La unión hace la fuerza y ésta, es más necesaria que nunca en tiempos inestables que hacen tambalear los cimientos de la economía actual. La industria textil (nacional e internacional) no podía quedar al margen de la situación de emergencia provocada por el coronavirus, y es admirable como en estas últimas semanas ha unido esfuerzos para fabricar a gran escala, material sanitario de primera necesidad para ayudar a cortar la cadena de contagio de la enfermedad, y así frenar la pandemia.
Ante situaciones extraordinarias, medidas chocantes. En nuestro país, las empresas textiles españolas, al igual que el sector de la cosmética, de la automoción y de bebida ha escuchado la llamada del Gobierno para reconvertir la producción para fabricar mascarillas, guantes, equipos de respiración asistida o geles desinfectantes a la máxima velocidad. Una reconversión que sirve para abastecer hospitales, residencias y trabajadores de servicios esenciales que necesitan con urgencia este material para hacer frente la batalla de la epidemia. Hasta el momento, la falta de recursos era uno de los agujeros negros que daba alas al coronavirus.
En el caso de la industria textil, las empresas que se van sumando a la iniciativa han pasado de coser pantalones o vestidos para fabricar mascarillas quirúrgicas y batas de “usar y tirar” que se utilizan por miles en los hospitales. Hasta la fecha, el sector tiene a punto la maquinaria, los patrones y los tejidos necesarios y una vez cumplan con todos los requisitos y homologaciones que aprueba el Instituto Tecnológico del Textil (AITEX) se empezará con la producción masiva. De hecho, las estimaciones son esperanzadoras: calculan que se podrán fabricar hasta 160.000 mascarillas al día y unas 50.000 batas desechables.
Las grandes firmas de moda internacionales también se han puesto a la labor con producciones especiales acompañadas de donaciones económicas dedicadas a proveer los recursos actuales en centros hospitalarios y a fomentar la investigación científica para acelerar la carrera para encontrar la vacuna que erradique el coronavirus. Por su parte, los gigantes de la moda española (Inditex, Mango, Tendam y Desigual) también cuentan con un ejército de proveedores alrededor del globo para conseguir más material sanitario. Los hilos ya se están moviendo en este aspecto.
Un ejercito de voluntarios luchan por la causa
Más allá de la unidad, si hay algo que está sucediendo en clave positiva en casi cada rincón del planeta y que nos está enseñando una valiosa lección de humanidad estos días es la solidaridad. Todo el mundo quiere sumar y ayudar en la medida de lo posible a frenar la pandemia. Más allá de las iniciativas particulares, que son muchas y diversas, uno de los proyectos vinculados con la moda que ha aportado su granito de arena ha sido Modistas Solidarias, una iniciativa impulsada por la diseñadora María Cordero, alter ego de la firma española Wolflamb. Su objetivo ha sido el de reconvertir todos los tejidos de algodón en mascarillas para abastecer los hospitales cerca de su taller, en Valencia, y para ello, puso a trabajar a todas las costureras de su equipo. Esta pequeño proyecto ha cobrado fuerza al sumarse pequeños talleres y particulares hasta extenderse por toda España. Junto a voluntarios anónimos también se han sumado a la iniciativa rostros conocidos como Ariadne Artiles, Eugenia Silva, Blanca Padilla, Paz Vega y los diseñadores Vicky Martín Berrocal y Juan Avellaneda.
Gratacós también se compromete
Desde Gratacós no nos hemos quedado con los brazos cruzados y conscientes de nuestra responsabilidad social como empresa de tejidos también hemos querido sumar esfuerzos en la lucha contra el coronavirus. Hasta el momento, hemos subministrado y enviado decenas de tejidos de algodón a talleres locales y empresas de proximidad para la fabricación de mascarillas. Somos conscientes del estado de emergencia y en los próximos días estudiaremos incentivar más acciones para paliar esta crisis social, económica y sanitaria. Os iremos informando a través de las redes sociales. ¡Cuidaros desde casa!
Nadie niega lo evidente. La cultura y el ocio en sus formatos de exposición más tradicionales han sido uno de los grandes perjudicados del coronavirus. El cierre de salas de cine y de conciertos, museos, exposiciones, teatros y bibliotecas entre otros, y el posterior confinamiento en el hogar han obstaculizado los hábitos de consumo a través de los métodos físicos. Aun así, la cultura es subversiva y en tiempos difíciles, siempre ha encontrado vías alternativas para difundir conocimiento a través de otros soportes. Y, en este caso, a pesar del confinamiento, la vida cultural transcurre tras la pantalla en terreno plenamente digital.
El virus no ha frenado el inmenso poder de la cultura con sus múltiples canales de expresión que permiten mantener intactos sus objetivos: difundir conocimiento, contemplar belleza, estimular la imaginación y crear opinión crítica. De hecho, en la última semana el confinamiento ha puesto a prueba el ingenio y la creatividad de muchos artistas que han ideado nuevas propuestas para vivir la cultura desde el sofá de casa. Desde festivales esporádicos, visitas virtuales, charlas en streaming o cursos improvisados. Cada día surgen nuevas y originales iniciativas de pequeño formato, que se suman a las que impulsan los principales centros de arte del mundo, para engrosar la lista de actividades culturales que se ofrecen como alternativa para entretener y animar las jornadas de clausura hogareña.
