier diseñador que quiere crecer.
Me lo llevo de la tienda…
¡Todo! Y si tuviera que elegir un tejido una fantasía de lentejuelas multicolor.
Corren buenos tiempos para los tonos metalizados que adquieren identidad propia dentro de la moda, más allá de su tradicional vinculación con la fiesta, el lujo y el exceso. Así, en las pasadas temporadas, hemos comprobado como los tejidos metálicos se han adueñado poco a poco de la pasarela en prendas, accesorios y complementos que abrazan un estilo más desenfadado, explorando lo urbano y lo deportivo en un festival estético que entrelaza formas y volúmenes contrastados.
Aun así, la proximidad de las fechas navideñas casi “nos obliga” a recuperar la faceta convencional de los tonos metálicos porque es precisamente en esta época del año donde más presencia tienen en las propuestas festivas. Entre todos los tejidos que irradian luz propia nos centramos con los dos colores brillantes por excelencia que en ocasiones se suelen oponer: el oro y la plata.
La fiebre del oro
El oro siempre se ha asociado a la opulencia, al estilo clásico, a las ornamentaciones barrocas y al lujo en su máximo esplendor. Es el color de la riqueza y de la majestuosidad, del gusto por el exceso. Un tono cálido y ultra luminoso que empodera, resplandece y abruma a su vez porque no acepta medias tintas. El preferido del Rey Midas se mueve entre lo clásico y lo moderno con tejidos que captan la atención de todas las miradas. ¡Resulta imposible que pase desapercibido!
El oro se adueña, por ejemplo, de los tejidos en pedrería, de los plisados y del lamé creando patinas doradas que crean fascinantes juegos ópticos. También está presente en los tejidos de lentejuelas con otras tonalidades más apagadas como el oro viejo o en ricos bordados florales combinados con otros colores como el rojo o el negro.
Plata futurista
Lejos de ser “el hermano menor” del oro, el color plata ha adquirido, en las últimas temporadas, identidad propia explorando su faceta más transgresora. En moda, es también una tonalidad lujosa que se asocia con la modernidad, el movimiento, la tecnología y la innovación. En este sentido, el color plateado es visto como el símbolo del progreso, de lo funcional, lo dinámico y lo técnico mostrando un gran poder de atracción que se vincula con los avances que están por venir como el campo de la ingeniería espacial. De aquí que el color plata se vincula, en ocasiones, con las utopías futuristas.
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Esta tonalidad fría se aleja de los tejidos lisos y se apropia de originales texturas como las arrugadas que se asocian al papel de aluminio. En las pasarelas de la actual temporada, destacan algunos vestidos de Calvin Klein 205W39NYC, los matices tornasolados de Emporio Armani o los tejidos con efecto holograma de Balmain. Por último, abundan también los tejidos malla y de grandes lentejuelas brillantes que crean un seductor efecto espejo. Dos clásicos que forman la esencia de Paco Rabanne.
Mircoles 28 noviembre 2018
El Museo Nacional de Mujeres Artistas (NMWA) de Washington D.C acoge por primera vez una exposición de moda y lo hace estrenándose a lo grande, alojando el trabajo meticuloso de Rodarte. Así, bajo el título ‘Rodarte’, la muestra explora el universo de la célebre casa de moda de lujo estadounidense, fundada tan solo hace 13 años por las hermanas Kate y Laura Mulleavy. Una exposición que desvela los conceptos visionarios de las diseñadoras, su impecable artesanía y su impacto en la industria de la moda. Teniendo en cuenta que, actualmente solo el 14% de las grandes firmas de moda están lideradas por mujeres, esta muestra ubicada en un museo dedicado al arte femenino es toda una declaración de intenciones.
