joven diseñadora

Viernes 31 mayo 2019

Carlota Barrera despunta como diseñadora emergente

Recuerda su nombre porque no ha hecho más que empezar y su aura ya brilla con fuerza dentro del panorama de jóvenes talentos de la moda española. Se llama Carlota Barrera, tiene 26 años y proviene de Gijón. Ella iba para arquitecta, pero la moda se cruzó en su camino y su arriesgada apuesta por dar un giro contemporáneo a la moda masculina española ha convencido a los expertos que la han galardonado recientemente con el premio Vogue Who’s On Next 2019. Este galardón, que se entrega anualmente, es una iniciativa internacional de la revista Vogue, que en España supone el mayor premio de la moda española al tener una dotación de 100.000 euros de la mano de Inditex, que apoya la iniciativa desde la primera edición. Un premio económico en reconocimiento al talento que tiene como objetivo desarrollar un plan de negocio, e incluye también la inscripción automática en ACME (Asociación de Creadores de Moda de España), la posibilidad de participar en la siguiente edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, así como contar con el apoyo de la influyente revista.

El controvertido Jean Paul Gaultier, Presidente del Jurado, fue el encargado de desvelar el nombre de la ganadora durante la ceremonia. Los otros dos finalistas de esta octava edición fueron el diseñador sevillano Ernesto Naranjo y la pareja madrileña Oteyza. Este premio supone un respaldo para la carrera profesional de la diseñadora asturiana residente en Londres, tal y como ha venido ocurriendo en ediciones pasadas con ganadores como Marcela Mansergas, Juan Vidal, Maria Ke Fisherman, ManéMané, Moisés Nieto, Leandro Cano y Palomo Spain, galardonado en 2018. Carlota Barrera pasa así a formar parte de ese elenco de jóvenes prometedores de la moda española. La llamada Generación Who’s On Next.

Un giro a la moda masculina

Carlota Barrera es asturiana, pero reside en Londres. De hecho, su carrera empezó en la capital británica, después de sacarse un master en el London College of Fashion y tras trabajar en varias casas de alta costura. En 2018, la joven diseñadora decidió cumplir su sueño al apostar por una firma que sacudiera la moda masculina española bajo tres pilares básicos: la tradición, la artesanía y la responsabilidad. Esos son los fundamentos de las creaciones que alberga su firma homónima.

De hecho, su joven firma está constantemente implicada en la búsqueda e innovación de los mejores tejidos que provengan de unos procesos respetuosos con el medio ambiente. Y aunque su estudio se encuentra en Londres, desde donde realiza el desarrollo de la marca, presenta sus colecciones en España, y sus productos más emblemáticos son aquellos hechos con materiales que evocan su país de origen. “Somos una pequeña marca que considera imprescindible tener el control de la cadena de valor y poder mantener unos valores éticos y justos en todos sus procesos”, aseguró la diseñadora en la entrega del premio.

Carlota Barrera diseña para un público de 20 a 45 años. Un hombre joven que busca patrimonio, lujo y sofisticación en un tipo de prendas que siguen los mandatos de la sastrería clásica con sus patrones limpios y sus motivos artesanales, pero con un enfoque más moderno y estético. Lo de antes con una visión actual. Aunque su principal cliente sean hombres, Carlota Barrera también viste a mujeres que se sienten atraídas por la imagen masculina y su indumentaria. Entre sus principales objetivos se encuentra obtener notoriedad de marca, desarrollarla y realizar una expansión internacional haciendo hincapié a la moda autóctona y en la cultura de las raíces.

Su primera colección masculina fue “El Matador y el Pescador” y la misión que se marca en cada propuesta es conseguir la máxima calidad en sus colecciones, uniendo tradición y contemporaneidad para satisfacer la demanda del hombre más vanguardista. Esta inyección económica y el respaldo de Vogue pueden significar un cambio enorme en la proyección de Carlota Barrera y un buen empujón para tirar hacia adelante esta joven firma que tiene –y seguramente tendrá- mucho que explicar. La carrera de la diseñadora asturiana no ha hecho más que empezar.