Te sugerimos algunas ideas para seguir alimentando el intelecto desde casa.
Arte virtual
Los museos y centros culturales de todo el mundo siguen abiertos de manera virtual. Es el ejemplo del Thyssen, el Prado, el Reina Sofía o el Museu Nacional d’Art de Catalunya que ofrecen visitas virtuales, vídeos, audios, conferencias y hasta cursos online para poder disfrutar de las actividades culturales de estos espacios culturales españoles. En el ámbito internacional, destacan, por ejemplo, los Uffizi de Florencia, los Muesos Vaticanos, el Louvre, el Metropolitan de Nueva York o la National Gallery de Washington que también muestran a los visitantes su colección online. Por su parte, Google a través de su app, Arts and Culture ofrece visitas guiadas de realidad virtual a museos, obras maestras e incluso a la construcción de la estatua de la Libertad neoyorquina. De hecho, el todopoderoso Google recopila más de 7.000 exposiciones virtuales procedentes de todo el planeta. Lo difícil en este caso, es escoger la muestra a ver. Por su parte, el referente del arte contemporáneo, el MOMA también está impartiendo gratis y sin salir de casa, 6 interesantes cursos vinculados con la moda, el arte, la fotografía y el diseño.
Teatro y artes escénicas
Las artes escénicas también ofrecen facilidades a los usuarios digitales. La Teatroteca del Ministerio de Cultura está disponible con más de 1.500 obras de teatro, circo y danza con obras a disposición de los usuarios como ‘La casa de Benarda Alba’, ‘La vida es sueño’ o ‘Bodas de sangre’. Cualquiera puede acceder a ellas a través de una inscripción gratuitamente online a través de Bibliotecacdt.mcu.es. Por su parte, la Opera Metropolitana de Nueva York está ofreciendo grandes clásicos del género en streaming como ‘Carmen’, ‘La Boheme’, ‘La Traviata o ‘Il Trovatore’.
Series y películas
Las plataformas digitales de pago para ver contenidos audiovisuales han experimentado un nuevo boom de suscripciones que evidencian el creciente consumo de series, documentales y películas entre los usuarios confinados. Más allá de los reyes del streaming, existen también otras webs públicas como la de RTVE o la de Televisió de Catalunya que ofrecen series y películas de forma gratuita y legal. Otras páginas como Efilm.online y Ebiblio.es disponen de un catálogo de películas, libros y revistas gratuitas a quienes tengan carnet de biblioteca. Las bibliotecas, como la Nacional o la de Catalunya, y webs como Google Books también ofrecen lectura gratuita.
Música en directo
La música no conoce fronteras. Y menos en momentos complicados, donde demuestra la gran capacidad de romper barreras y llegar a todos los rincones y públicos. Del aislamiento social han salido iniciativas de todo tipo: desde los conciertos esporádicos a través de Instagram agrupados en hashtags que corren como la pólvora en Internet como #YoMeQuedoenCasa hasta festivales de música alternativa como el Cuarentena Fest para hacer más llevadero el estado de confinamiento. Esta última iniciativa, agrupa 50 bandas que ofrecen conciertos privados desde sus casas a través de YouTube. Incluso algunos artistas anónimos han salido a sus balcones para interpretar canciones a capela, o con sus instrumentos musicales, para ofrecer improvisados conciertos en directo a sus vecinos.
En los próximos días, la oferta cultural se engrosará para mantener cierta normalidad desde casa. Evidentemente cambia el formato de consumo porque el coronavirus ha reducido la experiencia estética a la ventana de una pantalla. También se hecha de menos ese componente social tan esencial que sostiene la cultura: subirnos a un escenario, comentar unas obras que emocionan, pasear por una exposición… pero estamos seguros de que cuando esta situación finalice, percibiremos (y apreciaremos) la belleza de otra forma y desde todos los ámbitos posibles. Un último consejo: ¡mantén bien conectado el wifi!
Marzo, igual que Septiembre, es el mes del renacimiento. Del florecer de la nueva temporada que invernaba hasta el momento en nuestros almacenes, esperando su turno: la presentación oficial en sociedad. Y es que teníamos muchas ganas de mostrar la nueva colección de tejidos, esta vez aglutinados bajo el concepto Double Poetry.
Double Poetry apela a la poesía que esconde la dualidad. Un año dual (2020) inspira una colección de primavera-verano que se mueve entre dos aguas. A nivel creativo, nos inspiran los antagonismos que se relacionan entre sí, especialmente en los procesos de trabajo: lo mental y lo irracional, la tecnología y la emoción, lo que se desarrolla de forma cerebral y lo guiado desde el corazón. Dotamos de poesía y emoción humana a la tecnología más avanzada para crear una propuesta racional y tangible, pero con altas dosis de sensibilidad.