En concreto, ‘Rodarte’ explora los rasgos distintivos de su diseño, la concepción creativa y los temas e inspiraciones recurrentes que posicionan el trabajo de las hermanas Mulleavy dentro del arte y la moda contemporánea. No se trata de una retrospectiva, algo que los propios comisarios de la muestra han dejado claro desde un principio, ya que la firma es muy joven y sus fundadoras no llegan a los cuarenta años, sino un acercamiento al imaginario de Rodarte a partir de los distintos elementos que forman su identidad. Estos rasgos se desvelan a lo largo de los 94 looks completos que forman parte de las 12 temporadas presentadas por la firma californiana. Además, también se han incluido los trajes de bailarina que las hermanas Mulleavy crearon para la película ‘Black Swan’ de Darren Aronofsky, así como el vestuario de su primera película ‘Woodshock’. Unas prendas que destilan el concepto de feminidad moderna que sostiene Rodarte junto con otras influencias como su pasión por la naturaleza y la humanidad. Una mezcla perfecta de fuerza y delicadeza que también se aprecia en la gran variedad de tejidos empleados combinados con meticulosas técnicas de alta costura. No en vano, Rodarte es una de las firmas que más elogios ha recibido en el mundo del arte y de la moda desde sus inicios en 2005.
La exposición ‘Rodarte’ estará abierta al público hasta el 10 de febrero.
La moda concebida como arte
Rodarte fue fundada en 2005 en Los Ángeles (California) fruto de la imaginación y la creatividad de Kate y Laura Mulleavy. Licenciadas en historia del arte y literatura, las hermanas carecían de una formación especializada en diseño de moda cuando empezaron, pero tenían audacia, intuición y un gusto exquisito por la técnica, la artesanía y el detalle. Con estos talentos, conquistaron a la industria de inmediato. En esta breve trayectoria de trece años, Rodarte ha ganado docenas de premios desde su primer desfile e instituciones como el Metropolitan Museum of Art’s Costume Institute se ha hecho con piezas de la firma. Sus prendas, entre postapocalípticas y oníricas, buscan esa dualidad que tiene la belleza, entre lo oscuro y lo luminoso, con múltiples referencias que abarcan temas tan recurrentes como el cine, el arte y la naturaleza.
Rodarte debutó en 2005 en la Semana de la Moda de Nueva York con un éxito rotundo y tras presentar las últimas colecciones en París, este año han decidido regresar a la Gran Manzana, ciudad donde atesoraron su primer triunfo. Un retorno que coincide con esta exposición en Washington de una de las firmas de lujo con más proyección internacional en la actual industria de la moda.
Viernes 16 noviembre 2018
Éxito de convocatoria de la nueva edición de ‘Cuaderno de Tendencias’, una iniciativa didáctica bianual, que reúne en el espacio Gratacós, a decenas de estudiantes de varias escuelas de diseño para conocer las principales tendencias globales que marcarán la temporada Otoño-Invierno 2019/2020. Una charla distendida e instructiva que imparte Úrsula Uría portavoz en España de la prestigiosa agencia de investigación Nelly Rodi para explicar los colores y las texturas que marcarán las pautas del próximo invierno.
Como premisas generales que influenciarán en la concepción de las colecciones de moda de la temporada AW19/20, Uría ha remarcado una situación económica y social compleja: “No hablamos de crisis, pero si de un parón que afecta a muchos sectores y que comporta la radicalización”. La polarización de la política, el auge de los movimientos migratorios, las reivindicaciones sociales… son algunos de los fenómenos que seguirán marcando la industria de la moda. “Las colecciones que surjan van a ser más transgresoras y alternativas”, explica la portavoz en España de Nelly Rodi. Nombres actuales como Palomo Spain y su feminización del hombre, el retorno de Agatha Ruiz de la Prada con su esencia colorista o la cantante Rosalía con su giro rompedor al flamenco, son algunos ejemplos que, según Uría, muestran esta tendencia general hacia lo alternativo.
Úrsula Uría: “Las colecciones de moda van a ser más transgresoras y alternativas”
A partir de este escenario, Nelly Rodi dibuja cuatro tendencias de moda que engloba dentro de las siguientes categorías: Master, Ride, Oddity y Spirit.
