En Gratacós siempre miramos hacia el futuro. Como proveedores de tejidos para las grandes casas de costura, tenemos que anticiparnos a lo que vendrá antes que nadie. Actualmente, ya estamos ideando los tejidos que formarán parte de las próximas temporadas, por lo que, a nivel creativo, 2025 nos queda un poco lejos, a pesar de ser el presente más inmediato. Aun así, te damos pistas de las macrotendencias que empezaremos a recorrer este año.
La moda como reflejo del futuro
Ya se sabe: la moda siempre ha sido un espejo de los cambios culturales, sociales y tecnológicos del momento, y 2025 no será una excepción. Como macrotendencia, este año promete ser un punto de inflexión en el que la creatividad se une a la sostenibilidad y la innovación para dar forma a una nueva visión del lujo. En el corazón de esta transformación, que Gratacós ya inició hace unos años, están los tejidos: artículos sostenibles cargados de significado que no solo envuelven el cuerpo, sino que también transmiten valores y son más respetuosos con el medio ambiente y las personas.
En un mundo interconectado que busca reconectar constantemente con lo esencial sin perder de vista la novedad, los colores, texturas y materiales que marcarán tendencia en 2025 se convierten en un lenguaje universal. Desde paletas cálidas y envolventes hasta tonalidades metalizadas que evocan tecnología y experimentación, cada elección cromática nos invita a imaginar el futuro a través de un prisma único.
¡Acompáñanos a descubrir las claves que definirán la moda en tejidos este año!
Tendencias en colores: lo natural con lo tecnológico
En 2025, los colores serán mucho más que una elección estética: serán una declaración de intenciones que reflejará aspiraciones y conexiones profundas. Las tonalidades se dividirán en dos grandes corrientes: aquellas que buscan reconectar con la naturaleza y lo esencial, y otras que abrazan la innovación y las ansias de imaginar el futuro.
Dentro de la primera corriente destacan las tonalidades tierra evolucionadas: marrones arcillosos, beiges ahumados y verdes musgo dominarán las paletas naturales. Estas tonalidades invitan a la calma y la introspección, recordándonos nuestra conexión con el mundo natural. Son colores perfectos para tejidos como algodón orgánico, lino o lana reciclada, que refuerzan esta narrativa sostenible.
También llegan con fuerza los azules acuáticos y los tonos oceánicos inspirados en la serenidad del agua y la necesidad de proteger los ecosistemas marinos. Los azules profundos y los verdes esmeralda se convertirán en protagonistas hacia la temporada estival, aportando frescura y un toque de misterio. Son ideales para materiales satinados o con acabados brillantes.
En verano, los llamados pasteles polvorientos ganarán protagonismo. Se trata de una versión más madura y nostálgica de los colores suaves: rosas pálidos, lavandas empolvados y amarillos mantequilla serán clave para piezas delicadas que transmiten sensibilidad y ligereza.
En el otro espectro cromático, siguiendo la corriente tecnológica, destacan los metalizados futuristas. Plata líquida, dorados suaves y tonos iridiscentes marcarán una narrativa futurista y audaz. Estos colores simbolizan la fusión entre tecnología y moda, representando un lujo vanguardista. Se verán en tejidos como el lamé, la seda metalizada y materiales innovadores con efectos lumínicos.
Tendencias en texturas y relieves: lo táctil con lo emocional
Este año, las texturas y los relieves se consolidarán como elementos clave para transformar los tejidos en experiencias sensoriales. La tridimensionalidad y la riqueza táctil invitan a explorar superficies que estimulan tanto la vista como el tacto, creando un diálogo único entre la prenda y quien la lleva.
A grandes rasgos, destacan las siguientes tendencias:
1) Plisados artísticos: Los pliegues y drapeados evolucionan para ofrecer volúmenes esculturales y formas arquitectónicas. Estos efectos, aplicados en materiales ligeros como organzas o gasas, aportan un aire etéreo y sofisticado a las prendas.
2) Acabados rugosos y naturales: Inspirados en materiales orgánicos como la corteza de los árboles o las superficies rocosas, los tejidos con texturas granuladas o desiguales transmiten una sensación de autenticidad y conexión con la naturaleza.
3) Bordados en relieve: Los bordados tridimensionales, como flores o figuras abstractas que sobresalen del tejido, aportan un toque artesanal y exclusivo. Estos detalles son ideales para prendas de noche y alta costura.
4) Superficies acolchadas: Inspiradas en la tendencia comfortwear, las texturas acolchadas se reinterpretan para el lujo, con patrones geométricos y acabados satinados que combinan comodidad y elegancia.
5) Efectos holográficos: En la línea futurista, las superficies con efectos ópticos o iridiscentes añaden una dimensión lúdica y experimental a los tejidos, destacándose en colecciones de vanguardia.
Tendencias en materiales: las fibras que se asientan
La búsqueda de sostenibilidad y tecnología convergerá en materiales que redefinen lo que significa el lujo. En 2025, los tejidos no solo serán estéticos y funcionales, sino también responsables con el medio ambiente y pioneros en su composición.
Bajo esta premisa, las fibras regenerativas y materiales como el Tencel Luxe, elaborado a partir de celulosa regenerada, ofrecen una alternativa ecológica con un acabado suave y brillante que compite con la seda tradicional. También proliferan los tejidos inteligentes, capaces de regular la temperatura, medir signos vitales o incluso adaptarse a las condiciones climáticas en tiempo real.
Los biomateriales experimentales ganan terreno, aunque su uso aún no se ha internacionalizado. Por ejemplo, hilos creados a partir de micelio (estructura de los hongos) o algas marinas representan un nuevo capítulo en la moda sostenible, con materiales biodegradables y visualmente impactantes. La biotecnología también permitirá producir seda sintética que imita las propiedades del material natural, pero con un impacto ambiental mucho menor.
Por último, la economía circular seguirá ganando protagonismo con materiales reciclados, como poliéster proveniente de botellas de plástico o cuero vegano fabricado a partir de restos de frutas como la piña o el mango.
A grandes rasgos, 2025 se perfila como un año de transformación en el ámbito de los tejidos de lujo, donde creatividad, sostenibilidad e innovación convergen para dar forma a nuevas expresiones de la moda. Los colores, texturas y materiales ya no son meros adornos, sino herramientas para contar historias que conectan con las emociones, los valores y las aspiraciones de una nueva era.
Desde Gratacós seguiremos trabajando para sorprenderte con lo que es nuestro savoir faire desde 1940: la creación y producción de tejidos de primera calidad.
Aquí te dejamos algunos artículos que te harán soñar este 2025.