Bajo este concepto de extremos que se complementan, la propuesta Primavera-Verano 2020 se desarrolla en dos direcciones:
1. Un giro a los clásicos contemporáneos
Lo clásico no tiene por qué ser ni previsible ni aburrido, y menos cuando experimenta una transformación que lo sacude y lo rejuvenece. Precisamente nos gusta salirnos de la zona de confort con propuestas disruptivas. Esta línea contempla tejidos que conservan cierto primitivismo intemporal. Son productos fácilmente reconocibles, cercanos a lo doméstico y que transmiten seguridad y cotidianidad: llevar un Jacquard fuera del terreno festivo o buscar un tipo de algodón que transmita un mensaje, ¿por qué no? Una gama de tejidos tradicionales (vuelve la pañería, los tweeds y los artículos de lana), algunos de aspecto rústico que interactúan con las últimas tecnologías para incluirnos en la moda contemporánea.
Dentro de esta línea se agrupan los tejidos táctiles, con ciertos relieves: granulados, crepes evidentes, flameados, volúmenes flexibles, brillos sintéticos, lurex plateado trabajado de una manera delicada y sin estridencias. Estos productos destacan porque buscan potenciar la belleza de la materia prima. Son tejidos artesanales y rústicos, pero a la vez sofisticados a nivel tecnológico y muestran estas imperfecciones (relieves y volúmenes) con orgullo. En cuanto a diseño, los clásicos contemporáneos se inspiran en el universo étnico en clave minimalista: en un estilo folk natural de trazos firmes, formas sinuosas y orgánicas. En esta categoría también abundan las geometrías repetitivas, casi elementales, con o sin simetría: cuadros limpios y estampado de rayas esenciales. Por último, no olvidamos los estampados florales con deliciosas composiciones con pétalos y motivos que se inspiran en el universo surf de vibrantes colores.
En este primer bloque abundan los tonos neutros, la paleta de los tierra con matices dorados, el imbatible blanco y negro o los combinables azules marinos.
2. Una oda al paisaje urbano
La segunda dirección de la colección Primavera-Verano 20 nos sitúa en un entorno urbano. La ciudad como núcleo de las relaciones humanas. Buscamos esa conexión directa con nuestro hogar de cristal y hormigón, y dentro de esta línea abrazamos la experimentación con combinaciones sorprendentes de materiales y texturas con colores vitales, luminosos y energéticos que se puedan contraponer frente a frente para crear un interesante diálogo en consonancia con el paisaje urbano.
En este segundo bloque abundan los tejidos de una luminosidad joven y fresca con tonos inteligentes y emotivos a la vez. Buscamos apelar a la emoción con la mezcla y dejarse llevar por la intuición. Así, los tejidos que proponemos destacan por sus volúmenes evidenciados, son densos en aspecto, de composiciones artificiales y texturas elegantes para una seducción que entra en terreno diurno. Tejidos femeninos y fluidos con relieves ligeros y frescos porque queremos comunicar energía y espontaneidad a través de los materiales. A su vez, los productos tienen aspecto limpio, tactos técnicos solo en acabados y cuentan con un diseño espontáneo y energético para un look que destaque dentro de la ciudad. Los tejidos buscan cierta teatralidad y alegría con grafismos gigantes para el aire libre, reflejos acuáticos y estampados de inspiración botánica. Una línea que nos anima a replantearnos los códigos estéticos y experimentar sin cuestionarnos la belleza o la necesidad de los productos finales.
En este segundo bloque abundan los colores minerales que van desde el azul al rosa pálido o los lavandas, los naranjas y la paleta de verdes y limas. Tonos vibrantes que se exhiben por ellos mismos.
Te invitamos a descubrir la nueva colección Primavera-Verano 2020 a través de la tienda online o en nuestro espacio Gratacós de Barcelona. ¡Déjate seducir por los materiales, las texturas y los estampados de los tejidos!
Le llaman el nuevo negro por su versatilidad y funcionalidad, apelando la elegancia desde la discreción. El azul marino nunca fue un tono arriesgado, ni pretendió serlo porque precisamente seduce a través de la armonía, el equilibrio y la atemporalidad, convirtiéndose en una apuesta segura dentro del armario, que va más allá de los ciclos y las modas que dicta el sector. Y ya se sabe que lo clásico nunca muere. Por eso, este tono en cuestión roza la inmortalidad.
A continuación te explicamos algunas curiosidades del enigmático azul marino:
El origen del azul marino
El azul marino debe su nombre al azul oscuro que se usaba en los uniformes de varias marinas de guerra. La primera en adoptar este tono fue la Marina Real Británica en 1748 y, posteriormente, se extendió en la mayoría de armadas del mundo. De hecho, ofrecía una ventaja y es que al ser casi negro se evitaba la pérdida de color. Así, durante el siglo XVIII se utilizó como base para teñir los uniformes.
Durante el siglo XIX, el uso del azul marino se extendió a otras profesiones y rápidamente conquistó la calle. Entonces el color negro seguía manteniendo el dominio en las indumentarias consideradas serias. Sin embargo, los tintoreros usaron los pigmentos azul de Prusia y añil para lanzar la moda de telas y vestidos de color azul marino, lo que se convirtió en un fenómeno social. El azul marino mantenía la sobriedad del negro, pero resultaba ser menos duro y sobre todo más barato. De hecho por lo general, el color de la indumentaria no fue una cuestión de gusto, sino más bien de dinero. Después de la Primera Guerra Mundial, esta tonalidad oscura desplazó al negro en muchas profesiones como marinos, militares, gendarmes, policías bomberos o funcionarios.