1. MASTER
Una tendencia minimalista que representa el retorno de la sastrería y del patronaje desde el punto de vista del rigor y el perfeccionismo. Vuelven las prendas bien hechas, la artesanía, los trazados geométricos y la funcionalidad.
Referencias visuales: el origami, la geometría, las matemáticas, las esculturas, las líneas rectas, los trazos definidos, el diseñador Issey Miyake, la última campaña de Dior hombre, Tilda Swinton para Gentle Monster o la propuesta de colorterapia de Arket.
Siluetas: Predominan los trazos rectos, las líneas bien marcadas y las prendas versátiles y funcionales.
Colores: Hacen referencia a lo industrial y giran alrededor de los grises y los azules. No aparece el negro y los tonos tinta son los que dan profundidad. También se lleva el color block de un solo tono.
Tejidos: Los acabados brillantes, los acolchados y la experimentación en tejidos técnicos.
Público: Un consumidor racional que compra productos selectivos y caros. Sabe lo que quiere y lo consume a consciencia.
2. RIDE
Una tendencia premium inspirada en el mundo de las carreras (caballos y coches) y de la velocidad. Apela a la reinvención de los clásicos como ya han hecho firmas como Burberry, Hermès o Loewe.
Referencias visuales: el mundo ecuestre, el concepto del club privado, las sagas, las amazonas, el prestigio del uniforme y la autenticidad elegante de las it girls (Carlota Casiraghi, Olivia Palermo, Marta Ortega) con familias vinculadas al mundo del caballo.
Siluetas: Las prendas estructuradas, la geometría, las chaquetas bikers con siluetas reformuladas…
Colores: Las tonalidades de marrones y el rojo Ferrari que aporta un punto de calidez.
Tejidos: Un retorno de los tejidos clásicos como el ante, la piel, las aplicaciones de pelo y los estampados de cuadros inspirados en los jinetes.
Público: Un consumidor que conoce las historias de las marcas y que da valor a las sagas familiares. Consume productos que tienen una historia detrás, un savoir faire bien marcado.and
3. ODDITY
Una tendencia juvenil que se inspira en los movimientos reivindicativos desde el punto poético. Lo alternativo que no es agresivo, sino que transgrede desde la creatividad. Tiene un punto hippy.
Referencias visuales: la portada de Vogue USA del empoderamiento de la mujer, los movimientos sociales, las comunidades, la identidad, la estética grunge, el activismo y la colaboración, el concepto princesa Peter Pan, el eco-activismo, el futurismo y las flores marchitas.
Siluetas: Las sobreposiciones, la experimentación de materiales, las capas, las aberturas sorprendentes… prendas funcionales y muy tecnológicas.
Colores: El gris látex, el azul eléctrico y los tonos dulces (colores pastel).
Tejidos: El mohair, el plástico, el lúrex… La experimentación de tejidos alternativos.
Público: Un público joven que busca apelar una reivindicación a través de la moda. La moda como canal de expresión de un mensaje.
4. SPIRIT
Una tendencia festiva basada en el romanticismo y la sensualidad más teatral. Hay un retorno al refinamiento y a la ostentación con materiales sofisticados. También expresa movimiento con siluetas y tejidos suntuosos que expresan las formas de la mujer.
Referencias visuales: la danza de los siete velos, las reminiscencias estéticas del art noveau, la ciudad de Estambul, el teatro, la seducción, las flores XXL como gardenias y orquídeas, el cantante Bruno Mars, Dolce & Gabbana y el lujo excesivo.
Siluetas: La vuelta de los trajes y la camisería, los abrigos largos y las siluetas fluidas con movimiento con reminiscencias románticas.
Colores: Los colores saturados e intensos. Las tonalidades malvas, lilas y moradas.
Tejidos: Las texturas ricas y aterciopeladas y los Jacquards florales.
Público: Un comprador que busca la emoción, la seducción y la teatralidad. La moda es su arma para impresionar a los demás.