Dior lo adopta como un símbolo feminista
“Entre todos los colores, el azul marino es el único que puede competir con el negro presentando las mismas virtudes”. Esta frase de Christian Dior ha guiado también la última etapa de la maison francesa capitaneada por Maria Grazia Chiuri, la primera mujer que ha liderado la dirección creativa desde 2017. De azul marino fue la segunda colección de Chiuri para Dior recogiendo la herencia del modisto francés de forma transgresora en una propuesta cargada de piezas nunca vistas en la pasarela como el pantalón vaquero o el beret de cuero negro como accesorio estrella.
Así, los vestidos de noche, con transparencias y brillos, se alternaron con otros looks de pantalón y monos de trabajo, como si fueran uniformes de fábrica combinados con bolsos de mano estampados. El azul marino representa para Chiuri la igualdad y la uniformidad. No se distinguen clases ni géneros. “El look de trabajadora es una forma de decir que tenemos que trabajar para tener las mismas oportunidades”, argumentó en su momento. Desde entonces, este color se ha convertido en un recurso habitual en las colecciones de Dior que adoptan, en menor o mayor proporción, de azul marino.
El azul más clásico también será el color del 2020
De azul también se teñirá 2020. El instituto Pantone, referencia mundial en temas cromáticos, ha elegido el Classic Blue 19-4052 como el color que influenciará el año que viene en sectores tan creativos como el diseño, la moda o la publicidad. Según la institución, es un “tono azul temporal y duradero, elegante en su simplicidad”. Sugiere el cielo al atardecer y sus cualidades tranquilizadoras, como la promesa de protección”, ha asegurado Laurie Pressman, vicepresidenta del Instituto del Color Pantone.
Según la institución, Classic Blue surge en momentos convulsos y de cambio y esta tonalidad evoca el deseo de consolidar cimientos fiables y estables sobre los que edificar. En este sentido, invita al refugio: “Vivimos en una época que exige confianza y fe, y este tipo de azul ofrece un sentimiento sólido y fiable que anima a ampliar nuestro modo de pensar y reta a profundizar en las cosas”, ha explicado por su parte Leatrice Eiseman, directora ejecutiva de Pantone.
El color Pantone del año lo eligen los directivos de la firma y unos 40 expertos de todo el mundo que tienen en cuenta factores como la coyuntura económica, las películas y canciones del momento o cuestiones sociales, entre otras variables. El Classic Blue releva así el Living Coral, el color del 2019.
Las transparencias se han asociado tradicionalmente a los meses templados o cálidos del año, donde la aparente desnudez que otorgan las prendas diseñadas con tejidos translúcidos se ve justificada por las altas temperaturas. Hasta el momento, era lo más común o aceptado por una mayoría y obedecía, a su vez, a las demandas del mercado y a las necesidades de los consumidores. Al final, todo quedaba en una simple norma: más tejidos transparentes y livianos en verano, más tejidos gruesos y opacos en invierno. Actualmente, las transparencias han perdido su habitual estacionalidad y los diseñadores de las grandes firmas se han encargado de que el público las desee en cualquier época del año al hacerlas resurgir paulatinamente entre sus colecciones. Encajes, tules, bordados transparentes… de todos los tejidos que muestran la piel de forma perspicaz, hay uno que copa todas las miradas en lo que va de año: la organza.
Breve evolución histórica
La organza es una tela de seda muy fina que es tratada para que mantenga una cierta rigidez que le da esa apariencia almidonada. Su nombre proviene de Urgenc, ciudad de Uzbekistán y llegó a Europa desde la India en el siglo XVIII. A pesar de estar presente en el continente y tras sus vínculos iniciales al servicio de la aristocracia, no fue en pleno siglo XX cuando este tejido se popularizó a todos los estratos sociales. El responsable fue Yves Saint Laurent quien elevó este tejido a los altares de las tendencias. Así, en 1966 Yves lo dejó al descubierto con su primer look con transparencias. Al principio, la organza desvelaba sutilmente algunas partes del cuerpo, pero el escándalo vino dos años más tarde cuando diseñó un atrevido vestido que mostraba completamente el pecho. En la década de los 80, la organza se alió con los volantes y los volúmenes propios de la época para hacer exageradas combinaciones, según la moda del momento que inmortalizaron iconos como Molly Ringwald, Liz Taylor o Ladi Di. En los años 90, el tejido tuvo una tercera juventud gracias a la colección primavera-verano 1997 de Prada que homenajeaba las transparencias y el triunfo del minimalismo. Curiosamente, la firma italiana fue de las primeras en rescatar este tejido el año pasado, probablemente influenciada por el nuevo furor que revive actualmente la organza.
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El tejido revelación de la temporada
Este tejido fino, translúcido y rígido tiene la peculiaridad de añadir elegancia, delicadeza y cierto romanticismo y, por consiguiente, puede llegar a elevar cualquier look con una simple prenda. Hasta el momento, la organza también se había vinculado en el exclusivo ámbito de las celebraciones, y aunque allí se mantenga, la demanda de este tejido, para otro tipo de ocasiones, no ha dejado de crecer.