Este otoño es especialmente colorido con tonos saturados y brillantes que irradian fuerza y energía para los meses más oscuros del año donde lo usual es que predominen las gamas neutras y las tonalidades pálidas. Ahora es, ¡justo lo contrario!
Primero fueron los colores neón, luego el naranja como transición entre el verano y el otoño, y ahora llegan otros tonos dentro de la paleta de los fríos dispuestos a coger el relevo. Según un Informe de tendencias de Pantone (la autoridad internacional del color), los colores para Otoño-Invierno 2018 “expresan nuestra necesidad de individualidad, ingenio y creatividad”. Son tonos otoñales inesperados que se complementan con otros más tradicionales y que irradian estas ganas de romper con las estructuras estacionales. El mismo informe apunta que son “colores expresivos que reinventan la historia del color estacional y permiten que la moda juegue con el arte y la originalidad”.
A continuación, te desvelamos cuatro tonos que iluminan los looks de otoño y que ya se han visto en las pasarelas:
- Red Pear
Este rojo es el más apetecible de la paleta y quizás también el más clásico de los colores de moda. El Red Pear es un rojo intenso y delicado que atrae por su exquisita profundidad. Es un color seductor (recuerda al borgoña), que admite una gran variedad de tonalidades y en tejidos da mucho juego gracias a su versatilidad con relieves y texturas totalmente evocadoras. Firmas como Elie Saab, Bottega Veneta, Roksanda, Givenchy, Lanvin u Oscar de La Renta han incorporado este tono en sus propuestas otoñales creando looks fáciles de combinar.
- Ultra Violet
Esta tonalidad la tenemos más presente en nuestras mentes porque Pantone lo escogió como color del año 2018. Cuando creíamos que se quedó en una simple mención, esta tonalidad radiante de violeta aparece en todo su resplandor en las colecciones de otoño. Un tono atrevido vinculado con la creatividad y la imaginación. En tejidos como el terciopelo, el Ultra Violet adquiere un lado más sofisticado, aunque también da juego en bordados y en Jacquard florales. En la pasarela, firmas como Moschino, Tibi, Salvatore Ferragamo, Marni o Dolce & Gabbana se han atrevido con esta variedad de violeta.
- Crocus Petal
Seguimos con las tonalidades violetas para centrarnos ahora en su versión más suave. Crocus Petal, es según Pantone “un tono cultivado y refinado que aporta una sensación de ligereza”. Es una tonalidad pastel muy femenina que dulcifica rasgos y se desmarca del resto por su carácter único. Un color que potencia el movimiento y que en tejidos se aprecia muy bien sobre texturas suaves, lisas y con leves reflejos. En la pasarela, el Crocus Petal se ha visto en diseños de Acne Studios, Miu Miu, Ashley Williams.
- Quetzal Green
Profundo, evocador, sofisticado… este tono de azul verdoso es sencillamente arrebatador. Un color que abunda en la naturaleza en ciertos plumajes de aves para destacar ante las hembras de su misma especie: patos, pavorreales… Una preciosa mezcla de azules profundes y turquesas que se alinea con la elegancia y que admite prácticamente todas las texturas que resaltan los matices de este color tan rico. En la pasarela se han impregnado de Quetzal Green firmas como Alexander McQueen, Alberta Ferretti, Paul Smith o Self-Portrait
Después del verano, The Color Community ha vuelto a la carga con un nuevo informe inspirador. La asociación de “apasionados del color y la materia” han presentado las últimas novedades en su undécima edición celebrada, como es habitual, en la Antigua Fábrica Damm de Barcelona. Destaca un logotipo nuevo que transmite la esencia de la asociación: la unión de varios profesionales pluridisciplinares que aportan la suma de las visiones del color; una nueva web donde consultar e orientar a los interesados en indagar en la materia y, por último, una nueva carta de colores que son los que guiarán la temporada Primavera-Verano 2020.
The Color Community es una iniciativa en constante evolución que apoyamos desde su nacimiento porque como empresa internacional de tejidos también nos interesa el color y la textura, y como estos se aplican en el diseño. El equipo fundador de la iniciativa lo forman tres personalidades: el arquitecto Pere Ortega; la diseñadora especializada en Colour & Trim, Eva Muñoz; y Rosa Pujol, Textil & Colour Stylist de esta misma casa. Estos profesionales trabajan en su día a día con las tendencias y sus connotaciones en función del factor temporal y socio cultural y nunca pierden de vista la visión del mercado para intentar adecuarse a sus futuras necesidades. Como ellos dicen en su portal online, “We Do Colour”.
Esta edición gira en torno al concepto de ‘Double Poetry’ que hace referencia a la dualidad: los antagonismos que se relacionan entre sí como lo racional y lo impulsivo, lo científico y lo emotivo… y los conceptos que se complementan, pero siempre jugando con esta vinculación de dos ideas. Una propuesta fresca y enérgica que se articula a través de cuatro gamas de color, texturas y materias bautizadas como: Iced Risk, Los Angeles, Mother Tech y New New.
A continuación, os explicamos una pequeña síntesis de cada una de ellas:
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Iced Risk
La primera inspiración se centra en la idea del riesgo controlado. Innovación al servicio de la funcionalidad, diseño sin estridencias para su apto consumo. Es una propuesta versátil y dinámica centrada en las líneas geométricas, las ilusiones ópticas, los volúmenes bajo control, los tejidos técnicos, fluidos y plisados, las siluetas etéreas y algunos motivos en rejilla. Se representa principalmente con una paleta de verdes inspirados en la naturaleza, azules urbanos y pinceladas de amarillo mostaza.
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Los Ángeles
La segunda gama es más juvenil y se inspira en esta ciudad californiana y en su estilo de vida más relajado. Se inspira en los contrastes cromáticos, las formas inspiradas en el agua, la estética surfera y náutica… Para ello abundan materiales sintéticos como el plástico, las redes, los degradados, los estampados geométricos… en colores vivos que se presentan en bloque o que contrastan con el blanco más puro.
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Mother Tech
La tercera inspiración juega con el concepto de la tecnología y como esta se relaciona con el ser humano. Una gama que reivindica su uso creativo e invita a perderle el miedo. A su vez, también refleja como la tecnología puede convivir con la naturaleza y complementarse con ella. En materia de texturas se expresa con las formas experimentales, las filigranas, las fibras imperfectas, las lentejuelas tipo espejo, los tejidos iridiscentes, los cortes con láser… La gama de colores va desde el verde menta pasando por el azul pátina y los metalizados, en especial el color plata en su versión brillante y mate.
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New New
Por último, la cuarta gama es la más transgresora y conecta directamente con la Generación Z: los jóvenes del siglo XXI que ya tienen edad para consumir. Se inspira en los clásicos en versión contemporánea, las ediciones de coleccionismo, las rara avis… Una renovación de los códigos de siempre para un público totalmente nuevo que no conoce lo anterior. Tejidos como el denim, las formas atípicas, los tejidos con mensaje… encajan en esta propuesta con una paleta cromática de lo más estridente que incluye el amarillo, el verde lima, el rosa chicle o el dorado, entre otras tonalidades.
El tweed es un tejido emblemático que tiene historia. Un comodín en constante evolución que aparece, en menor o mayor medida, en las temporadas de invierno. De inspiración clásica, elegante y camaleónico a su vez, el tweed conserva una estructura y estética definida que permanece intacta al paso del tiempo, aunque se renueva en prendas que cambian de estilo, según las tendencias del momento. Antes de centrarnos en las colecciones actuales, vamos a indagar un poco en la historia de este tejido singular y tan reconocible a simple vista.
Para empezar, el tweed es un tejido de lana con apariencia irregular que no tiene esa terminación y acabado liso natural de una tela convencional. Es de tacto rugoso, textura calada y elástica y patrones definidos como el houndstooth, el windowpane, la cuadrícula del Príncipe de Gales y el herringbone. También constituye un tejido que se presta para el cosido y el planchado con una versatilidad que no tiene límites en el armario femenino y masculino.