En las pasarelas actuales, la organza ha hecho acto de presencia en las colecciones de Ralph Lauren, Balmain, Dolce & Gabbana Simone Rocha y Fendi, por citar algunas firmas, pero también en las cadenas de moda rápida que han democratizado su uso hasta hacerlo accesible al gran público. Por ejemplo, Zara presentó en verano una colección de blusas, faldas y vestidos elaborados con organza que tuvieron un éxito fulminante, agotando existencias.
De las pasarelas a la calle
Si una moda la adoptan en paralelo las prescriptoras de moda internacionales, el éxito está más que asegurado y acabará llegando tarde o temprano al gran público. Así, de todas las piezas elaboradas con organza, la blusa con mangas abullonadas es la prenda favorita para apostar por este tejido, siendo el mejor aliado para reinventar unos pantalones tejanos. Esta pieza da un toque romántico a los looks sin necesitar otros complementos. A pesar del triunfo de los neutros (blanco, negro, beiges…), también se lleva el color que puede ir desde la paleta más vibrante hasta los pasteles, nuestros preferidos. Esta prenda funciona incluso con faldas de volumen o pantalones palazzo.
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Desde Gratacós queremos mostrarte algunas organzas de nuestra actual colección y de las próximas temporadas. En nuestro espacio de Barcelona encontrarás un buen surtido de tejidos para que decidas si quieres utilizar la organza en una ocasión festiva, o decides sumarte a la tendencia y deslumbrar con una prenda elaborada con este tejido en tu día a día.
Los cuadros siempre han estado presentes en la historia de la moda contemporánea. Es más, forman parte de esas tendencias impertérritas, ajena a los ciclos, que se repiten y se renuevan sin perder su identidad.
A priori, cuando relacionamos un estampado de cuadro nos viene en mente el estilo británico con sus impolutos trajes, el tartán que recuerda a los escoceses o los cuadros vichy que nos remiten a la edad de la inocencia. Siempre es tiempo para apostar por los cuadros, sea en las colecciones de invierno o de verano. Lo novedoso es que hoy en día, muchos cuadros rompen barreras y se salen de su zona de confort apoderándose de prendas, accesorios o complementos hasta ahora menos convencionales.
Vamos a analizar los tres estampados de cuadros más comunes en las pasarelas de la nueva temporada Otoño-invierno 2019/2020:
Príncipe de gales
Es un tipo de diseño de tejido de dos colores en forma de cuadros complejos, a veces con un tercer color como perfil. En él se combinan alternativamente grandes cuadros con un diseño milrayas junto con cuadros más pequeños en pata de gallo. Habitualmente se suelen utilizar como colores base las distintas escalas de grises (o colores apagados) y en ocasiones se añade un color más a ese tono base, normalmente azul. El origen de este estampado es popular al ser un tejido que utilizaban los trabajadores, aunque fue el Duque de Windsor (Enrique VIII) quien lo acabó popularizándolo en los años 30 y se extendió por todo el mundo.
Al jugar con el binomio blanco y negro, este tipo de cuadros se convierte en un clásico atemporal, perfectos en cualquier fondo de armario. Esta temporada, bajo un estilo preppy se ha visto especialmente en las pasarelas de Marc Jacobs, Prada, Givenchy, Balenciaga, Chloé y Marni, entre muchos otros que recuperan este patrón.
Tartán
Es quizás el cuadro más identificable. Un tejido cuyo patrón lo conforman líneas horizontales y verticales que dibujan cuadros de distintos colores. De origen escocés, el tartán se asocia a los clanes que los usaban para distinguirse. Cada familia adaptaba diseños particulares, así como unos colores que los identificaban como miembros de cada clan. Existen tartanes con nombre como McAndrew, McQueen, Douglas… incluso diseños modernos como el Royal Stewart, creado por Vivienne Westwood. En su origen el tartán estaba hecho de lana, aunque hoy en día se plasma a través de varios tejidos. En la actualidad, con la aparición de nuevos materiales la palabra tartán ha pasado de definir el tejido al diseño, independientemente de dónde se plasme.
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El tartán acepta infinidad de colores y combinaciones distintas, la clave está en el gusto personal. Los más habituales son los más clásicos en color rojo o en verde, o color blanco y negro y en tamaño XXL. A finales del siglo XX, el tartán también se ha asociado a una estética más transgresora y ha encontrado sus adeptos dentro del movimiento punk de finales de los 70 con diseñadoras como Vivienne Westwood y en el grunge y su contracultura de los noventa. En esta época lo adaptaron John Galliano y Alexander McQueen para citar algunos ejemplos.
Cuadros ventana
Hablamos de un tipo de cuadro sencillo que hace cuadrados gracias a unas finas líneas que lo conforman. Así, sobre un fondo oscuro se añade una ligera línea que dibuja un cuadro amplio. Como base, el cuadro ventana puede tener un tartán (con lana más fina) o un tweed (que le da un aspecto más rústico). Este tipo de cuadro se popularizó en los años 30 en Gran Bretaña cuando el hombre comenzó a buscar motivos más atrevidos e informales que mantuvieran esa imagen de dandi clásico, pero con ciertas licencias.
Hoy en día, los cuadros ventana están muy extendidos y se usan prácticamente por igual en las colecciones de moda de invierno y verano. Os citamos la última colección que hizo Karl Lagerfeld para Chanel para observar este tipo de cuadros mezclados con otros tejidos y estampados.
La colección actual de Gratacós también contiene muchos tejidos de cuadros. Aquí te dejamos algunas referencias para que te inspires.
No es una novedad de esta temporada, pero se resiste a abandonar el podio de las tendencias. No tiene rival en cuanto a fuerza, brillo y atrevimiento, y ha pasado de ser un color simplemente radiante a convertirse en un símbolo para la generación Z. Hablamos del verde más chocante: en neón, lima o pistacho. Él es el verdadero “rey” del verano que impregna el street style con su rebeldía y juventud.
Hace casi un año, este desenfadado color empezó a resonar como tendencia. El verde lima en su versión flúor se colaba en el armario invernal. El mayor impacto lo tuvo a través de Instagram cuando irrumpió por sorpresa en los timelines de varias influencers de moda. Este tono chillón copó todas las miradas a través de una prenda viral: un jersey ajustado de cuello perkins que se exhibía descaradamente con la misma fuerza cegadora de un relámpago. ¡El verde fosforito en todo su esplendor! Esta prenda se mostraba en diferentes versiones y varias firmas -de diseño y low cost– lo adaptaron a su manera. El jersey en verde lima se convirtió en la tendencia más codiciada del momento.
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Posteriormente, esta vibrante tonalidad fue una de las más repetidas y adaptadas entre los asistentes a los desfiles internacionales. Se llevó en pantalones, en vestidos y en abrigos, coqueteando también con los complementos -eso sí, en menor proporción-. Las grandes marcas reforzaron su poder amparando los colores neón -entre ellos el verde en cuestión- como una de las tendencias de este verano. Es curioso que, de todos los colores subidos de tono, este tipo de verde fue el que cuajó mejor en la calle, cuyo termómetro ayuda al sector a conocer lo que realmente se lleva o no, independientemente de lo que dicte la moda.
Un papel destacado jugó el poder de atracción de las influencers y celebrities mundiales que no dudaron en vestirse en verde lima: Kendall y Kylie Jenner, Chiara Ferragni y Blake Lively se enfundaron looks protagonizados por este color y se atrevieron incluso a llevarlo en el maquillaje. En la pasarela, esta tonalidad ha seducido a Balenciaga, Versace, Stella McCartney, Vetements, Gucci o Dolce & Gabbana que no han dudado en incluir el verde lima en las últimas colecciones de verano. ¡Viva la indiscreción más de moda!
¿Y cómo se lleva?
No es fácil combinar el verde lima. La clave reside en aliarse de los tonos neutros como la gama de beiges y nudes o el incombustible blanco y/o negro que representan la opción más sencilla y práctica. Los tejidos satinados le dan al verde lima más luz y son favorecedores en prendas vaporosas como faldas y vestidos con movimiento. ¿Liso o estampado? Aunque la primera opción sería la más efectiva, también se puede mezclar con prints y texturas con relieve. Nuestra apuesta son los tejidos que juegan con las distintas tonalidades de verde lima a través de motivos geométricos, estampados florales o lentejuelas bordadas, y, a su vez, introducen otros colores armónicos. En ocasiones, no hace falta apostar por la versión más estridente, te puedes sumar a la tendencia en clave discreta apostando por los tonos pastel. Aquí te dejamos nuestras inspiraciones en rabioso verde lima. ¿Qué te parecen?
Hay alianzas potentes, que funcionan a la perfección porque surgen de forma natural y espontánea. Y el resultado salta a primera vista cuando todo un engranaje de profesionales se coordina para conseguir un único objetivo, que va más allá de la sorpresa o la emoción. En este caso, hablamos de la unión entre la moda y la música a través de nuestras últimas colaboraciones que se han visibilizado en la pasada edición del Primavera Sound con nombres de peso dentro de cada disciplina. Sí, podemos decir coloquialmente que Gratacós ha saltado al escenario a través del vestuario de tres jóvenes artistas con muchísimo potencial: Rosalía, Nathy Peluso y María José Llergo.
¿En qué consistió la colaboración?
Siguiendo uno de nuestros principios como empresa que es el de apoyar a los futuros profesionales del sector, sean jóvenes talentos o diseñadores consolidados, y establecer sinergias con ellos, nos surgió un nuevo reto a principios de año muy motivador. Las firmas Dominnico, del diseñador alicantino Domingo Lázaro Rodríguez y la barcelonesa Colmillo de Morsa nos contactaron con un proyecto de colaboración entre las manos que nos enganchó des del primer momento. Estas firmas iban a diseñar en exclusiva el vestuario de Rosalía y de Nathy Peluso, unos diseños que las artistas exhibirían en primera persona durante sus giras promocionales por medio mundo. En el caso del Primavera Sound, también contamos con la colaboración de Manuel Bolaño que quería sorprender con un diseño ideado para la actuación de la cantante María José Llergo.