Orígenes humildes
El tweed tiene su origen en Escocia y se vinculaba inicialmente en el ámbito rural. Era un tejido habitual en la ropa de abrigo de las clases populares y se usaba especialmente en el campo para resistir las duras condiciones climatológicas. Durante el siglo XIX, el tweed llamó la atención dentro de la sociedad inglesa: la clase alta británica lo visualizó como el tejido indispensable para sus actividades de caza. Vieron en el tweed un tejido versátil muy vinculado en el ámbito campestre y las actividades deportivas que tenía a su vez un reverso elegante. Se podría decir que vestía bien en el campo.
El legado de Coco Chanel
Si hay un tejido que se asocia al legado de Chanel y al de su fundadora, ese es sin lugar a dudas el tweed. Fue a finales de los años 20 cuando la icónica diseñadora decidió incorporar el tweed al armario femenino al ver su enorme potencial como tejido y sus múltiples virtudes: a pesar de ser robusto, era flexible y esponjoso. Unas características que permitían que este tejido se adaptara al vestuario más casual de una sociedad ociosa que empezaba a disfrutar del tiempo libre. Así, Coco Chanel fue la pionera en ofrecer a las mujeres comodidad y modernidad a través del tweed con prendas como trajes, faldas y chaquetas (un icono de la maison) que se adaptaban a estas nuevas necesidades y libraban a la mujer de las rigidizas del vestuario de la época.
El éxito fue inmediato y convirtió el tweed en una pieza clave del lenguaje de estilo de Chanel, un auténtico sello distintivo. En la década de los 50, el tweed era un tejido muy popular que contaba con un seguido de variantes más modernizadas, nuevos usos y sorprendentes combinaciones. En definitiva, continuaba revolucionando la industria de la moda. No en vano, fueron muchos los diseñadores que lo incorporaron en sus colecciones hasta día de hoy. Aun así, por mucho que pasen los años el tweed siempre se asocia a su pionera: Mademoiselle Chanel en una historia vinculada a la emancipación de la mujer.
El tweed en la temporada actual
Más allá de Chanel, el tweed es un tejido que prácticamente se repite en la mayoría de colecciones prêt-à-porter de las grandes firmas en sus múltiples versiones y con un nuevo lavado de cara en cada temporada. Más allá de las chaquetas y trajes estilo lady, se utiliza también en abrigos largos de líneas rectas, faldas midi y levitas. Atención a tres detalles de las propuestas actuales: se lleva el efecto deshilachado, se introduce más color y se combina con denim y cuero para darle un efecto más rebelde al atuendo. Toma nota de algunos looks de pasarela de Calvin Klein, Gucci, Miu Miu y Marc Jacobs.
En Gratacós también te queremos mostrar algunos tejidos tweed que tenemos para que imagines tus prendas de otoño. ¡Toma nota de algunas ideas!
Jueves 27 septiembre 2018
“Gracias Delpozo por estos seis maravillosos años. Me he sentido como en familia, y estoy muy orgulloso de todas las cosas que hicimos juntos”. Esta es la frase de despedida que Josep Font dejó el pasado martes en su Instagram, tras seis años al frente de la dirección artística de la firma. Delpozo por su parte, agradecía casi al mismo tiempo su excelente labor durante estos años. Un intercambio de agradecimientos que pone fin a una fructífera colaboración con éxito.
Josep Font ha sido el encargado de “rejuvenecer y continuar el legado de Jesús (del Pozo)”, según afirmaba Pedro Trolez, presidente de Grupo Perfumes y Diseño, propietario de la casa, haciendo de la marca española una de las más deseadas a nivel internacional. “Tiene una capacidad extraordinaria de mezclar colores, texturas y volúmenes, convirtiéndolos en colecciones delicadas y femeninas. Estoy agradecido por su lealtad y por haber formado parte de esta primera etapa de Delpozo”, añadía Trolez.