Estas firmas, que son amigos y clientes, buscaban algo innovador, exclusivo y de calidad para elaborar los vestuarios de las artistas. ¡Algo que causara auténtico furor por su creatividad y exclusividad! Ellos saben que nosotros, como creadores de tejidos, pueden contar con un surtido de propuestas que satisfacen estas necesidades. Es más, en ocasiones, es a través de la materia primera – en este caso el tejido- cuando van surgiendo desde el inicio, las ideas más disparatadas. ¡Y ese punto de experimentación -y algo de locura- nos encanta y nos divierte! Además, creemos firmemente en el proyecto de estas tres firmas y en las personas que hay detrás. Así que estuvimos encantados de colaborar en el proyecto de vestir a tres jóvenes divas de la música actual en el Primavera Sound.
Para la ocasión, Dominnico escogió un maravilloso Jacquard acolchado en rosa chicle con hilaturas irisadas para crear ese despampanante look de amazona que lució Rosalía en su actuación del Primavera Sound. Ese tejido estaba presente en el body que se enfundó la artista catalana con hombreras pronunciadas. El outfit se complementó con una chaqueta y unas perneras a juego, que se definían en la cintura con apliques dorados. Un outfit transgresor, inspirado en el estilo ‘Dirty’ de Christina Aguilera, que contó también con el diseño y estilismo de Daikyri, hermana de Rosalía. A nadie dejó indiferente este vestuario. Hablamos del valor seguro que supone Domminico, que ya cuenta como clientas a otras artistas de la moda y el espectáculo a nivel internacional como Lady Gaga que se ha vestido de la firma en tres ocasiones.
En el caso de Colmillo de Morsa, su reto era vestir a Nathy Peluso, la artista argentina afincada ahora en Barcelona que triunfa por su música: “es capaz de hacer hip-hop bailable y acompañado de jazz”, y por su estética trap que seduce a los jóvenes de la generación Z. De hecho, recientemente diseñó para Berskha una colección cápsula donde plasmó sus referentes estéticos. La diseñadora Elisabet Vallecillo eligió un bordado de algodón para confeccionar los metros y metros de volantes que utilizó para diseñar la espectacular falda en cascada y el top con escote cruzado que llevaba la artista argentina. El bordado era blanco y la diseñadora lo tiñó a posteriori para conseguir este tono rojizo tan exuberante para un atuendo inspirado en La Habana.
Por último, Manuel Bolaño se encargó de idear un espectacular abrigo para María José Llergo. La cantante cordobesa de 24 años, residente en el barrio de Gràcia de Barcelona, es una de las jóvenes promesas de la música de autor con canciones, que ella misma escribe y compone, con un estilo muy singular de raíz flamenca y muy vinculado a su tierra de origen. Bolaño escogió para ella un tafetán negro para confeccionar un precioso y contundente maxi abrigo que no pasó desapercibido entre los espectadores del Primavera Sound.
Lo más apreciado es que en los tres looks, los diseñadores respetaron la estética de cada artista, sin perder su esencia como creadores. Es aquí cuando se da esa fusión mágica entre moda y música. ¡Todo un arte!
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Londres rinde homenaje a Mary Quant (Inglaterra 1930), leyenda viva de la moda y culpable de alborotar toda una época: los años 60 con una prenda de lo más irreverente, la minifalda. Aunque se disputa la autoría de tal prenda con el modisto francés André Courrèges, “la madre de la minifalda” supo popularizarla y acercarla a todo el mundo. “El objetivo de la moda es hacer que la ropa esté disponible para todos”, solía recordar. Ahora el museo Victoria&Albert ensalza a esta diseñadora que revolucionó la escena de la moda en aquella década de ebullición para que las nuevas generaciones conozcan de cerca su gran contribución. En palabras de Jenny Lister, una de las comisarias de la exposición, “Mary Quant es conocida como la artífice de la democratización de la moda en el Reino Unido”.
El origen de la minifalda está conectado con la música, el baile y la moda urbana del momento. Se dice que nació a finales de los años 50 en Norteamérica y para bailar los nuevos ritmos de swing y rock, las faldas poco a poco se fueron acortando. Quien captó esta progresiva regresión y este cambio fue Quant, quien en 1955 abrió una pequeña boutique llamada Bazaar en la calle de King’s Road en el barrio de Chelsea. Para darle visibilidad, Quant fue de las primeras en adoptar esta prenda que dejaba al descubierto piernas, rodillas y algo de pantorrillas, un verdadero escándalo en una época donde se desafiaban los convencionalismos. Poco a poco, desde su pequeña tienda en Londres, la diseñadora captó la atención de los jóvenes y de la propia industria que veía en sus minifaldas y petos de colores llamativos y acabados brillantes un atisbo de rebeldía, transgresión y frescura, tres conceptos que ligaban con la manera de pensar de las nuevas generaciones.