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Arquitecto de formación, Josep Font se unió al proyecto de Delopozo un año después del fallecimiento de Jesús del Pozo, firma que se fundó en 1974. En estos seis años, Font ha sido el responsable de renovar la identidad de la mujer Delpozo y darle una proyección mundial al desfilar a Nueva York y después a Londres, presentando los dos últimos desfiles. Más allá de la reformulación del nombre (Jesús del Pozo, pasó a llamarse DelPozo) con fines comerciales, el modisto catalán ideó un lenguaje propio inspirado en las formas de la naturaleza para crear voluminosos diseños etéreos y delicados en una paleta muy colorida caracterizada por sus magníficos contrastes: baila entre los tonos pastel más oníricos y los tonos más saturados.
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Más allá de la naturaleza, el diseñador también ha bebido del arte, la música y la arquitectura para idear cada nueva colección. Cada cual más sorprendente y aplaudida. Apasionado de la artesanía, Font también ha apostado por los bordados de calidad reclutando personal adecuado para trabajar en su taller. Una tarea que avala esa minuciosidad por el detalle y los acabados en prendas más cercanas a la Alta Costura que al prêt-à-porter en una visión incomparable del armario femenino. Por todo ello, Josep Font ha puesto en valor las piezas bien hechas, la moda cocinada a fuego lento, las siluetas arquitectónicas, el tul, los volúmenes etéreos y el buen gusto sin excesos. Todo ello a través de Delpozo.
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De momento, desde Delpozo no han dado pistas de quién será el creativo que cogerá el relievo de Josep Font al frente de la dirección artística. Tampoco se sabe cuál será el siguiente paso a dar por el diseñador catalán que ha conseguido hacer soñar a las mujeres privilegiadas que se han podido vestir de Delpozo en la era de Josep Font.
Jueves 13 septiembre 2018
Septiembre es el mes que evoca al inicio, a la vuelta del trabajo y las rutinas después de las vacaciones. Es el período en qué empieza oficialmente la temporada de frío, que a nivel de tejidos siempre es la más interesante en cuanto a diversidad de texturas, volúmenes y relieves. Os detallamos a continuación algunos detalles que conceptualizan la colección Otoño-Invierno que se engloba bajo el concepto “Share Emotions”. Una propuesta entusiasta que apela directamente a las emociones que transmiten los tejidos y, a su vez, se comparten como estrategia de diferenciación en un mercado sobresaturado: lo que sorprende, emociona y a su vez hace que sea más memorable.
Concepto general
Como explicábamos, el sector del textil es un mercado altamente competitivo donde más que nunca se necesita conectar con el consumidor de alguna forma para que se fije en nosotros. No se puede desperdiciar ninguna oportunidad. En esta propuesta otoñal, la clave de la diferenciación consistirá en apelar las emociones del consumidor creando una experiencia personal que pueda compartir. Partiendo de este vínculo emocional, la colección Share Emotions se articula en tres temáticas diferenciadas que buscan sorprender al consumidor. ¿Cómo? En primer lugar, a través de la búsqueda de la belleza alternativa –aquella que a veces es drástica, abstracta y no estándar- y del estilo propio. En segundo lugar, a través de evocadores paisajes de invierno llenos de matices, colores y texturas. En este aspecto nos fijamos en las “imperfecciones” de la naturaleza. Por último, nos inspira también el confort del hogar como sinónimo del lujo cotidiano y las experiencias emocionales más íntimas que se crean dentro de casa. Un espacio para un nuevo lujo emocional.
Tejidos
En la propuesta Share Emotions, los tejidos se polarizan entre lo extravagante y lo funcional. Entre lo festivo y lo cotidiano. No hay medias tintas. En general, reina el caos creativo a través de las distintas formas, las densidades y los volúmenes fuera de escala. A modo de detalle, los bordes se deshacen, así como las costuras, dejando a su paso una apariencia falsamente descuidada. Esta temporada también se imponen los fieltros, las franelas y los tweeds con rasos sinuosos junto a los tejidos con texturas epidérmicas.
Color
El protagonista de la colección de invierno es el blanco en su estado puro. Un color que transmite pureza y perfección, y simboliza el comienzo o el inicio de una etapa. El blanco también nos evoca a una moda tranquila que invita a la reflexión y a la intimidad. Evidentemente, no todo es blanco en esta colección emocional. También visualizamos la paleta de rosas, malvas y morados, con el fucsia como tono destacado. El azul Klein es otro color a resaltar junto a otras tonalidades menos vibrantes que lo acompañan. En la gama de cálidos priorizamos los anaranjados y, por último, triunfan los metalizados en los tejidos asociados con el ámbito festivo y los irisados, aquellos que atraen la luz y la reflejan a su manera evocando distintas tonalidades a su paso.
Jueves 06 septiembre 2018
En cada temporada, la industria de la moda dicta las nuevas tendencias y estas suelen evolucionar de dos maneras: se convierten en una suave transición de la moda anterior adaptada a la nueva estación, o bien, marcan justo lo opuesto que la temporada pasada. Continuidad o contraste. En el caso de los colores neón se da el segundo caso.
Llevamos un 2018 empachados con las tonalidades pastel: el rosa millennial que se resiste abandonar la palestra, el suave tono lavanda del invierno pasado, los tranquilizadores azul bebé, el verde menta… Después de este festín de colores dulces, la moda marca justo lo contrario con tonalidades dispuestas a revolucionar las retinas de los consumidores: los fluorescentes. Por lo tanto, con el verano aun marcando el calendario, damos la bienvenida al otoño con esta atrevida tendencia cromática que se rescata de la década de los 80 para llevar un poco de luz a nuestro tradicional guardarropa invernal.
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El retorno de los colores neón no es algo novedoso. De hecho, ya hubo un regreso hace prácticamente una década en prendas de estilo deportivo inspiradas en los “uniformes” de los cantantes de rap y hip hop que lucían complementos como zapatillas, gafas de sol y otros detalles en la ropa como franjas laterales que brillaban en la oscuridad. Ahora, algunos diseñadores rescatan esta fiebre por los colores fluorescentes y lo hacen con nuevos enfoques y argumentos conceptuales. Los dos más evidentes o representativos han sido Calvin Klein y Prada, aunque también se han visto tonos neón en los desfiles de Moschino, Marni o Balenciaga.
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El director creativo de Calvin Klein 205W39NYC, Raf Simons cumple su primer año en el cargo explorando el universo de la cultura norteamericana. En este caso, los tonos fluorescentes los utiliza para destacar los conceptos de “seguridad” y “protección” con prendas que hacen referencia a los chalecos reflectantes, los monos y los pasamontañas y donde se utiliza precisamente estos tonos al servicio de la moda.
Esta temporada, Prada hace una revisión del estilo sporty en clave futurista con prendas oversized inspiradas en los deportes al aire libre. Chalecos, cortavientos, gabardinas, botas de agua, sombreros de pescador en tonos flúor, flecos luminiscentes que adornan vestidos y tejidos superpuestos que crean sobre la pasarela un atrayente efecto iridiscente.
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¿Y cómo se combinan los tonos flúor? Son colores que transmiten dinamismo y transgresión y se asociación con la juventud y la diversión. Este poder de atracción visual que ejercen es a su vez su mayor defecto porque de la misma forma que enganchan, repelen al instante. ¡Es fácil hartarse de ellos! La opción más arriesgada es lucirlo con prendas de estilo athleisure, en parkas, chubasqueros y cortavientos o en chaquetas de corte ochentero que rebajen la formalidad de un vestido cerrado o una falda midi con camisa. La más discreta es relejarlos a pequeños complementos o detalles como franjas laterales o cremalleras. Los colores que mejor los acompañan son el blanco y el negro junto a la gama de neutros.
En Gratacós damos la bienvenida a los tonos neón con algunos tejidos atrevidos que no pasan desapercibidos en la tienda. ¿Te acercas a verlos y tocarlos en primera persona?