Mary Quant es la artífice de la democratización de la moda en el Reino Unido
Quant no tenía formación especializada en moda y de hecho sus creaciones eran el resultado de un aprendizaje personal que incluía la experimentación con diferentes materiales. Fue esa valentía y actitud rebelde que sedujo a la industria y se convirtió en un referente para las mujeres de la época. Junto a la modelo Twiggy, Mary Quant logró que esta corta prenda se convirtiera en la marca registrada no solo de su marca de ropa sino también de toda una década. Había nacido un símbolo. Tanto fue su éxito que, en 1966, la reina Isabel II le concedió la medalla de la Orden del Imperio Británico por su contribución a la moda, distinción que recogió en Buckingham ataviada con una de sus minifaldas.
La exposición expone 200 piezas en las que se refleja la colorida e innovadora identidad de la diseñadora británica. Incluye las famosas faldas junto con otros diseños, así como accesorios y cosméticos, en un llamativo recorrido cronológico que abarca desde 1955 a 1975. Entre accesorios y vestidos, el museo también recopila una selección de prendas y fotos de mujeres anónimas luciendo los diseños de Quant que evidencia la importancia de la minifalda para la moda de una década. La muestra estará abierta al público hasta el 16 de febrero de 2020.
The Colour Community acaba de presentar el nuevo informe de colores y materias que influenciaran la temporada Otoño-Invierno 2020-2021 en el mundo del diseño y la moda. La iniciativa, liderada por tres profesionales del color, se presentó, como es habitual, en la Antigua Fábrica Estrella Damm de Barcelona, ante la atenta mirada de un centenar de entusiastas del sector. Recordamos que el equipo fundador lo conforman el arquitecto Pere Ortega; la diseñadora especializada en Colour & Trim, Eva Muñoz; y Rosa Pujol, Textil & Colour Stylist de Gratacós. En cada edición a este “equipo madre” se le suman nuevos colaboradores que aportan su visión, y ayudan a configurar la nueva carta de colores y materias que inspirarán la nueva temporada. Una iniciativa que se repite dos veces al año y que cuenta con nuestro apoyo. “Gratacós siempre está con las puertas abiertas, en nuestro espacio de moda, para todo amante del tejido, la textura y el color”, aseguró Juan Gratacós en el inicio de la presentación del informe.
Juan Gratacós: “Nuestro espacio de moda siempre está abierto a los amantes del tejido, las texturas y el color”
En esta ocasión, la temporada se basa en el concepto de ‘Multiple’ y consiste en una reflexión en clave positiva sobre la sociedad futura donde la línea de lo real y lo virtual será más difusa que nunca. “Actualmente esta virtualidad de la realidad existe en las redes sociales o en los videojuegos, pero poco a poco, va a ser tan tangible como lo que ahora nosotros llamamos realidad”, explicaba Pere Ortega en la presentación del informe. La propuesta ‘Multiple’, a su vez se articula a través de cuatro gamas de color y materias bautizadas como On, Inside, Balanced y Metronome.
Pere Ortega: “Actualmente esta virtualidad de la realidad existe en las redes sociales o en los videojuegos, pero poco a poco, va a ser tan tangible como lo que ahora nosotros llamamos realidad”
1.- On
La primera inspiración apela al dinamismo, a la creación de un diálogo con las nuevas realidades que son virtuales. Es una gama dinámica y versátil que crea productos conectados con el ser humano en un entorno digital. Los tonos escogidos para conceptualizarla son los fríos en su versión más atractiva: grises metalizados, iridiscentes, azules encendidos, negros brillantes y toques de amarillo que juegan al contraste. Una gama de temática industrial y futurista que juega con materias plásticas, oleosas, líneas arquitectónicas rectas y curvas y las formas artificiosas. Fantasía bajo control.
2. Inside
La segunda gama es más densa y teatral que la primera. Trabaja el tema de las realidades que miran el pasado. Una especie de retrospectiva. Los tonos que se utilizan para darle forma son los marrones, los morados, los azules profundos y la gama de metalizados que siempre aparece en cada una de las cuatro inspiraciones como nexo común. Los estampados florales, las formas orgánicas, las líneas sinuosas, los elementos de la naturaleza, las tapicerías… todos estos elementos influyen en esta gama intimista que toma de ejemplo el barroquismo de Versalles en su versión más contemporánea.
3. Balanced
La tercera inspiración se basa en el concepto del equilibrio y las armonías cromáticas. Es una gama modesta que se inspira en las formas y las texturas de la naturaleza y trabaja la artesanía de una manera muy folk. Los colores predominantes hacen referencia al otoño: los beiges, los tierra, el blanco, los metalizados y los verdes bosque mezclados con azules vibrantes. Las rugosidades, las pieles, los elementos geométricos más básicos y la influencia tribal también se tratan en esta gama folklórica.
4. Metronome
Por último, la cuarta inspiración se basa en el ritmo métrico del metrónomo con elementos en movimiento que siguen su compás: un trabajo de colores que vienen y vuelven, y a su vez juegan a los contrastes. Esta gama pertenece al mundo de la ciudad: es urbana, cosmopolita y juvenil. Se inspira en toda la multiplicidad de personas, tribus e individuos que conviven dentro de una misma comunidad. Abundan los tonos grises, los detalles plateados y los metalizados en superficies lisas que contrastan con elementos gráficos y estampados arty. El denim y las superposiciones de prendas, entendidas como muestra de expresión, configuran las distintas identidades que conforman una misma ciudad.